Aún no han sido
descritas las escenas que se desarrollan en el lecho de muerte, ni
la dramática evasión del palpitante cuerpo etérico a través del
centro coronario. Sin embargo, hay aquí algunas reglas y propósitos
que rigen dicha evasión:
1. El objetivo de cada Vida humana
consiste en realizar y llevar adelante un Propósito definido ya
antes de la encarnación.
2. Este Propósito involucra el
desarrollo de una forma, siempre más adecuada al uso del
Espíritu.
3. Una vez logrado el desarrollo adecuado, el Logos
del Morador interno (La Presencia del eterno Núcleo de Fuego
humano) dirige su atención a otra parte, y la forma se desintegra.
4. El desarrollo del Propósito no siempre ocurre en una sola
existencia humana, ni en cada ciclo planetario. Incluso a veces los
objetivos no se cumplen.
5. Por eso, una vez comprendida la
importancia de la realización del Propósito de Vida durante la
existencia, el Ser humano será incitado a llevar una existencia
digna al servicio de un objetivo o propósito, que merece los mejores
esfuerzos.
6. Cuando este aspecto de la Verdad, ‘un Propósito
preexistente por cumplir’, sea conocido universalmente, entonces la
evolución de la Raza humana avanzará con certeza y los fracasos
disminuirán con celeridad.
Nota:
El misterio de la luna sin vida es el misterio del fracaso por incumplimiento del propósito. Este ejemplo debería inspirar a la Humanidad.
El misterio de la luna sin vida es el misterio del fracaso por incumplimiento del propósito. Este ejemplo debería inspirar a la Humanidad.
William
No hay comentarios:
Publicar un comentario