El Antiguo Comentario

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Cuerpo Causal, intermediario imprescindible (I)



EL CUERPO CAUSAL
Parte I




El Yoga del Fuego

Los que practican el Agni Yoga, el Yoga del Fuego, saben que entran en un estado meditativo muy creativo. No solamente lo hacen para dirigir su atención hacia la divina Presencia en el centro de su mundo interior, el ‘eterno Núcleo de Fuego humano’, y así experimentar la radiación de Su Paz divina disolviendo las inhibiciones nacidas de las tensiones y angustias causadas por el impacto del mundo exterior. No solamente meditan para entrar en contemplación y saborear los efectos de este alivio. Ejercen además y al mismo tiempo un trabajo meditativo creador y constructivo muy consciente. Emprenden con su ‘Fuego’ mental interior la construcción de los 3 arcos de su Puente místico, el ‘Antahkarana’. Construyendo, anhelan llegar a la fusión de su mundo espiritual con el mundo físico denso de su cuerpo. Saben que producirá la divina iluminación, el Sueño galáctico fabuloso del cual nació el prototipo ‘Antropos’.

El proceso de encarnación del Ser humano

Al encarnarse en el óvulo materno físico, la Conciencia divina del ‘eterno Núcleo de Fuego humano’ emite tres Rayos fundamentales. Cada uno comporta el modelo de lo que será Su Espíritu, Su Alma y Su Personalidad. En conjunción, formarán el vehículo para la existencia de la divina Vida nuclear humana en las 4 dimensiones del tiempo-espacio. Los Devas, constructores cósmicos de todo rango al Servicio del proyecto de encarnación del ‘eterno Núcleo de Fuego humano’, darán forma física al diseño propuesto por estos 3 Rayos. Para el Espíritu plasmarán el cuerpo de Luz en la Luz, para el Alma, el cuerpo de Luz clara y para la Personalidad,  el cuerpo de Luz oscura del  físico denso.

El Cuerpo Causal

La Tradición Inmemorial Transhimalayca nos enseña que el Alma humana, el Cuerpo de Luz clara, tiene, gracias a Su facultad intuitiva espiritual superior, un papel de intermediario muy importante. Es por Su talento atractivo, que se establece la prevista conexión Espíritu-Materia del Ser humano.

Debido al desarrollo anormalmente insuficiente de la mente humana (¿quizá a causa de una inhibición provocada con mala intención?) esta conexión Espíritu-Materia es tan débil, que sólo una vaga relación consciente es posible.

A petición del ‘Consejo de Regentes divinos del Sistema solar’, el mundo espiritual de los Devas solares, con gran espíritu de servicio, ha puesto a disposición del divino talento intuitivo del Alma, un cuerpo añadido de expresión mental puro. La Tradición inmemorial lo llama el Cuerpo Causal’. Su sustancia mental vibra a la frecuencia del 3er. subplano (enumerado desde arriba) del cerebro físico humano. Este nuevo cuerpo es una gran esfera ovoide y está arropado por una delgada película de materia sutil apenas visible, dentro de la cual reside ahora la individualidad humana. Se extiende a unas 25 cm. más allá del cuerpo físico. Algunos especialistas dicen que es el Aura humana. Su amplitud depende del grado de evolución de cada Ser humano.


El Cuerpo Causal es un receptáculo

El Cuerpo Causal es un receptáculo. En él se guarda la conciencia del propio punto de desarrollo evolutivo de cada Ser humano encarnado. En este cuerpo residen las causas. Determinan, en el mundo de los efectos, las características de los 3 cuerpos inferiores humanos, el físico denso, el astral y el mental. Estas causas explican la singularidad de cada Personalidad humana, que rige estos tres planos inferiores. El Cuerpo Causal acumula la memoria de las experiencias de las vidas pasadas. Son ellas las que moldearán la actitud general, que la Personalidad humana asume hacia las acciones que emprende.



Las múltiples funciones del Cuerpo Causal

Un instrumento para el Pensador humano

El Cuerpo Causal es, en primer lugar, el instrumento del Pensador humano encarnado. Las experiencias de encarnaciones pasadas que contiene formarán las materias, a las cuales el Pensador recurrirá para nutrir Su actividad mental, Su sapiencia y Su ritmo de desarrollo.

Un instrumento de crecimiento espiritual

Desde el momento en que el Ser humano es capaz de pensar en abstracto y sentir emociones altruistas, el Cuerpo Causal puede entrar en consonancia con tales vibraciones emitidas desde los 3 cuerpos inferiores de la Personalidad. Esta consonancia agudizará eficazmente la sustancia mental abstracta del cerebro del Pensador humano. Con este perfeccionamiento de la mente puede ejercer, poco a poco, los poderes propios del Cuerpo Causal. Su mentalidad ya no estará tan afectada por las vibraciones de los 4 subplanos inferiores del cuerpo astral. Solo los pensamientos más nobles y las emociones elevadas, emitidas por los 3 subplanos superiores astrales, ascenderán para formar parte del contenido mental causal.  Es en el Cuerpo Causal donde se registrará el único y verdadero crecimiento espiritual.

Un instrumento de abstracción, discernimiento y síntesis

Discernir es la facultad principal del Cuerpo Causal. Transforma en conceptos ideales las ideas elaboradas por la mente concreta, las sensaciones, las emociones y las percepciones. Discierne las experiencias entre si y las ordena. Solo guarda en memoria ideas puras y sin formas concretas.

El Cuerpo Causal guarda en la memoria de Su esencia todas las experiencias constructivas adquiridas y seleccionadas durante cada existencia. Realiza la síntesis de estos datos, para que así formen parte de la Sabiduría en desarrollo del individuo humano.

Las emociones de ira, odio, orgullo, ansiedad, angustia, miedo y el sensualismo solo afectan y crean colores agresivos en el cuerpo astral. Afectan enormemente el mental concreto humano e impiden que se desarrolle esta sensibilidad afinada, que permite el contacto con el Cuerpo Causal.

Un instrumento de la vida interior     

La actividad abstracta del cuerpo causal es lógicamente una acción puramente interior. Nunca será perturbado por los sentidos captando los impactos del mundo exterior. Solo intenta que, desde dentro hacia fuera, la Sabiduría del ‘eterno Núcleo de Fuego humano’, enriquecida por las experiencias idealizadas por el Cuerpo Causal, inspire la Personalidad regente de los 3 mundos inferiores.



Un instrumento de meditación

El Cuerpo Causal es el instrumento del poder imaginativo de la meditación ‘agni’ o del ‘fuego’. Este poder creador se anima por el impacto de la energía de Amor suscitado por la atención concentrada y dirigida hacia dentro del meditador.

El Cuerpo Causal forma la vaina, la envoltura, que guarda las experiencias realizadas bajo el impulso del Poder creador irradiado por el ‘eterno Núcleo de Fuego’ y experimentado por el Ser humano en profunda meditación.

El Cuerpo Causal, ya que es el espejo de la Mente universal, permite que El Ser humano, si está meditando profundamente, pueda contemplar y asimilar los reflejos de la divina Ideación de la Mente galáctica. Será la Fuerza moldeadora y dirigente del Pensador. Será Su cualidad creadora divina.

La antigua Tradición tibetana llama al Cuerpo Causal ‘Karana Sharira’, ‘reflejo del Poder imaginativo universal’. La imaginación es la causa que moldea los efectos de la realidad física exterior. Sus visiones estimulan el Poder creativo del meditador. Se forman con la sustancia sutil del plano mental vibrando a la alta frecuencia de su 3er. subplano.

El instrumento de la mente y del Alma

La mente humana, vibrando a la frecuencia de los 3 subplanos inferiores de la sustancia mental, siempre está activa. Reacciona en permanencia a los impulsos que provienen del exterior. Su manera de pensar está determinada, además,  por pensamientos anteriores que han creado un hábito, una cierta manera de reflexionar. Actúa casi instintivamente de acuerdo con esos hábitos nacidos del impacto de los eventos anteriores.

La mente superior, al contrario, siempre resplandece desde el interior, expandiendo el perfume de la Sabiduría original divina emanando con gran discreción del ‘eterno Núcleo de Fuego humano’.

El Alma del Ser humano traduce la Voluntad imaginativa divina del ‘eterno Núcleo de Fuego’. El instrumento sutil de Su actividad imaginativa es el Cuerpo Causal, que siempre actúa y toma sus decisiones ejecutando, desde el interior, la voluntad del Alma. No son decisiones dirigidas desde afuera. Por medio de su facultad imaginativa, moldea y plasma sus decisiones en imágenes internas proyectadas con gran discernimiento. Por eso, el Cuerpo Causal siempre irradia desde adentro.

Al contrario, los cuerpos inferiores se manifiestan gracias a la energía  atraída desde afuera.

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