Sol
en Tauro
27 de abril de 2021 (03:31 GMT)
Nota
clave:
“Veo y, cuando el ojo está
abierto, todo se ilumina”
La
Festividad de Wesak
La festividad del plenilunio
de Tauro es una de las más importantes del año. Buda nació bajo este signo. Por
eso, durante este plenilunio, muchas personas peregrinan al pequeño valle de
Wesak en los Himalayas. Según una antigua tradición, al momento exacto de la
luna llena, durante 8 minutos, aparece el Buda iluminado. Abandona Su elevada
posición en los Reinos superiores para entregar nuevas revelaciones divinas al
Cristo allí congregado en los planos etéricos con sus discípulos. Fueron
comunicadas por custodios del Plan en Shambala, los Maestros ascendidos.
Este evento sagrado se
produce en el plano espiritual durante ya miles de años. Provoca cada vez
grandes transformaciones en los conceptos espirituales de los Seres humanos y
de Gaia-Sofía.
El
ceremonial de Wesak
Esperando el importante
evento espiritual, los miles de peregrinos entran en un silencio profundo. En
el punto más alto del pequeño valle en forma de botella dirigido hacia el Nordeste,
está esperando el Cristo con los Maestros a su servicio. Después de un canto
invocador y unos grandiosos movimientos rituales, se instala un ambiente expectativo
y esperanzador. El Cristo abre los brazos y levanta su mirada. El gran Señor Buda
aparece como una pequeña luz de color azafrán, que se hace cada vez mayor a
medida que se acerca a Gaia. Durante unos instantes se queda inmóvil encima de
Cristo y, dándole su bendición, entrega el mensaje iluminado, que los custodios
del Plan de Shambala proponen a la Humanidad para este año zodiacal. Luego la
figura majestuosa de Buda desaparece lentamente.
Preciosamente guardadas
durante este mes de Tauro, las nuevas energías iluminantes serán transmitidas a
la humanidad durante la celebración del plenilunio de Géminis. Luego, el
mensaje sagrado será aclarado e interiorizado mediante la noble inteligencia
divina de los ’Hijos de la Mente’,
los Ángeles Solares al servicio de los ‘Hijos
del Hombre’ y del ‘Hijo del Hombre
resucitado’, el Cristo.
Los
hermanos divinos Buda y Cristo en conjunción armónica
Las enseñanzas de Buda están
intensamente relacionadas con el signo de Tauro. Resumen las causas del
sufrimiento del Ser humano al no comprender los consejos éticos, que revela su
mensaje ‘Las Cuatro nobles verdades’. Coinciden con la tarea espiritual
de Tauro:
“I. Dejad de identificaros con cosas materiales.II. Adoptad la adecuada orientación hacia valores espirituales.III. No consideréis las posesiones y la existencia como única verdad.IV. Para alcanzar la felicidad, seguid el óctuple noble sendero de las correctas relaciones con Dios y los Seres humanos.”
Inspirado poderosamente por estas
enseñanzas de ‘el Hijo del Hombre’
Buda, el Cristo, su hermano, decidió inaugurar
el fondear de la Energía divina de Amor en el planeta Gaia-Sofía. Es este divino ‘fluido
de Amor solar’, el que anima a los Seres humanos, los cuales empiezan a seguir el
camino iluminado de regreso a la Fuente divina, el Padre, que permanece desde siempre en cada ‘eterno Núcleo de Fuego humano’.
La transmisión de las Energías de iluminación
A cada plenilunio de Tauro,
Buda actúa como emisario de Sanat Kumara, esta ‘Gran Vida’ “en la que vivimos, nos movemos y
tenemos nuestro Ser”. Intensifica la afluencia de la Sabiduría, la
Verdadera Luz, dirigida hacia las mentes receptivas de los Seres humanos.
Podemos participar de forma
consciente en la recepción de estas cualidades de Luz y ayudar a su
transmisión a todos los humanos. Nos esforzaremos en intuir el Plan divino para
el futuro cercano. Se manifestará ante todo en las meditaciones practicadas en
grupo, cuando se hacen como servicio a la humanidad, sin ningún tipo de objetivo personal.
Por la Bendición de Buda, la
Luz de Shambala es particularmente intensa durante este Plenilunio de Tauro.
Aprovechemos esta abundancia luminosa para transmitir más Luz y comprensión
sobre todo para aquellos responsables del destino de la Humanidad.
Las
cualidades de Tauro
El signo Tauro pertenece a
la Cruz fija, que rige los asuntos de los tres mundos terrenales. Es un signo
de tierra. Los nacidos bajo este signo
tienen una voluntad constante. Son perseverantes, resistentes y poseen una
naturaleza de deseos intensa. Esta naturaleza de deseos puede dirigirse tanto a
asuntos materiales como espirituales. A Tauro puede costarle decidirse, pero
una vez lo ha hecho y su interés ha despertado, difícilmente renuncia a su
propósito. Puede conseguir con relativa facilidad cualquier cosa, que se
proponga. Con la influencia de Tauro, el
cuerpo de deseos tiene capacidad especial de ‘incorporar’. Una vez que ha visto
de forma plástica lo que quiere conseguir, Tauro no abandona hasta que lo
convierte en realidad.
El
símbolo de Tauro
Tauro es representado
simbólicamente por el toro.
El cuenco significa la
atracción de cosas tanto materiales como espirituales. El círculo cerrado indica que resguarda
firmemente en su propio espacio, lo que ha adquirido. Puede ser dinero y
posesiones. Puede tratarse igualmente de valores espirituales, ideales,
influencias de otras esferas, incluso la iluminación.
El círculo cerrado
representa también la esfera atómica inmaterial, que forma la esencia de la
Mónada humana y oculta su ‘eterno Núcleo
de Fuego metafísico’. Cuando el Fuego invisible de sus divinas energías ocultas
se transforma en ‘Llamas y en Luz’, la energía creativa almacenada se derrama.
Un rayo de reconocimiento irrumpe. El consciente activo de la existencia humana
se ilumina y aporta la necesaria comprensión.
Es así como Tauro se libera
de sus ataduras y emprende un nuevo camino. Embiste hacia delante y se deshace
de las personas y cosas que se habían convertido en obstáculos.
Tauro
y su signo opuesto Escorpio
Cuando Tauro evoluciona, la
fuerza del deseo se transforma en aspiración espiritual. Este proceso requiere
desprenderse y renunciar a la satisfacción de deseos materiales. Requiere la
iluminación de la mente y la voluntad de hacer el bien.
Esto ocurre mediante la
movilización de las energías de Escorpio, cuya facultad de “muerte y renacimiento”
irradia sobre Tauro, que empieza el sendero espiritual. Lo logra con la función
superior de la Voluntad espiritual de sacrificio, el ‘hacer sagrado’. Puede ser
muy poderosa en Tauro. Le permite realizar, que lo más pequeño se entregue para
alcanzar lo más grande.
Estos días de la luna llena
de Tauro, esta voluntad de hacer que las cosas se vuelvan sagradas, se
transmite con fuerza a la Humanidad. Permite que se despierte de forma
consciente esa ‘alegre renuncia’ a los intereses personales en favor de algo
más elevado, lo sagrado.
El
pensamiento semilla esotérico de Tauro
En el signo de tauro hay dos
direcciones de desarrollo bien definidas. Una va hacia arriba y la otra hacia
abajo. Para poner freno a estas ansias físicas de tener cosas cada vez mejores
y más bellas, es importante cultivar la
capacidad de elevar la mirada, sentirse satisfecho con lo que uno tiene y así reconocer
la belleza y la maravilla del presente.
El pensamiento semilla esotérico de Tauro lo expresa con claridad:
“Veo y, cuando el ojo está
abierto, todo se ilumina.”
Todos como Tauro, cuando elevamos la mirada, la visión se abre. Todo se ilumina, porque nuestra atención concentrada ha abierto nuestro ojo interior espiritual. La fuerza del deseo ya no se dirige hacia fuera o abajo, sino eleva hacia dentro de uno mismo. Reconocemos lo que revela el texto grabado en el frontispicio del antiguo templo de Delfos:
“…Si ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿Cómo pretendes encontrar otras excelencias? En ti se halla oculto el Tesoro de los tesoros. ¡Oh! Hombre, conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a las divinidades.”
La fuerza del deseo,
dirigido hacia dentro, nos permite durante el mes de Tauro cultivar
internamente las divinas cualidades de la belleza y la bondad, Se hallan
fondeadas dentro de nosotros mismos. Nos hacen conocer que todo lo sucedido en
el pasado nos hizo avanzar en el camino.
En el mes de Tauro, todos
deberíamos cultivar nuestra visión espiritual mediante una atención concentrada
hacia el interior. Purificará nuestros sentimientos y elevará nuestra mente. Revelará
nuestra auténtica meta en esta existencia y nos preservará de hundirnos en el
materialismo. Cuando por Tauro vemos, sabemos exactamente lo que debemos hacer.
La oscuridad, la soledad y la desesperación terminan. El camino se muestra
claro e iluminado. Nos volvemos receptivos a las necesidades de los demás.
Tauro nos convierte en valiosos colaboradores del Plan.
Es por eso que, en los
antiguos textos, Tauro se describe como “El Ojo de la iluminación”, “la
Madre de la Revelación”, “el Intérprete de la Voz divina”, y
también como “el Buda iluminado”.
Los
regentes planetarios de Tauro
El regente exotérico de
Tauro es Venus, canal del Rayo V, suscitando este intenso deseo de
belleza, confort y seguridad. Cuando aparece cualquier amenaza de su confort y
paz interior, Tauro reacciona inmediatamente. Lo hace todo para evitar las
pérdidas. Venus le ayuda a restablecer el estado estético de seguridad y
armonía.
El regente esotérico de
Tauro es Vulcano. Está relacionado con el Rayo I. Sus efectos estimulan
eficazmente la voluntad y el poder de Tauro. Vulcano lo hace más consciente de
que debe poner sus energías de voluntad y poder a disposición de un objetivo
espiritual. Vulcano empuja a Tauro a transmutar su conciencia a una octava
superior para ‘renacer en espíritu’.
En el tratado del Maestro
D.K., Astrología esotérica, se
describe la fuerza del deseo o de la voluntad, que actúa en Tauro con estas
palabras:
“Tauro (simbólicamente hablando) forja las herramientas para una vida constructiva o para la destrucción. Forja las cadenas y los grilletes o da forma a la llave, que abre los misterios de la vida. Vulcano es el regente esotérico. Controla los procesos del tiempo y, como si trabajara sobre un yunque, asesta el golpe, que da al metal la forma deseada; y eso es verdad hoy más que nunca. Desde la perspectiva cósmica, Tauro es el toro, que embiste impetuoso y que, a golpes de martillo, forja el camino del avatar esperado”.
Shamballa - Peter Fich |
La
Festividad de Wesak, un potente canal de transmisión
El Ser humano siempre hace
fluir las Energías iluminadoras a través de la armonía melodiosa de sus tres
facultades: el pensamiento, el deseo y la actividad.
Nuestro Logos planetario,
Sanat Kumara, se comunica mediante “la Música de las Esferas’ llevada
por las ondas tornasoladas de la Luz, el Amor y la Creatividad. Sus ondas
musicales vienen a romperse a la orilla de los tres mundos del despliegue
humano. “Como en el microcosmos, es en el Macrocosmos.”
En el amplio contexto de
Wesak igualmente, tres grandes Seres captan, durante los cinco días del
Plenilunio de Tauro, los nuevos aspectos llevados por las Energías melódicas de
la Sabiduría de Shambala. El Señor del Mundo revela un nuevo
movimiento sinfónico de Vida en la Tierra. El Señor Buda, desvela otro tema musical
del Plan divino para los humanos. Y el
Señor Cristo, Hijo del Hombre, elevando el ánimo de los humanos, difunde
la música de las nuevas claridades espirituales.
Hace falta que la música de las Esferas, en su
expansión descendente, adapte su potencia creativa a las aspiraciones humanas. Esto
se realiza durante la lenta aparición del Gran Señor Buda. Cristo entrando en
sintonía, pone en consonancia a sus discípulos, que luego repartirán el encanto
de Wesak para la multitud en el signo Géminis.
William
*Texto
inspirado en el trabajo de Louise Huber
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