El Antiguo Comentario

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Mundo actual, devas lunares y música regresiva



La música es una energía estimuladora. Puede ser constructiva o destructiva.  Cuando provoca la estimulación desequilibrada de los mecanismos que, en nuestro tiempo, están bajo el umbral de la consciencia, daña la delicada trama etérica que protege  el cerebro instintivo humano. Provoca desgarros, por los cuales se implantan devas lunares indebidos que destruyen la libertad del Ser humano y obstruyen su evolución.
En este estudio Josep Jofre subraya los efectos más destructivos de la música mientras que en un segundo artículo pondría el acento en el aspecto más positivo y espiritual.

¡Gracias Josep por este trabajo!
William


 Invisible Power - Court Lurie 
"El poder invisible puede crear grietas irreparables en los cuerpos etéricos"






Mundo actual, devas lunares y música regresiva
por Josep Jofre
 
Estamos inmersos, como sociedad, en una vorágine permanente de ruidos en nuestra vida diaria. Procede de diferentes fuentes, algunas casi inevitables como el tráfico rodado y las máquinas que cumpliendo diferentes funciones se suman a un ambiente sonoro de trasfondo bastante desagradable. Hasta aquí, estamos hablando del  precio a pagar por toda la tecnología y avance de la llamada sociedad del bienestar.

Pero esta vana generalización no es, naturalmente, la razón de este artículo, que intenta exponer otro tipo de invasión y verdadera lacra, sobre todo, en el sector de la juventud.

Se trata de esta música de ritmo constante y machacón, la llamada música máquina y  todas sus derivaciones. Además, actualmente vemos que en plazas públicas y exponiendo a toda la vecindad, se dan “conciertos” de esta mal llamada música, con un volumen de decibelios insoportable, molesto y que impide cualquier actividad normal y no hablemos de dormir, ya que acaban a altas horas de la madrugada.

Tenemos después las discotecas, el salir de noche, con la gente previamente “colocada” de alcohol y drogas de quien sabe qué tipo. Todo ello se ha vuelto muy “normal”, ah, se dice, son jóvenes, que se diviertan… y así cada día más embrutecidos, menos aptos para desempeñar un papel digno en la sociedad, más aturdidos y animalizados…. Naturalmente no hablo de toda la juventud, claro que no, hay maravillosos ejemplos de una conducta digna en muchos de ellos.

Demos ahora una mirada a lo que sucede en los mundos invisibles. ¿Y qué nos encontramos? Que esta música primaria, es la misma que se utilizó en la época Lemur, en sus primeras sub-razas para estimular al cuerpo físico-denso, a llevar a término, acciones y mecanismos que actualmente, están bajo el umbral de la conciencia. No puedo extenderme mucho aquí sobre estas funciones básicas que todo ser humano tuvo que aprender, ya que nada, nos fue “regalado”. Pero claro, entonces, era lo que “tocaba”, aquella infantil y torpe humanidad, que aprendía con grandes sensaciones y duras condiciones físicas, debía despertar sus sentidos, asentarse en la Tierra, descubrir el mundo físico…

Se nos dice que eran de raza negra, y a través de los años, el ritmo poco elaborado, repetitivo les era favorable para los fines que buscaban sus guías para desarrollarlos. Esto pasó hace 18 millones de años, según dicen los cómputos esotéricos y nos lo indica el Maestro D.K.

Con el devenir del tiempo, nuestra actual raza blanca, aria, sobre todo las subrazas greco-latina y la germano-inglesa, esclavizaron a sus hermanos de raza negra y los sometieron a una brutalidad indigna de lo esperado, por su teórica cultura y civilización más avanzada y refinada. ¿Qué ha pasado pues? Qué nos hemos “apropiado” de un tipo de música que no nos corresponde y “obstruye” nuestra evolución espiritual.


 The only two people (fragment) - Shelby McQuilkin

"¿Solo dos iluminados?"

La Jerarquía Planetaria está preocupada por la situación que ha llevado este tipo de ruido mal llamado música. Hay una anécdota que explicaba Vicente Beltrán Anglada de una estancia en Estados Unidos de América, en que un amigo o conocido suyo, le invitó a un concierto de Elvis Presley. Él acudió ya que en aquel momento no sabía de quien se trataba. Cuando vio el contorneo de caderas, movimientos sensuales y sexuales del cantante, se excusó a su amigo y se fue. No lo hizo por un falso puritanismo, no, lo hizo porqué su videncia, le permitía ver, que clase de indeseables “invitados”, pululaban alrededor del “artista”. Puro y bajo astral.

Trasladémonos ahora, a los grandes conciertos de rock, metal, máquina y yo que sé cuanta más. Música muy alta, letras transgresoras y de bajo contenido, absurdas, gritos, vestimentas que trasmiten el estado de conciencia de quienes están en el escenario, movimientos compulsivos. Dios nos libre de ver toda la inmundicia etérica-astral…os aseguro que no la resistiríamos, que penosa visión.


Y diréis, ¿no está exagerando el que escribe?, pues no, me estoy quedando corto. Es mucho, muchísimo más. Aquellos que están en el lado oscuro e involutivo, tienen en todo ello, grandes aliados. La juventud, se cree libre, reclaman libertad, ninguna barrera, hacer lo que les viene en gana…y pobres, son incapaces de ver hasta qué punto sus almas están atrapadas, hasta qué punto son REALMENTE esclavos. En estos mega-conciertos, en las discotecas, este ruido avasallador e infernal, rasga la delicada trama etérica que protege al plexo solar, el llamado cerebro instintivo, se producen grandes oberturas, y por éstas, entran los elementales lunares, que en estos casos producen caos, enfermedad, desequilibrio y MÁS y Más dependencia de las drogas, de la huida hacia ningún sitio… y no hablemos de los daños colaterales en el cerebro. Esto merece otro capítulo y además hay mucha información sobre el particular.

En fin estimados compañeros del Sendero, obviamente hay que matizar, tenemos ejemplos como algunas canciones que se han convertido en icónicas como por ejemplo “Yesterday” de los Beatles y algunas otras. A mí personalmente, veo en los Beatles, cierta excepción en algunas de sus creaciones, no así los Rolling Stones y compañía…

He querido, tras consultarlo con William, exponer una realidad que me preocupa desde hace mucho tiempo, ruego disculpéis mi insistencia, os invito a que digáis la vuestra, creo sinceramente que es un tema a discutir en buen sentido y dedicarle un poco de atención.

Un abrazo, compañeros.












1 comentario:

  1. Interesante tu artículo, Josep. Posiblemente nos enfocamos más en la otra cara de la moneda, o sea la música que nos eleva, que nos equilibra… y a lo mejor nos olvidamos o no queremos ver, porque no nos gusta, esta otra parte oscura que está ahí, y ya no solo en la música, sino en todos los otros ámbitos de la vida.
    Está muy bien ser conscientes y traer a la luz esta oscuridad, mirarla cara a cara y dejar que se vaya diluyendo, ya que si esto ocurre en nuestro interior, ayudará a que mejore nuestro entorno. Este sería nuestro particular granito de arena…
    Un abrazo
    Teresa

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