Zumbido de abeja, canto
de alondra,
salto de liebre,
destello de plata en
el lomo de un salmón:
¡Árbol de luz,
corazón palpitante de
amor en este mundo,
tus flores se abren
en todas partes!
Sue Wookey
El flujo y reflujo
El confinamiento nos lleva muy adentro de nosotros mismos. Es una oportunidad. Se ha abierto un espacio de tiempo, que nos permite experimentar el poder de la meditación y la paz que suscita. No perdamos esta excepcional ocasión.
Unos hermanos del grupo me explican que la Fuerza de la Luz parece que está disminuyendo estos días, como si se anunciase ‘el fin de los Tiempos’.No hay fin del Tiempo, el Tiempo es Ahora. Pero lo que sí se manifiesta es la Ley cósmica del flujo-reflujo. Tres días después de Pascua, la celebración de la Resurrección de Cristo, hemos sentido, igual que María Magdalena, la ausencia de su Presencia, el reflujo de su Luz. Llegó a su culminación el día de la Luna Nueva, el 23 de abril. La amenguada luminosidad nos dejó desconcertados.Pero ya aparece con gran potencia el nuevo Flujo. Crecerá para llegar a su más alta intensidad el día del Plenilunio de Tauro, cuando tiene lugar el sagrado Festival de Wesak. Si nos abrimos a esta majestuosa perspectiva del encuentro mágico de Buda con Cristo, experimentaremos a diario una creciente luminosidad, un flujo espiritual en nuestras meditaciones y una consonancia cada vez más intensa con nuestro propio Cristo interior. Culminará con el potente plenilunio del 7 de mayo.Al mismo tiempo, no lo olvidemos, estamos viviendo, ahora mismo, el desde hace tiempo anunciado ‘apocalipsis’, la ‘desvelación’ de lo que estaba oculto. Está revelándose, tanto la fuerza ilusoria de la Sombra, como la auténtica Fuerza de la resplandeciente Luz divina, que mora en cada Ser humano.Con tranquilidad y sin impaciencia, disfrutemos de la primavera del Nuevo Tiempo. Está con ímpetu manifestándose.
¡Buenas y ricas meditaciones!Con fraternal cariño,William
Gracias!
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