El Antiguo Comentario

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La Natividad, fiesta de la Luz en la luz




La Natividad,

fiesta de la Luz en la luz



       Más allá de la parafernalia de los regalos y abundantes comidas de la fiesta de navidad, permanecen  aún dos emblemas potentes, el Pino navideño de origen pagano y el Pesebre de origen cristiano.


Imagen de Catrin Welz Stein
 
El Pino navideño pagano

       El pino navideño es un símbolo de la muy antigua y rica tradición pagana. Representa la reverencia del Ser humano hacia la  Naturaleza generada por la magnánima Gaia-Tierra, que Sofía, la emanación de la Sabiduría aeónica del ‘eterno Núcleo de fuego galáctico’, impregna con Sabiduría y vivifica con Su sustancia biológica.           
La conciencia de Sofía incorporada en Gaia,  estaba profundamente en consonancia con la creciente intuición humana en las culturas pre-cristianas. Valoraban la simbiosis alma-naturaleza y, por eso, atribuían una dimensión sagrada  al  Pino del Solsticio de invierno. Suscitaban la reverencia de este Árbol como emblema sagrado de la Magna Mater Gaia, este gran Ser vivo, maternal y generoso habitado por la Aeona Sofía y  encarnando la ‘Sapiencia divina de nuestra Tierra’, la verdadera e inspirada Ecología.   


Nativity - Margaret Tarrant
 
El Pesebre de la Natividad cristiana

Desde el origen, en el seno biológico de la Gran Madre es escondido el Verbo, Cristo, otra emanación de la Presencia originadora morando en el ‘eterno Núcleo de Fuego galáctico’. Para que los Seres humanos Lo conozcan, ‘el Verbo se hizo carne’.
    Por eso, los Cristianos consideran el acontecimiento de Belén, de hace más de 2000 años, como un evento histórico de amplitud cósmica. Lo ilustran mediante la majestuosa figuración de los tres Magos venidos del lejano Oriente guiados por una estrella excepcionalmente brillante.
Así pues, cada año conmemoran con especial fervor el nacimiento del ‘Hijo de Dios’  en ocasión del Solsticio de invierno, al igual que, en estos días, los paganos veneraban el evento galáctico de la encarnación de Sofía.



Una nueva dimensión

Cuando se aprecia su sentido profundo, ambas celebraciones provocan, por consonancia, la abertura de nuevas dimensiones de Conciencia. Revelan la Singularidad del Ser humano, el ‘Antropos (ἄνθρωπος),  la  singular inmanencia divina en una forma viva, holográfica encarnación incorporando la trascendencia divina cósmica.
Y... estas dimensiones de Conciencia ¡no paran de crecer!! Así pues, en nuestra época, los Seres humanos están experimentando el premonitorio sentimiento de un ‘nuevo nacimiento’. Desde el ‘eterno Núcleo de Fuego racial’ intuyen la aparición de una nueva dimensión del ‘Antropos’. Ha terminado el proceso de gestación del Cristo histórico encarnado como individuo. El Cristo racial está ya surgiendo de la matriz biológica de Gaia-Sofía. Será, coincidiendo con el Solsticio de invierno, el nuevo tema de las celebraciones de Pascua. Será la Fiesta mayor de la contemplación de la creciente nueva Luz, que Gaia-Sofia ya  divulga en la Raza humana. Será la jubilosa experimentación, radiando desde dentro hacia fuera, de la aparición en cada Ser humano de la refulgente Divinidad crística  y sabia, ‘la Esperanza de Gloria’.
Por fin, el desafío sagrado de la victoria de la Inteligencia biológica de Gaia-Sofía está realizándose.



Spiritual Birth - Olga Borynets
 
Lo imposible

Es cierto, vamos a ‘nacer de nuevo’, entrar en nuevas dimensiones. Allí el Fuego consumirá las escorias de la artificialidad y reaparecerá la autenticidad.
En esta fiesta de Navidad, más allá de las ruidosas explosiones de alegría, de la saturación de abundantes  sabores y la acumulación de regalos efímeros, intentamos lo imposible. Tomamos un poco de distancia. Escuchamos un momento la Voz del Silencio. Procuramos recuperar la razón profunda y casi perdida de estas Fiestas del nuevo crecimiento de la ‘Luz en la luz’, la nueva alba del ‘Fluido de Amor solar crístico’ animando el amanecer de la ‘Sabiduría divina de Sofía’.

¡Felices Navidades en consonancia con Sofía y Cristo! 

William 
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Anexo:

Ecología Sagrada 





        La fe en Gaia no es una llamada a la fe en Dios. Es más bien la fe en la Especie humana. 
        La fe puede ser un mal cuando sostiene creencias, que impiden a la humanidad  considerar y venerar la naturaleza e impugnan el genio innato de nuestra especie. Si una creencia  deniega la divinidad de la Tierra, la fe puede ser el largo sufrido servidor de la violencia y volverse letal para la supervivencia de los Seres humanos. 
      Afortunadamente los humanos están protegidos por una cualidad inalienable arraigada en Gaia-Sofía. Es una cualidad inquebrantable, que conlleva la responsabilidad de proteger la existencia biológica, incluyendo la vida no-humana y la salvaguarda del conjunto del mundo. Esta cualidad se llama la cardiognosis, LA INTELIGENCIA DEL CORAZÓN.
         Los guardianes de los Misterios consideraban que la cardiognosis es el legado divino del Antropos (ἄνθρωπος), el arquetipo humano. Es, sembrado  en el seno de Gaia-Sofía, el polen floreciente que crea la biosfera y difunde desde el ‘eterno Núcleo de Fuego’, el Pleroma (πλήρωμα), morada de la deidad galáctica, dice la gnosis.
       Ideologías religiosas, políticas y alienígenas han sido la fuerza motriz durante la larga campaña moderna de violencia destructiva contra la floreciente biosfera, el verdadero y único hábitat provisto para nuestra supervivencia.
     Hasta ahora nadie ha confrontado este problema tan  brillante y valientemente como los gnósticos. Aún hoy en día, se pueden sentir las corrientes profundas de sabiduría, que nutren la inteligencia innata del corazón, la cardiognosis. Permiten esta resonante resistencia del tono anti-ideológico, guardado vivo en el corazón del mensaje de la Gnosis. 
       Pascua era la fiesta para los precristianos de la cardiognosis planetaria. Sacralizaban la consonancia cardíaca entre Gaia-Sofía y los Seres humanos. Esta estimulación sagrada está resurgiendo de nuevo en nuestra época. 
      Podemos, quizás, contribuir a este Renacimiento planetario de la Ecología sagrada.


William




2 comentarios:

  1. Un muy buen trabajo aclaratorio de lo que es y significa la Navidad. Una nueva ocasión para armonizar los valores internos y los meramente externos tan en boga en nuestros dias. Profundidad y reflexión.
    Gracias William

    Josep Jofre

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