El Antiguo Comentario

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Sol en CAPRICORNIO, inspirado en el trabajo de Louise Huber





Imagen extraída del libro Los Signos del Zodíaco de Louise Huber




SOL EN CAPRICORNIO
22 de Diciembre de 2018 (17:48 GMT)

El signo de Capricornio, cuando está alineado con el Sol, se encuentra en la posición más alta del zodíaco. Representa las metas espirituales más elevadas que un ser humano puede alcanzar. Capricornio es el principio de un nuevo período, de un nuevo estadio de conciencia. Cuando Capricornio, el Sol, la Tierra y la Luna están alineados, la Influencia específica de la constelación capricorniana llega a su plenitud. Durante los 3 días de plenilunio, la Jerarquía de los Maestros ascendidos de Shambala focalizan de una manera muy especial sus meditaciones en la Humanidad. Concentrados y con cariño estimulan nuestras propias meditaciones. Nos apelan a ser más receptivos a los influjos cósmicos al servicio de nuestro devenir divino como Seres de Luz.


De Sagitario a Capricornio

En el signo Sagitario, el ser humano empezó a formarse una visión del mundo propia. Signo de tierra, Capricornio comprueba la validez de las verdades intuidas por Sagitario. Las contrasta con la realidad. Su voluntad, que está estimulada por la Cruz cardinal (La Cruz de la determinación divina), somete las intuiciones sagitarianas a un proceso, que las endurecen como el acero. Por eso, Capricornio es un símbolo de iniciación. Su energía cardinal de voluntad le da autoridad espiritual y eleva su nivel de autoconsciencia. Libera de las presiones ajenas gracias al pensamiento independiente y la nueva visión del mundo heredados de Sagitario. Capricornio crea una nueva personalidad. La dirige conscientemente para desarrollar sus talentos y capacidades aún potenciales. Activadas, realizarán un Ser humano más refinado y en perfecta consonancia con la naturaleza divina de su ‘eterno Núcleo de Fuego interior’.


El símbolo de Capricornio

Para ser uno mismo, independiente y soberano, Capricornio construye un centro creativo, fuerte, resistente y muy original. El unicornio es su símbolo. Lo representa dentro de una circunferencia muy restringida y delimitada. Protege al máximo el círculo creativo interior de Capricornio. De su centro irradia el dinámico núcleo del Cuerpo Causal. Ahí, se acumulan y cristalizan todas las experiencias de las existencias anteriores. Forman la sustancia básica del carácter del Ego superior. El Ángel Solar Lo estimula con la voluntad creativa cardinal, puesta a disposición por Capricornio. Permite  plasmar propósitos de vida firmes, resistentes y de carácter esencial.



The Feat (1938) -Svetoslav Roerich


La Personalidad capricorniana

La fuerza de voluntad del Capricornio hace que su personalidad sea a menudo ambiciosa e intolerante.  Está siempre escalando como una cabra. Sin parar está intentando llegar a la cumbre más alta. Abajo no encuentra paz. Sin embargo, porque Capricornio es signo tierra, su personalidad lo planifica todo parsimoniosamente. Evita imprevistos a fin de llegar con seguridad a una realización adecuada. Su lema es: “Lo que mucho dura, bien acaba”. Su personalidad es tenaz e inagotable. Puede llevar a términos tareas casi imposibles. Los obstáculos le estimulan. Es estricto consigo mismo y ambicioso. Muchas veces es duro con su entorno. Para salvaguardar su prestigio, llega a suprimir toda expresión de sentimiento y a ser muy egoísta. Cuando se siente inseguro, su personalidad se enfatiza y se pone a la defensiva. Necesita reconocimiento. Por eso, intenta establecer relaciones con gente influyentes y busca una destacada posición profesional o una superioridad espiritual. Le gusta manejar el poder en la sombra.


Capricornio plenamente consciente

Al contrario, si el Yo superior está bien desarrollado, Capricornio no necesita los amuletos de la personalidad insegura, ni este tipo de ambición egoísta. Es autoconsciente, flexible, tolerante, comprensivo y en paz consigo mismo. Siempre por decisión propia, intenta poner su personalidad, ahora fuerte y libre, al servicio del colectivo. Resiste a cualquier tipo de adoctrinamiento. No se conforma a la irreflexiva repetición de las normas convencionales. Su individualidad es espiritualmente madura. Vivida desde el interior, irradia. No presta ninguna atención a la fama. La perspectiva de una elevada posición le incita a buscar nuevas formas de resolver los problemas de la humanidad. Actúa con una conciencia planetaria.


Experiencias cumbres

Capricornio, cuando la identificación con su Cuerpo Causal lo ilumina, desarrolla con intensidad su vida espiritual. Busca la cumbre de sus capacidades humanas. Camina en solitario. Sigue el Sendero, que sube en una dirección distinta de las normas colectivas. Cuando alcanza la cima, se encuentra en plena luz. Tal experiencia es relatada en el Nuevo Testamento. Es el exaltante evento del capricorniano Jesús en el monte de la Transfiguración. El signo Capricornio, en este momento, es alineado con Venus. El Fluido de Amor divino se derrama con abundancia.  El Cristo ilumina con Luz dorada el Cuerpo Causal de Jesús. Se manifiesta con plenitud y grandeza. Irradia la magnificencia de la Sabiduría y la Voluntad de su ‘eterno Núcleo de Fuego interior’. Jesús, ahora en el Cristo, se transfigura ante toda la humanidad. Recibe la visión del Plan de su destino. Sabe lo que tiene que hacer.


The Transfiguration - Carl Heinrich Bloch



La polaridad Capricornio – Cáncer

En su experiencia, la persona capricorniana vive también las influencias energéticas de Cáncer, su signo opuesto. Cáncer es la puerta del nacimiento físico y Capricornio del nacimiento espiritual, llamado iniciación. Cáncer estimula a los humanos a interiorizar el significado profundamente concreto del nacimiento en el mundo físico de Jesús. Capricornio los incita a abrirse a los misterios del nacimiento en el Espíritu, la Transfiguración emanando de la Vida interior.
 Durante la Luna llena, coincidiendo con el solsticio de invierno, se abre otra vez la puerta del Espíritu de Sofía, la divina Sapiente. Capricornio estimula a los humanos, para que, llevados por esta renovada Sabiduría navideña, lleguen al punto más alto de su propia realidad divina individual. Por el contrario, Cáncer los empuja a volverse y bajar al servicio de la colectividad. Capricornio se siente poderosamente atraído por esta polaridad. 
  

Saturno, el regente de las energías de Capricornio

Saturno es el regente tan exotérico como esotérico de Capricornio. La energía de Saturno provoca la cristalización de los pensamientos en la forma. Delimita sin piedad, pero también educa. Es el Morador del Umbral que nos preserva de dar dañosos pasos irrealistas.
Capricornio puede moverse libremente. Puede escalar hasta las alturas de la aspiración espiritual. Una vez en la cumbre, Saturno actúa. Origina una forma con una corteza pulida, dura y transparente como el cristal. Destroza el caparazón del pequeño yo. Deja transparentar la Luz del Radiante Cuerpo Causal. Por medio de esta Luz del Ego superior, el Ángel Solar, nutrido por la intuición del Alma, revela el resplandor del Propósito ’antropos’, guardado desde las eternidades en la custodia del ‘eterno Núcleo de Fuego interior’ de cada Ser humano´
Esta gloriosa iluminación se llama “la transfiguración del monte Tabor”. Saturno se ha convertido en el Gran iniciador que, pagadas las deudas, deja ver el panorama cósmico de la conciencia superior. Desde su forma cristalina y rígida, Capricornio debe probar su poder de penetración en la esencia de su verdadero Ego, que el Cuerpo Causal manifiesta y el Ángel Solar ilumina. Debe conseguir que el cristal se quede transparente. Sin embargo, el cristal es frágil. Si se rompe por exceso del deseo terrenal, entrará otra vez en la oscuridad del ‘pequeño yo’ materialista y egoísta. Saturno es el delimitador. Sin romper la corteza cristalina, Capricornio debe intentar superar la oposición, a la vez física y de conciencia, de su adversario, el ‘Morador del Umbral’.



Capricorn - Diane Harvey



El pensamiento semilla esotérico de Capricornio

“Perdido estoy en la Luz suprema
y a esa Luz doy la espalda”

Este pensamiento semilla es una llamada a todos los Seres humanos en camino hacia las alturas. Intentando llegar a la cima, el espíritu capricorniano nos anima a todos, particularmente en este mes de diciembre. No nos deja en paz. Bajo la influencia del espíritu práctico de su signo opuesto, Cáncer, nos propone con gran determinación no quedarnos nunca en la posición alcanzada. Siguiendo voluntariamente los movimientos de la existencia, hace falta descender de nuevo. Tenemos que dar la espalda a la Luz suprema, que habíamos vislumbrada. Hace falta retornar al valle para anunciar que el Poder supremo de la Luz es a disposición de todos los Seres humanos. Con la noble voluntad de Capricornio, les ayudaremos a encontrar el camino hacia la cumbre.


La transfiguración, una crisis iniciática

Un Ser humano transfigurado actúa a través de su personalidad integrada. Pensando según amplios criterios de unidad, llega al estado trascendental. Se expande la radiación solar de su Alma mediante su iridiscente Cuerpo Causal. Ya no dice: “Esto no tiene nada que ver conmigo”. Asume su responsabilidad hacia la comunidad. Es alegre y entusiasta. Se transforma en un servidor de la Humanidad.
La transfiguración permite al Ser humano el empleo de la energía de la Voluntad espiritual. Conduce a no caer en el endurecimiento del ‘pequeño yo’. El Capricornio transfigurado baja de su trono. Utiliza su voluntad iluminada. Animada por la Luz suprema, es muy poderosa y siempre al servicio de la comunidad.
La transfiguración es un impulso espiritual del Ángel Solar. Es una conversión interna del individuo evolucionado y consciente. Autorrealizándose, se ha iniciado a sí mismo.
La transfiguración nos da la fuerza de subir a la cima en solitario. Llegamos a ser totalmente nosotros mismos, sin recurrir a nadie. No hay ningún tipo de relación. La experiencia cumbre de la soledad provoca una crisis espiritual. No queda nada, ni nadie, sino el “yo soy” y la vitalidad del Cuerpo Causal, que late poderosamente en lo más profundo de nuestro ser. La vivencia de ‘sentirse abandonado por todos’, aislado en una posición elevada, se llama “la noche oscura del Alma”. Constituye una de las experiencias más destacadas del signo de Capricornio.


Descender de nuestro trono de frialdad

Paradoxalmente, sin embargo, esta crisis de soledad pone en evidencia que nos necesitamos los unos a los otros. Por la naturaleza misma de la Raza de los Humanos, no podemos vivir solos. Para disfrutar de la riqueza de la fraternidad en común, tenemos que ser humildes, descender de nuestro trono. El calor del contacto entre humanos rompe la frialdad del aislamiento mineral que Saturno construyó, actuando como el Morador del Umbral. Muchas personalidades aprovecharon de este frio aislante para enfatizar el ‘pequeño yo’. Su deshielo siempre da miedo y parece una destrucción muy dolorosa de la personalidad. Sin embargo, ya está desplegándose a través de las lágrimas un inmenso espacio panorámico. Hasta perderse de vista, aparece el Sendero. Conduce a un palacio secreto, nuestro divino y poderoso Ser interior, el ‘Tesoro de los tesoros’, nuestro ‘eterno Núcleo de Fuego’. Ahí se encuentra la Fuente de Vida, el Agua acuariana, dicen los Ancianos, brotando del suelo primordial de toda existencia. Aplaca la sed, regenera el Espíritu y da inmensa alegría.


La Conciencia crística

Allí en la cima de la transfiguración, el espíritu de Capricornio desarrolla poco a poco la clara visión. Igual que en el solsticio de invierno, la Luz del Ángel Solar renace y encuentra su expresión simbólica en el nacimiento de Cristo en Jesús.
En este período de renacimiento, seamos creativos en nuestras meditaciones. La fuerza transformadora de la Conciencia crística nos hace reconocer el Poder universal del corazón. Purifica nuestra esfera de pensamiento. Su voluntad positiva entusiasma a los demás. Impide que los pensamientos oscuros y el descontento prosperen. Nos sintoniza con lo que surge lleno de convicción amorosa. Transmite alegría y felicidad, tanto al meditador como a los demás. El Poder universal del corazón, unido a la Voluntad creadora de Capricornio forma un haz de luminosa energía. Hace brotar la inagotable fuente de Vida. Produce, dice la Tradición inmemorial, “una mayor abundancia”.

Este texto es una paráfrasis respetuosa de un extracto de la obra de Louise Hubert, “Los Signos del Zodíaco”. 2002 API Ediciones.




William
oOo

Nativity - Jan Pashley
Hoy, en vísperas de las fiestas de la Natividad 2018, que todos los senderistas que buscan las cimas, interioricen sus reflexiones. Que la meditación les de acceso a las vivientes fuentes navideñas. Que rejuvenezcan con alegre esperanza. Que den luz al renacimiento navideño en la gruta del corazón de una creciente presencia crística.
FELICES FIESTAS!!! 

                         William





                                                                                           

Cuerpo Causal, intermediario imprescindible (III)




EL CUERPO CAUSAL

Parte III

 



En la parte primera de este estudio hemos analizado el papel práctico que nuestro Cuerpo Causal ejerce en nuestra vida. En la segunda parte hemos analizado su constitución de origen divino y sus facultades extraordinarias capaces de inducir una vitalidad renovada. Permiten al Ser humano acceder a la Sabiduría sofiánica y elevarse a dimensiones de conciencia, más allá de las 4 dimensiones del tiempo-espacio nuestras.
En esta tercera parte estudiaremos la relación del Cuerpo Causal con el cuerpo mental y astral del Ser humano, su altura vibracional en la octava de frecuencias de la sustancia mental, su estructura energética, su forma ovoidea, y su corona luminosa.

***

Un Cuerpo Causal parcialmente activo 
 Hablando en general, en este momento de la evolución humana, el Cuerpo Causal humano no es plenamente activo. A su presencia, solo está sensibilizándose la sustancia mental humana perteneciente al 4º sub-plano mental, el sub-plano mediador. Es la frecuencia de la ‘unidad mental’, de la cual el ‘Punto medio’ es el núcleo energético. Éste entra paulatinamente en consonancia con el 3er. subplano del mental abstracto o superior. Es en esta frecuencia energética, en que el Ángel Solar decidió integrar el Cuerpo Causal o egoico en la constitución humana. (Para más claridad, remítanse al diagrama, incluido a continuación, ‘La Constitución del Hombre’).

Imagen extraída del libro Tratado sobre el Fuego Cósmico (1925) de Alice Bailey

Nota: Unas consideraciones a propósito del diagrama de ‘La Constitución humana’.
# El título en la parte superior de este diagrama es: ‘Los siete planos de nuestro sistema solar’. Son 7 octavas de frecuencias energéticas de orden cósmico. Conforman el Espíritu, el Alma y la apariencia física del ‘eterno Núcleo de Fuego’  de nuestra Deidad solar.
# El título en la parte colateral izquierda es: ‘Plano físico cósmico’. Indica que estos 7 planos frecuenciales solares deben ser considerados como sub-planos físicos de un Plano VII, aún físico-etérico, de orden macro cósmico. De esto podemos deducir que el desarrollo de nuestra deidad solar, aunque ya muy elevado, es sólo al inicio de su ciclo de evolución cósmica.
# El título en la parte inferior del diagrama es: ‘La constitución humana’. Indica que el Ser humano está igualmente constituido (‘como es arriba es abajo’) de 7 planos de frecuencias energéticas. Son de orden micro cósmico, cierto, pero de la misma frecuencia que los planos cósmicos de la deidad solar nuestra.
# Los subtítulos del colateral derecho indican los niveles de frecuencia de la Mónada (plano II), la Tríada espiritual (planos III, IV y V, por sus 3 niveles superiores), así como de la Personalidad (los planos V desde los 4 niveles inferiores, VI y VII). Estos 3 aspectos de la constitución humana, la Mónada, la Tríada y la Personalidad, realizan la encarnación individualizada del ‘eterno Núcleo de Fuego’ humano, el Adi (plano I), del cual la frecuencia vibracional es la misma que la del plano superior átmico de la Deidad solar.
- La Mónada es lo que en meditación se experimenta como ‘La Presencia’. Emana, infundido por el ‘eterno Núcleo de Fuego humano’ y aún no expresadas, las virtudes y cualidades que la Tríada Espiritual expresa.
- La Tríada espiritual es la encarnación del Ser Humano-Espíritu. Trata de manifestar las potencialidades divinas propuestas por la Mónada: la Voluntad espiritual (atma), la Intuición espiritual (budi) y la mente abstracta (manas). Estas virtudes y cualidades constituyen las facultades del ‘Ego superior’ en desarrollo. Su papel consiste en perfeccionar y espiritualizar el ‘yo inferior’ o la Personalidad.
-  La Personalidad es el Ser humano existiendo en el plano físico. Su aspecto es también triple. Se compone del cuerpo mental concreto, el cuerpo astral o emocional, y el doble cuerpo físico (los cuerpos físico denso y etérico).
Perteneciendo a la Tríada espiritual, es al nivel frecuencial del plano V, en el 3er. subplano superior, que interviene el Ángel Solar para construir e insertar el Cuerpo Causal. La influencia de la forma ovoidea del Cuerpo Causal se extiende hasta el átomo permanente búdico. Cubre el átomo permanente mental. Establece el centro de la conciencia egoica en la unidad mental. Busca perfeccionar la unidad mental y vivificar su núcleo, el ‘punto medio’. Su radio de actividad incluye igualmente el átomo permanente astral y  el átomo permanente físico.

La naturaleza de cualquier 4º sub-plano es electromagnética. Esto explica por qué la frecuencia mental del Punto Medio tenga como tarea poner los 3 sub-planos inferiores en consonancia con los 3 sub-planos superiores de la mente y, en el curso de su desarrollo, fusionar la mente humana con las cualidades mentales del Cuerpo Causal.
Esta tarea de mediación del Punto medio hace también posible que los 3 sub-planos del mundo astral superior, debido a sus sensibilidades y emociones más afinadas, puedan elevarse y entrar en consonancia con el Cuerpo Causal, enriqueciéndolo con la nobleza de sus sentimientos y emociones.
Las emanaciones del astral inferior siempre son dejadas al lado. ¡Sí!, pueden perturbar poderosamente los 3 sub-planos de la mente inferior creando disonancias. Pero, como nunca vibran a la frecuencia necesaria, es imposible que la sustancia mental del Punto medio mediador las formule e imagine de tal manera que entren en consonancia con el Cuerpo Causal.
Los 3 sub-planos superiores de la sustancia mental son aclarados por el Cuerpo Causal. Son plenamente activos, cuando la conciencia del Ser humano llega al estado espiritual de ‘adepto’. Una relación íntima profunda se ha desarrollada con el Cuerpo Causal. Su tarea ha llegado a su plenitud. La misión del Ángel Solar ha terminado. El mental superior del Ser humano, por su plenitud, toma el relevo. La conciencia humana es ahora totalmente autónoma y soberana. Puede desarrollarse sin límites en otras dimensiones.


El efecto del cuerpo astral sobre el cuerpo mental y causal

Cada sub-plano del cuerpo astral puede comunicarse con el sub-plano del cuerpo mental de frecuencia correspondiente. Es posible, porque en cada sub-plano hay una abertura de acceso, que permite el contacto con el sub-plano correspondiente de octava superior. P. ej., el 4º sub-plano astral humano tiene un nivel de sensibilidad, que le permite saltar al 4º sub-plano mental. Por la mediación de este último, se crea la concordancia con las frecuencias vibratorias del Cuerpo Causal.
Los 3 sub-planos de frecuencia inferior del cuerpo astral afectan casi en permanencia los 3 niveles inferiores del cuerpo mental. Solo las frecuencias de los 3 sub-planos superiores del cuerpo astral pueden entrar en armonía y afectar positivamente los 3 planos superiores mentales. Estas correspondencias explican por qué los videntes visualizan el Cuerpo Causal de Seres humanos evolucionados con un aura muy iridiscente y de colores vivos. Son las formas de manifestación más elevadas de amor, dedicación y simpatía, que resultan de las aspiraciones de un intelecto espiritual refinado.


El Sutratma, un palpitante hilo conductor de Luz

El Cuerpo Causal es cargado de Fuego viviente mediante un palpitante canal o hilo de intensa Luz, el ‘sutratma’. A medida que amplifica Su consciencia intuitiva, el Alma deja pasar por este canal luminoso un mayor flujo del Espíritu divino, que brota desde el manantial viviente del ‘eterno Núcleo de Fuego humano’. Este flujo luminoso y vivo aumenta la luminosidad y el colorido intenso del Cuerpo Causal y su forma ovoidea crece en amplitud. La aptitud de dar y ayudar del Ser humano se solidifica y se hace espontánea. Compartirá generosamente estas irradiaciones luminosas con sus congéneres humanos que aún no son lo bastante fuertes para captarlas directamente. El Cielo y la Tierra entran en consonancia.  Nace una sinfonía con acuerdos musicales de una majestuosa belleza. Da testimonio de la divina y soberana nobleza del Ser humano. Hace sonreír a Gaia-Sofía.



Golden Buddha - Chalermchai Kositpipat

La Corona luminosa del Cuerpo Causal

Cuando el Ser humano tiene una actividad espiritual significativa, aparece en la parte superior de la esfera ovoidea de Su Cuerpo Causal una corona luminosa conformada por la concentración de una corriente ascendiente de chispas brillantes. Es de gran belleza y aumenta el resplandor del aura humano.
Esta corriente de chispas provoca una actividad importante en el plano físico denso. Eleva el intelecto, que se pone a comprender algo de sí mismo y de la relación consciente que puede establecer con su esencia divina, esta Presencia en lo profundo de sí misma. Nace una conciencia, que siempre mira desde su Centro, desde su Fuente, Su ’eterno Núcleo de Fuego’. Este movimiento desde el interior nuclear no se queda centrado sobre sí mismo, nunca se aísla en la autosuficiencia. Está atento a lo que pasa en la periferia, hacia lo externo. Impacta e inspira fuertemente las actividades humanas en los otros planos inferiores. La corona luminosa sirve de foco por el cual irradian las virtudes divinas del ‘eterno Núcleo de Fuego humano’. Cuanto mayor es la aspiración del Ser humano, mayor será la influencia benéfica de la corona divina de lo Alto.

El Huevo áurico

La forma del Cuerpo Causal se describe también como un ‘Huevo áurico’. Su extensión incluye los 4 átomos permanentes físico, astral, mental e intuitivo. Están situados respectivamente en el más alto sub-plano superior físico, astral, mental e intuitivo. (Ver el diagrama). La Unidad mental, de la cual el Punto medio es el núcleo, se encuentra en el 4º sub-plano mental. Tiene un papel mediador importante dentro de la envoltura áurica sutil del Cuerpo Causal. Permite al buscador o meditador entrar en consonancia con la vibración del Alma que, ella misma, está en consonancia perfecta con el plano espiritual de la Inteligencia activa que la divina Sofía encarna, inspirada por la Mónada inextensa e infundida por las virtudes divinas del ‘eterno Núcleo de Fuego humano’. 



Blue Meditator - Daniel B. Holeman

La Cruz tridimensional

Describiendo el Cuerpo Causal nos referimos también a su estructura energética que forma una cruz tridimensional. Su punto crucial es el Punto medio (está situado en el cerebro muy cerca de la glándula endocrina pineal, que es su expresión al nivel físico denso). Es el núcleo energético de la ‘unidad mental’. Vibra a la frecuencia del 4º sub-plano mental. Ejerce un importante papel de intermediario.  La línea vertical de la Cruz, pasando por el Punto medio debe religar el Espíritu (arriba) con la Materia (abajo). En el plano horizontal, igualmente pasando por el Punto Medio, hay una línea este-oeste y una línea norte-sur. La línea este-oeste debe religar el hemisferio izquierdo (el mental concreto) con el derecho (el mental abstracto). La línea norte-sur debe religar el Alta mayor con el Tercer Ojo. Este papel de intermediario se ejerce plenamente cuando, con el Fuego de la mente superior, quema definitivamente la membrana aisladora que arropa el Punto medio.
 Por el momento el Punto Medio, que debe realizar el enlace de las 2  ramas de cada una de las 3 líneas, tiene un electromagnetismo tan débil, que solo deja pasar +/- 10% de la energía necesaria para realizar la libre irradiación de las energías de la vida espiritual y personal del Ser humano. El Maestro Tibetano nos anunció que la total iluminación del Ser humano se realizará cuando el Punto Medio se transforme en una llama. Entonces reflejará perfectamente la actividad de la conciencia elevada y luminosa del ’eterno Núcleo de Fuego interior humano’. Cuando empieza inflamándose aumenta mucho la complejidad del aliento de Vida (prana) del Cuerpo Causal. Los colores suaves y brillantes de su aura se hacen más vivos. Su prana se carga de conciencia activa que se induce en el cuerpo físico, vía los ‘nadis’, estas trayectorias energéticas usadas en acupuntura. Nutre con abundancia el sistema nervioso, los cuerpos mental, emocional y físico denso. Pueden por fin manifestar a su máxima capacidad el  divino prototipo ‘Antropos’.
 “Que así sea” nos cantan los coros angélicos de nuestra majestuosa galaxia.

                                                                                                                                                                                                                                                       William