El Antiguo Comentario

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Cuerpo Causal y Ángel Solar (VIII)





EL ÁNGEL SOLAR
Parte VIII


*

Algunas consideraciones fundamentales

Terminando este estudio a propósito del Ángel Solar, subrayamos la necesidad imperiosa, que el estudioso buscador debe depender de Sí mismo, de su Yo superior, que el Ángel Solar encarna y manifiesta. Su Presencia se había hecho sentir solo en raros e intensos intervalos emocionales. Cuando el Yo superior es conocido y no simplemente sentido emocionalmente, entonces el buscador puede estar verdaderamente preparado para la soberanía iniciática.
No hace falta, en primer lugar, considerar el entrenamiento directo del Mago blanco, ni el desarrollo a partir de su propio carácter. Lo que importa es el interés del yo inferior y la concentración de su atención en el Yo superior, que el Ángel Solar le revela. Si la Personalidad llega a captar la Magia del Ángel Solar, el Alma dominará constantemente. Descubriendo esta Magia blanca, estimulará al aspirante y llevará su entrenamiento sin que sea necesario conocer el curso recorrido anteriormente por el Alma implicada.

Los Hijos del Hombre y los Hijos de la Mente

En este estudio sobre el Cuerpo Causal y el Ángel Solar, presentamos el concepto ‘Alma’ en toda su extensión. Consideramos al Alma animando tanto las esferas objetivas o exotéricas de la existencia humana, como los dominios subjetivos o esotéricos de la Vida espiritual. Nunca hay que olvidar que la materia ES espíritu a su nivel vibratorio más bajo y el espíritu ES materia a su nivel vibratorio  más alto. Implica que, sin excepción, todos los humanos encarnados y desencarnados forman parte de la cuarta Jerarquía creadora solar, ‘los Hijos del Hombre’. Todos, cualquiera que sea su grado de perfección, constituyen unidades integrantes de esta gran nube de testigos y observadores auto conscientes. Además de la vida física u objetiva, todos poseen la capacidad, al menos potencialmente, de la percepción espiritual.  
Por una gran iniciación cósmica, la quinta Jerarquía creadora solar de ‘los Hijos de la Mente’, los Ángeles Solares, se solidarizó con la cuarta Jerarquía de ‘los Hijos del Hombre’ para que, ella también, manifestase las maravillas de su divinidad. De esta solidaridad cósmica nació el Mago blanco.

Mandala - Aurélien Pumayana Floret

La Maestría del Mago blanco

La Tradición inmemorial, explicando y analizando la Regla primera de la Magia blanca, nos describe cómo se adquiere la maestría del Mago blanco:
     El aspirante mago blanco ante todo se dedicará al conocimiento de sí mismo. Aprenderá a discernir su Yo real, de su yo ilusorio. Lo obtendrá por un esfuerzo regular y persistente y no por un proceso violento, energético o esporádico.
         Clarificando esta distinción, el aspirante discípulo podrá llegar a la vivencia de su Yo superior como un Ser muy puro, que se reconoce y se revela poco a poco como una presencia íntima e imponente. Inspirará y aconsejará al yo ilusorio. Es animada, dice la Sabiduría tradicional, por un Ángel Solar individualizado, manifestándose desde las esferas intuitivas del Alma.  
       Para que el yo ilusorio del aspirante llegue a esta experiencia inusual, que termina por absorberlo totalmente, el candidato mago blanco se dedicará al arte sublime de la meditación. Consiste en el uso concentrado de su facultad de observación mental y sensible, dirigida hacia el interior, hacia lo más profundo de sí mismo. Es un trabajo de descubrimiento muy interiorizado. Será de gran constancia e imperativo, para los que buscan realizar su vocación de discípulo.
Una vez que el yo ilusorio ha captado la Magia del Yo superior, la Sabiduría del Ángel Solar dominará constantemente. Sin embargo, no disipará sus fuerzas en vano. La comunicación solo se realizará en una atmósfera meditativa, durante la cual el yo ilusorio se mantiene en estado de empatía máxima. Nos explica la Tradición inmemorial:
 
“El Ángel Solar se recoge en sí mismo,
no disipa su fuerza,
sino que en profunda meditación
se comunica con su reflejo”

·      Esta vinculación meditativa del yo inferior al Ángel Solar, que presencia su Yo superior o Alma, evitará que la realidad de los tres mundos retenga al buscador. Esta adhesión es el primer paso para salir del cuarto reino y entrar en el quinto.
     La vinculación del Yo inferior con su Ángel Solar se realizará por una instrucción práctica. Consiste en:
-       Comprender su propia naturaleza por el estudio de las enseñanzas del pasado y las investigaciones científicas de nuestro tiempo moderno.
-        Aprender a controlar las fuerzas que lo rodean.
-     Desarrollar sus poderes latentes y sutiles para manejar su existencia y solucionar sus dificultades.
-      Integrarse conscientemente en la Jerarquía de las Almas de nuestro planeta Gaia-Sofía.
-   Incluir las esferas exotéricas. Pues todo es Espíritu. Las diferenciaciones son solo un producto de la mente finita.
-  Integrar todo trabajo, en cualquier campo de manifestación, para que forme parte de la actividad de la cuarta Jerarquía creativa solar, ‘los Hijos del Hombre’ hospedados con amor infinito por el planeta Gaia-Sofía.
      •  El mago blanco se distanciará tanto de la emoción impulsiva como del ímpetu mental. Estará en constante recogimiento de la energía de su Ángel Solar y siempre a la escucha, en una lúcida comunicación.
   • El mago blanco cumplirá únicamente su trabajo utilizando la Magia blanca, la Magia del Alma. Es un Ser humano avanzado. Ha requerido muchos ciclos de experiencia en la existencia.
          El mago blanco usará el ‘SUTRATMA’. Es el hilo de Vida conductor de la corriente eléctrica del Espíritu, por la cual el Alma, mediante el Ángel Solar, domina la forma y establece contacto con el cerebro de la Personalidad humana. El sutratma induce las iluminaciones irradiadas por la inteligencia superior. El cerebro afinado las capta y almacena. Inspirada, la inteligencia inferior, que ha sido despertada, las transforma en formas de pensamiento, que ennoblecerán y divinizarán el mundo físico humano.
  
High Tide - Francene Hart



Flujo y reflujo de las fuerzas del Alma

El mago blanco descubre que la meditación del Alma, a su propio nivel, es de naturaleza rítmica y cíclica, como todo en el cosmos. El Ángel Solar respira. Por esta respiración, las formas viven y se animan. Cuando el candidato Mago blanco se ajusta a las mareas de la vida del Alma, se da cuenta que hay un flujo que lo vitaliza y estimula, seguido de un reflujo inevitable, que incita al reposo y la tranquilidad. Por eso, unas vidas son vibrantes y en pleno desarrollo, mientras que otras son aparentemente pasivas desde el ángulo de la experiencia del Ángel Solar. Esta pasividad es temporaria, preparatoria de un mayor impulso con el objetivo de “permanecer en el Ser espiritual”. Cuando la energía está en reflujo, el trabajador debe adaptarse y utilizar adecuadamente su empeño. Mal dirigido, terminará arruinando su vida.
A este respecto, nos enseña el Maestro tibetano D.K.:
“Hay días en que el Mago blanco todo lo ve claro. Tiene la sensación de estar en la cima de la montaña, contemplando un paisaje bañado por el sol. Sabe y siente, que es un Hijo de Dios. Sin embargo, después descienden las nubes, pierde toda su seguridad y parece no saber nada”
El trabajador espiritual siente que “El Ángel Solar respira”. En sintonía, su atención meditativa se hará rítmica y cíclica, como lo hace todo el cosmos. Para evitar esfuerzas inoperantes, siempre se preguntará sí el ciclo actual de su Alma es en flujo o en reflujo.
Una vez captada la meditación rítmica del Alma, el aspirante Mago blanco se da cuenta, que demasiadas veces su reacción es mal adaptada, despareja. Se esforzará en fusionar con su Ángel Solar, para alcanzar a voluntad esa “altitud elevada”, donde las fluctuaciones de la existencia ya no afectan. Tratará de vivir como Alma. Servirá en el mundo de las formas sin ser afectado por los efectos de la percepción sensorial. Buscará sin parar la Luz angélica solar aún distante, pero que ya le atrae. Percibirá paulatinamente, lo que revela esta Luz. Su magia aclarante lo compenetrará. Reconocerá finalmente ser él mismo la Luz angélica, que compartirá con otros. 

El nuevo paradigma

En el pasado, el cuerpo del Ser humano, el instrumento de su relación con el mundo externo de las formas, constituyó el principal objeto de la experiencia terrenal. Ha pasado por mucho sufrimiento. El Ser humano está llegando a saciarse de este mundo físico denso. Al borde del discipulado, está insatisfecho, profundamente cansado y descontento. Ha saboreado tanto como ha podido las alegrías de la existencia ilusoria. Ha aprendido que no podían satisfacerle.
La época contemporánea es un tiempo de reajuste. A partir de ahora, el Ser humano espiritual, el Ángel Solar o Alma, constituirá el objetivo sobresaliente de las experiencias humanas futuras. Al servicio de este nuevo paradigma, el Ángel Solar o el Ser humano espiritual, se preocupará de elevar las cualidades del mundo externo a la altura de la sutilidad de su mundo interno. Para realizarlo, utilizará con respeto y en su integridad las facultades y características del instrumento corporal humano. “Es en el físico denso, que se abre el sendero”, que conducirá de la oscuridad a la Luz y de lo irreal a lo real. 


Between the Holy Fire of Night and Day - Benny H. V. Andersson

Vemos ‘doble’

Estamos en una etapa de transición entre los nuevos y viejos estados del ser. Nos hace vibrar tanto la percepción del Ángel Solar, heraldo del Alma, como la percepción de los fenómenos físicos. Vemos ‘doble’.
En esta doble visión, el Ser humano percibe primero el campo de las formas de los mundos inferiores, tanto físicos como astrales y mentales. Su predominancia nos hace experimentar la amplitud de nuestro aprisionamiento. Sin parar, surgen los obstáculos impidiendo, que la magia de nuestra Mónada sea transmitida por el Cuerpo Causal de nuestro Ángel Solar.
Para liberarnos, los Maestros nos ayudan. Para evidenciar la visión del otro campo, el del mundo inmaterial y luminoso de la Sabiduría, nos proponen la potente invocación del ‘Gayatri’:

Oh Tú, que sostienes el Universo,
De Quien todo procede,
A Quien todo retorna,
Descúbrenos la faz del verdadero Sol Espiritual,
Que se esconde tras un disco de Luz dorada,
Para que podamos conocer la Verdad,
Y cumplir con todo nuestro deber,
Mientras caminamos hacia Tus pies sagrados.

Esta invocación muy antigua, incita al aspirante discípulo a equilibrar su ‘doble’ visión. Lo incita a dirigir su mirada hacia el interior, para que aprenda también a vibrar al contemplar el campo de las realidades espirituales.  Para realizarlo, se pone en consonancia con la Consciencia divina del Cosmos y clama: ‘¡Oh! Tú, que sostienes el universo…’. Invoca Su benevolencia, para que le descubra la iluminancia de ‘la Faz del verdadero Sol espiritual’.
Esta faz’, revela ser el símbolo de la Mónada humana, nuestra individualidad espiritual. Su esencia, nos enseña el Antiguo Comentario, es un átomo inmaterial auto consciente, inextenso e indivisible. Su Punto central de Vida metafísico es un ‘eterno Núcleo de Fuego’, retratado en el Gayatri como nuestro ‘verdadero Sol espiritual’. Es un ‘fractal’ alumbrante, parte holística y consubstancial de la Conciencia divina a la vez propia y cósmica. Es el punto terminal de una línea de Poder creativo proyectada en el inmenso espacio sideral desde el ‘eterno Núcleo de Fuego galáctico’ para ir a encarnarse en cada Hijo del Hombre, feliz huésped del maravilloso planeta Gaia-Sofía.   
El buscador espiritual aspira arduamente a que se rompa el velo de la ceguera. Con toda su atención intenta experimentar en su cuerpo la irradiante Sabiduría de su Mónada, para que desvele y revele la grandiosa naturaleza divina de su ‘eterno Núcleo de Fuego’, su ‘verdadero Sol espiritual’.
Esta revelación fabulosa irradiada por la Mónada es formalizada por el Poder espiritual de la Inteligencia creativa de nuestra divina Sofía interior. Luego, es reflejada por la intuición del Alma y retransmitida por la inspiración del Ángel Solar para llegar a los 3 mundos inferiores gracias a la purísima sustancia mental de su ‘Cuerpo Causal’, descrito en el Gayatri como este ‘disco de luz dorado’ ocultando el ‘verdadero Sol espiritual’.
Sin embargo, el verdadero Sol espiritual interior será conocido, nos dice el Antiguo Comentario. Revelará su divina Presencia a través de la irradiación, este Impulso motivador, este ‘Karana Sarira’ de su faz, la Mónada humana. Invocamos este impulso radioactivo en el Gayatri para poder conocer la verdad y cumplir con nuestro deber’.

Entrar en consonancia

El Mago blanco es un Ser humano alineado con su Ángel Solar. Es receptivo a las impresiones de Su Cuerpo Causal. Éste vibra a la frecuencia del plano mental o manásico superior, más precisamente, el subplano etérico tercero. Es desde esta alta frecuencia del Cuerpo Causal, que el Ángel Solar se pone en consonancia con el Mago blanco, capacitándolo para captar los propósitos soñados por su Ego superior, su Alma.
El Mago blanco siempre actúa de arriba a abajo. Las vibraciones del Alma, transmitidas por el Ángel Solar, animan su creatividad y lo inspiran. Las instigaciones impulsivas, provocadas por las vibraciones lunares de la sensualidad astral inferior son subyugadas. Por su recogimiento empático constante ‘inhala’ la creatividad y alta inteligencia del Ángel Solar. Su Cuerpo Causal arropa de forma constante su Personalidad, ‘la Sombra de su Alma’. Por la empatía de su mirada interior, le aparecen al Mago blanco, cada vez con más claridad, imágenes y formulaciones del plan de vida, que le había reservada su Alma al encarnar.

 
Flame Violet Ascension - Aurélien Pumayana Floret

El Alma y el Punto medio

El Alma, al nivel de Su propia intuición, el plano búdico, está en profunda meditación. Desde este estadio de recogimiento elevado, el Ángel Solar inspira a la Personalidad con sus corrientes vibratorias intuitivas. El Mago blanco reconoce estas frecuencias como ‘impulsos superiores’ o intuiciones. Son transmitidos desde los cuerpos sutiles de la Tríada espiritual por medio del ‘sutratma’. Es un hilo ultra conductor anclado en ‘el Punto medio’, el lugar de contacto y comunicación con el cerebro físico. Su nivel vibratorio se sitúa en la banda frecuencial manásica o mental al cuarto subplano etérico.

Nota: se puede determinar la situación del ‘Punto medio’, imaginando una recta horizontal partiendo desde un punto entre las dos cejas y otra recta vertical descendiendo desde la fontanela. A la intersección de estas 2 líneas se halla el ‘Punto medio’, 2 cm. más adelante que su aspecto físico, la glándula pineal. 

Es vía el sutratma que el estudiante Mago blanco se   identifica con su Ángel Solar o Alma. Abriendo esta línea de comunicación entraremos en contacto directo con el Ángel Solar y nos transformaremos en un Mago blanco.
                                                                 

La Invocación del Mago blanco
                                                    
<<Acércate a mí, Tú que
eres mi verdadero Yo:
mi Luz, mi Alma...
Tú que estás coronado de Gloria...
A Ti te invoco.
Acércate a mí, mi Señor, a mí, que soy
Tu vano reflejo en el inmenso mar
de la Materia...
Sin Ti no soy nada,
 en Ti soy el Omni-Yo
existiendo en Tu Individualidad
 hasta la eternidad.>>

***


                                           

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