Sol en Piscis
19 de Febrero de 2019 (15:53 GMT)
Pensamiento
semilla de Piscis
“Abandono el hogar del Padre y,
al regresar, salvo
Imagen extraída del libro Los Signos del Zodíaco de Louise Huber |
La
Entrega de Piscis
Piscis es el signo de la
devoción y entrega. El individuo Piscis es de tipo emocional. Es capaz de
captar las más sutiles emociones internas. Tiende a identificarse con lo que
ama. Esta identificación puede ser tan grande que incluso llega a perderse en
medio de este amor devoto. Su auto entrega roza la sumisión total.
En el signo de Piscis, el
individuo se siente un viajero. Anhela llegar a un final, a un país en el que
se habla el idioma de su país de origen. Es el signo del retorno al ‘hogar del
Padre’, de donde un día se fue vagabundeando a través de la existencia. En la
conciencia pisciana el comienzo y el fin, lo viejo y lo nuevo, la vida y la
muerte están siempre secretamente en contacto.
En este año 2019, especialmente
en estos días de la luna llena de febrero, la capacidad de entrega del signo
Piscis incita a cada Ser de la Raza humana a identificarse más íntimamente con su
Ángel Solar. Por la devoción pisciana que Le dedica, descubre asombrado que Él es
‘Su verdadero Yo, Su Luz, Su Alma’. Este descubrimiento lleva a la Mónada humana
encarnada, de la sumisión pisciana a la soberanía acuariana, la conciencia de un
Ser angélico. Descubre, por la Luz de su Ángel Solar, que está saliendo de la
sombra, que forma parte de una Raza de Seres luminosos que están regresando al
hogar del Padre. No fuera, ni más allá…, sino muy profundamente en el centro de ellos
mismos, en ‘el eterno Núcleo de Fuego
interior’, en el ‘Tesoro de los
tesoros’, en la ‘Casa del Padre’ de cada Hijo del Hombre.
Y… al llegar, el abrazo del Padre alegra divinamente.
La transfiguración luminosa
íntima abrirá el ámbito inesperado que todo Ser humano busca: realizar en el
mundo una tarea noble y más elevada, contribuyendo al gran Plan de Retorno que
el Destino dicta y reserva para Seres angélicos divinos encarnados.
Temple - Oleg Nikolayevich |
La Gran Invocación
Para llegar a realizar tan
elevada tarea, intentemos aprovecharnos de este mes pisciano para acercarnos al
Ángel Solar y, fusionado con Él, amplificar
el caudal de este manantial de Vida divina que tiene su fuente en lo más secreto
de nuestro Ser interior. Tenemos para eso una técnica extraordinaria, la meditación
del Fuego, el Agni Yoga. De su ardiente método de concentración en la búsqueda
de los Poderes creadores de nuestro ‘eterno
Núcleo de Fuego’, eclosionará la Voz del Silencio. De Sus efluvios manará la
Gran Invocación, esta penetrante llamada planetaria, esta apelación de
los ‘Hijos del Hombre’ a la Luz, el
Amor y la Voluntad, que grandes Seres, encarnando las cualidades zodiacales de
nuestra galaxia, dispensan sin medida. Es una Gran Invocación universal que, inevitablemente, hace surgir una Gran Evocación, que producirá las nuevas realidades,
que Gaia-Sofía habían soñado desde tiempos inmemoriales.
El
Pensamiento semilla esotérico de Piscis
“Abandono el hogar del Padre y,
al regresar, salvo”. Esta frase clave de Piscis hace
referencia a las dos direcciones de actuación de Piscis, aparentemente
contradictorias: la ida y la vuelta.
Durante la fase de ida, Piscis deja el elevado ‘hogar del Padre’, en el que moraba como ‘Mónada’, es decir, como Ser vivo
individual, inextenso e indivisible, del cual la Esencia es un Átomo inmaterial auto consciente y del cual el
Centro es ‘un eterno Núcleo de Fuego’
metafísico. Vistiéndose del Poder del
Espíritu y de la Intuición del Alma, transmuta su esencia en existencia, que
toma la apariencia de un doble cuerpo etérico-físico denso. Y eso lo convierte en
una Personalidad prisionera de este doble cuerpo y, a la vez, irremediablemente
nostálgica de su libertad y soberanía perdidas.
Durante la fase de vuelta, la
mónada humana y su Personalidad concentran su atención en el afinamiento de su
vehículo físico, a fin de que por su diafanidad manifieste las cualidades y
virtudes divinas de su esencia. Paso a paso nace una consciencia trascendente.
El prisionero se libera: ‘…al regresar, salvo’, nos dice
la nota clave. El Ser humano recuperando su soberanía, se salva a sí mismo. Llevado
por las fuerzas piscianas, ya percibe al horizonte, indicado por el Ángel Solar,
la casa del Padre.
El
Símbolo de Piscis
Pisces - Amanda Clark |
Piscis, es pues, uno de los signos duales del Zodiaco. Por eso su símbolo está formado por dos peces, nadando en dirección opuesta. Un pez representa la mónada y el otro la personalidad, la apariencia del ser humano. Están unidos por un cordón horizontal, el hilo de la Vida, el hilo de la Esencia en existencia, el ‘sutratma’. La imagen simboliza la dualidad intrínseca de Piscis, a la vez principio y fin, vida y muerte, Ser humano y Ser divino.
Los temas de los tres actos de la evolución pisciana
‘Esclavitud, cautiverio’, es el
tema clave del primer acto del ciclo teatral de la existencia pisciana, ‘el planteamiento’.
La Mónada humana se encarna. Se convierte en prisionera de la materia.
’Renunciación, desapego’, es la
nota clave del segundo acto, ‘la confrontación’. La Mónada humana había renunciado
a la seguridad del ‘hogar del Padre’. Descendió al mar inmenso de la materia.
Se desapegó de su verdadero origen. Luego, rico de las experiencias en el mundo
de la dualidad, tiene la decisión interna de tomar el ‘Camino de Retorno’, el
regreso al Padre. La Personalidad es, poco a poco, empujada a renunciar a la
vida terrenal que le es tan atractiva. Se convierte, mediante el Alma y el
Ángel Solar, en servidora devota de su verdadero ‘Ser’, la Mónada humana. Termina
por realizar, ella misma, su propia salvación. Renunciando y desapegándose, eleva
su estado de conciencia. Se pone a reflejar en el físico denso las virtudes y
cualidades de su Mónada. Toda su apariencia física está divinizándose.
‘Sacrificio y muerte’, es la
nota clave del tercer acto del ciclo teatral pisciano, ‘la resolución’. La personalidad humana, fusionada con su Ángel
Solar, trata de producir la muerte de la forma y de liberar la vida, para que
llegue a un estado de consciencia superior. A propósito de esta nota
‘Sacrificio y muerte’ del tercer acto, el Maestro D.K, el tibetano, en su
tratado de ‘La Astrología esotérica’, dice:
“Los Señores de la Voluntad y del Sacrificio descendieron a la manifestación, sacrificando su elevada posición y oportunidades en los planos superiores de la manifestación, a fin de redimir la materia y elevar a Su propio nivel las vidas que la animan, debido a que constituyen la cuarta Jerarquía creadora. Estas vidas son esencialmente nosotros mismos, cualificados por el conocimiento, el amor, la voluntad y animados por una perenne y perseverante devoción. Tratamos de producir la muerte de la forma, en su significado ocultista, y la consiguiente liberación de las vidas, que moran en ella, para llevarlas a un estado superior de conciencia…”
La
polaridad Piscis - Virgo
A los individuos nacidos en
Virgo les importa en primer lugar ganarse el pan de cada día y mantener el
orden, para que la existencia sea segura. Los Piscis en cambio anhelan, cuando
las necesidades existenciales están cubiertas, abrir su conciencia a otras
dimensiones, al Ser y al Todo. La consciencia universal aparece, dejando atrás
todas las limitaciones estáticas.
En el mes de Piscis la gente en
general puede descansar, estar tranquila y olvidar lo que le angustia. Esta
relajación permite que se liberen de nuevo las fuerzas vivificantes y curativas
del Cuerpo Causal, puestas a su disposición por el Ángel Solar en el nombre del
Alma. Se despierta el deseo de evadirse.
Anhelamos en este mes de
Piscis, alejarnos de todo lo que supone una carga. En paralelo, sin embargo, la
tensión polar entre Piscis y Virgo aumenta. El eje resultante de la existencia
pone en evidencia que ‘la seguridad se encuentra en la inseguridad
aceptada positivamente’. Se Realiza el puro estado de conciencia
continua y en movimiento permanente.
Los
primeros pulsos de la vida del verdadero Yo
En Piscis, las fuerzas trabajan
por dentro. En Piscis tiene lugar la preparación de lo que va a venir. En
Piscis empieza a formarse el capullo del Yo verdadero. Está todavía cerrado.
Pero en su interior late el pulso de la vida que el Ángel Solar anima con su
amor. Aún es un ideal de futuro. Todavía no es una realidad. Solo existe en la
imaginación. Por esa razón, muchos Piscis viven en un mundo de ensueño, en
un idealismo desconectado de la realidad.
Lotus Symbolism - Peter Fich |
Sin embargo, las fuerzas de la
Era de Acuario ya están cambiando este estado de ánimo sin salida. Ya aparecen
grietas en el capullo del verdadero Yo. El desgarro es penoso e inevitable, sí,
pero anuncia triunfantes primaveras. Todo Piscis en alerta lo presiente con
fuerza.
Los
planetas regentes
En esta visión de la relación
entre la vida soñada por el ideal y la muerte impuesta por el materialismo, el
regente exotérico de Piscis es Júpiter y Plutón el regente esotérico.
Júpiter
transmite la vitalizadora energía del Rayo
II del Amor y Sabiduría. De esta fuerza magnética surge una nueva vida.
Plutón, por
otra parte, transmite las fuerzas metafóricas del Rayo I de Voluntad y Poder. Destruye los lazos, que encadenan a la
materia. Va directamente a la profundidad céntrica de la existencia. Saca a la
superficie todos los impedimentos de las regiones inferiores y los desintegra.
Es el psicoanalista esotérico del Ser humano.
Estas dos Fuerzas cósmicas opuestas, una
constructiva y la otra destructiva, nos empujan a unirnos y colaborar con este
proceso de regeneración revolucionaria. Nos dan la fuerza de voluntad de ir a
hallar adentro para descubrir la riqueza del centro de nuestro Ser,
nuestro ‘eterno Núcleo de Fuego interior’.
El Cuerpo Causal, que nuestro Ángel Solar nos regaló, refleja en permanencia el
flujo de Vida radioactiva irradiado por el escondido Fuego nuclear nuestro. Lo
hace florecer en nuestro verdadero Yo, que nos enseña el camino. Atraído y fascinado,
el ‘pequeño yo’, nuestra Personalidad, entra en consonancia. Se purifica. Se
pone al servicio del Mundo nuevo que está naciendo.
Este trabajo espiritual hacia
adentro ocurrirá con facilidad en el signo Aries. Piscis si quiere encontrar su
centro nuclear, que le conectará con el mundo trascendental, no debe perderse
en un vacío meditativo sin límites, ni aislarse en un yo emocional exagerado, ¡que
sólo descansa! Permitirá que el verdadero Yo genere el campo magnético que lo
llevará, sin ningún esfuerzo, a descubrir la grandeza del centro de Vida de su
Ser. Como ‘el ladrón en la noche’, vendrá la inspiración luminosa de su Ángel Solar.
Como el lucero del alba, grandioso y en un silencio profundo, la media luz de
su divinidad se perderá en la magia de la resplandeciente claridad del día.
Piscis,
el Salvador espiritual
En la Doctrina secreta, H.P.
Blavatsky indica claramente la función redentora de la constelación Piscis:
“Esta constelación brilla como símbolo de todos los salvadores espirituales pasados y futuros, que son portadores de Luz y dispersan la oscuridad mental”.
Durante la era cristiana, por
egoísmo y comodidad, el hombre devoto ha creado un concepto falso sobre la
esencia y función de la salvación. Surgió la creencia de que la redención puede
alcanzarse mediante el sacrificio por cuenta de uno, que asumirá la carga de
los pecados de los otros. Para conseguir la redención y conseguir el derecho de
entrar en el paraíso, es suficiente con ‘creer
en el salvador’, mostrando devoción personal.
Es una idea muy ingenua. Redención
significa ‘liberarse a sí mismo de
la servidumbre de la existencia’ en los tres planos inferiores. Es ‘transfigurar’ activamente su Personalidad
para que, como por encantamiento, ésta se deshaga a sí misma de los
vínculos pesados de los deseos y anhelos materiales.
No es una tarea imposible. Todo
Ser humano posee la capacidad de invocar el poder regenerador de su particular
y muy íntimo Ángel Solar, clamando: “Acércate a mí, tú que eres mi verdadero Yo,
mi Luz, mi Alma. A ti, coronado de gloria, te invoco…”. Provocará
poderosamente esta transfiguración personal. Despertará mágicamente todas las
virtudes y cualidades de las energías humanas de origen solar. La Personalidad
y el Ángel Solar entrarán en estado de fusión. Dará a cada Ser humano la
oportunidad de realizar su auto redención, esta liberación interna poniendo al
descubierto la conciencia viva de su divinidad.
La
Fuerza victoriosa
La Era de Acuario ya está manifestándose poderosamente.
En lo referente a la ‘salvación’, su énfasis no reside en el sacrificio y el
sufrimiento como lo ha sido en la era pasada, sino en la alegría y la fortaleza.
La Tradición inmemorial nos confía:
“…un nuevo tipo de redención surgirá… El cáliz del sufrimiento y la agonía en la cruz están acercándose a su fin. La alegría y la fortaleza ocuparán su lugar. En lugar de sufrimiento experimentaremos alegría, que se convertirá en felicidad. Nos conducirá finalmente a la salvación eterna. Tendremos la fuerza de los que no conocerán más que la victoria.”
***
Que
Piscis, principalmente estos 3 días de Plenilunio, aporte la alegría, el
optimismo y la fortaleza de la victoria, a los que invocan a Su Ángel Solar,
William
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Este texto es
una paráfrasis respetuosa de un extracto de la obra de Louise Hubert, “Los
Signos del Zodíaco”. 2002 API Ediciones.
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