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El Poder creador del Mago blanco (II)




El Poder creador del Mago blanco

(2ª parte)

El ejercicio de la creatividad mediante
 la Respiración profunda

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Nota introductiva: 
En la 1ª parte hemos estudiado el sonido, la luz y la vibración. Son  los elementos activos que, integrándose, crean la forma mental, vehículo de la intención con la cual el Mago creador blanco ejerce Su creatividad.  
En esta 2ª parte estudiaremos el ejercicio de la creatividad mediante la ‘Respiración profunda’ del Ser humano concentrado.
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El aliento creador del Ángel solar y
 la ‘Respiración profunda’

“El Ser humano respira profundamente, concentra sus fuerzas y arroja de Sí la forma mental”. (2ª parte de la Regla cuarta de la Magia blanca)       
En esta segunda parte de la cuarta regla de la Magia blanca, tratamos  la ‘Respiración profunda’. Tal respiración debe ejercerse en relación de fusión, de una parte, con el trabajo creativo mental del mago y, de otra parte, con el ‘aliento’ del Ángel Solar que, mediante el cuerpo etérico, transmite el vitalizador fluido de Amor solar.  La nueva forma integrada será la resultante de la fusión  de las cualidades vibracionales físicas del mental de la Personalidad con las cualidades vibracionales etéricas del ‘aliento’ del Ángel Solar.

Es muy significativo. Se refiere aquí al trabajo creativo, privilegio del Ser humano encarnado. Le permite, conscientemente, entrar en consonancia con el Poder creativo de Su ‘eterno Núcleo de Fuego interior’. Entrará en consonancia, ejerciendo la Respiración profunda. Este movimiento Le permite integrar el Fluido vitalizador del Amor solar, que el ‘aliento’ del Ángel Solar de Su Alma ofrece para activar y utilizar  el Poder creativo de Su Fuego nuclear.

            Este acto creativo de la ‘Respiración profunda’ se realiza en tres fases o momentos muy mágicos:


1. El momento de la inhalación profunda, “El Ser humano respira profundamente,

2. El momento  importantísimo de la retención del aliento, concentra sus fuerzas,

3. El momento de la exhalación creativa,...y arroja de Sí la forma mental.”

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1. LA INHALACIÓN PROFUNDA
“el Ser humano respira profundamente”


El proceso etérico de la inhalación profunda


Durante el proceso físico de inhalación, el Ser humano no sólo inhala aire. Al mismo momento, a los niveles más sutiles de la vibración etérica, extrae desde las profundidades mismas de Su ser, de Su ‘eterno Núcleo de Fuego interior’, el Poder de la Vida, que el aliento del Ángel Solar de Su Alma prodiga.

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El Aliento del Alma activa el Poder creador


En la respiración profunda, realizada conscientemente y con una mente concentrada, el Ser humano, especialmente durante la meditación, se desapega del fenómeno físico de inhalar aire. Se concentra totalmente en el aspecto sutil de la inhalación. Concentrado sentirá el ‘aliento’ creativo de Su Ángel Solar. Sentirá como le da la posibilidad de entrar en contacto con la Presencia de Su ‘eterno Núcleo de Fuego interior’. Experimentará como el ‘aliento’ del Ángel Solar activa el  Poder creador de la Vida pura de Su ‘eterno Núcleo de Fuego interior’. Sentirá como Su ‘aliento’ conlleva este Poder radio-activado nuclear para ponerlo a  disposición del meditador. En consonancia con Su Ángel Solar, el meditador tiene ahora la capacidad de crear fenómenos para perfeccionar la Existencia física. El Ser humano, con su instrumento, la Personalidad, plasmará en sintonía con el Ángel Solar, nuevas formas en el mundo de los fenómenos.

Luego, el Ángel Solar devolverá otra vez la Existencia enriquecida con estas nuevas experimentaciones  a la Fuente de dónde provino, la Vida pura.

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El triple efecto de la respiración profunda


Por el poder creador puesto a disposición por el Ángel Solar del Alma, el Ser humano-discípulo intenta principalmente tres cosas: afinar la sensibilidad de la Personalidad, activar  el cuerpo etérico y sus chakras o centros de fuerza, y así utilizar plenamente las fuerzas creadoras de los mundos sutiles.

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2. LA RETENCIÓN DEL ALIENTO

"...concentra sus fuerzas"





La retención, un momento sagrado de contemplación


Terminando Su inhalación profunda, el meditador retiene el aliento. Durante este intervalo, gracias al ‘aliento’ del Alma, mantiene concentradas todas las fuerzas de Vida en el ‘Lugar del Silencio’, la morada del “eterno Núcleo de Fuego interior”. Es un momento eminentemente sagrado, durante el cual el meditador olvida el proceso respiratorio. Familiarizándose con este lugar, descubre que es un ‘Sancta Sanctorum’, donde está escondido el ‘Tesoro de los Tesoros’, Su Poder creativo divino. Gracias a las capacidades etéricas del Ángel Solar de Su Alma, el meditante puede ver, oír y conocer contemplando en otro reino, más allá del mundo fenoménico. ‘Teje el Silencio.  Le hace sentir una poderosa ‘Presencia’. Se revela el Poder creador de su ‘eterno Núcleo de Fuego interior’.

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El meditador se ha retirado a niveles etéricos


            En un sentido elevado, la ‘retención’ es el momento de ‘apacible serenidad entre dos actividades’, como ha sido denominado adecuadamente. El Aliento del Alma otorgado por el Ángel Solar y la inteligencia concentrada humana han sido retirados de los tres mundos. Se han elevado al mundo de las frecuencias etéricas. El Ser humano, durante un instante, mora en el lugar secreto del Altísimo. Su instrumento descansa. Reina una Paz divina. Durante esta suspensión respiratoria, el meditador contempla la beatífica visión.

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La Nada, el Silencio del ‘vacío’




El meditador ha producido conscientemente esos intervalos  de ‘desapego y  capacidad de retirarse’. Ya nada le sujeta al mundo de la forma. Experimenta con consciencia Su ´soberanía’.

            Muchas veces, sin embargo, debido a la lucha para perfeccionarse, estos intervalos sagrados de silencio, retiro y desapego le resultan difíciles y oscuros. Experimenta la Nada. El  silencio aislándole pesa. Está aterrado por lo desconocido y la extraña  quietud del vacío total. En el caso de discípulos avanzados, esto se denomina la oscura noche del Alma. Es, dice el Maestro D.K., el momento antes del alba, la hora antes de irradiarse la Luz.

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La ‘retención’ permite una atención física y astral concentrada


            La ciencia yóguica del pranayama (el arte de respirar), explica que la retención de la respiración es el momento que sigue a la cumplida inhalación. Todas las fuerzas del cuerpo físico y astral, por medio del ‘aliento’ del Ángel Solar, han sido elevadas a la cabeza en el ‘Punto medio’ y retenidas allí. Se produce un intervalo de intensa atención concentrada. El meditador se aprovecha de esta concentración energética. Le permite dirigir contundentemente la fuerza de su mental y de su inteligencia hacia el Sancta Sanctorumde Su eterno Núcleo de Fuego interno’.

La concentración mental, dice el Maestro D.K., es un canal por el cual fluye el amor’. Aquí tenemos un indicio de que no podemos permitirnos que se escape.

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3. LA EXHALACIÓN

“... y arroja de sí la forma mental”

 



El momento de la exhalación con clara intención


La exhalación es el tercer momento de la respiración. La regla nos enseña, que el meditador  para crear arroja de sí la forma mental’. Es el resultado de un proceso iniciado con clara intención. La concentración profunda (la inhalación), seguida de una atención contemplativa (la retención) provoca finalmente el acto creador (la exhalación). Los pasos son los siguientes:

- Antes de practicar la ‘respiración profunda’, el meditador se eleva al plano etérico de la Vida del Alma. En este momento preliminar concibe  la intención,  que quiere plasmar con amor e inteligencia.

- Así preparado, empieza por practicar una inhalación profunda. Le facilita concentrar su atención amorosa en el encuentro etérico con Su Ángel Solar y luego, con Él, en la experimentación del Sancta Sanctorum de Su templo físico en el Centro de Sí mismo, el tabernáculo de Su ‘eterno Núcleo de Fuego interior’

- Ahora viene el momento de la retención del aliento.  El meditador entra en la fase contemplativa. El ‘Aliento’ de Su Ángel Solar le arropa con el Fluido de Amor solar. Por consonancia se despierta el Poder creador de Su ‘eterno Núcleo de Fuego interior. Utilizando este Poder creador,  el Ángel Solar integra las 3 fuerzas del sonido, la luz y la vibración. De ellos nace la cuarta fuerza, la forma mental integrada. Vitalizada desde las frecuencias etéricas, la  forma mental se vuelve creadora y plasma la intención, que el meditador concibió.

- Por fin, durante la exhalación, el meditador expulsa, arroja de Sí la forma mental vivificada y cargada de sus intenciones espirituales. Lo hace activado por el Ángel Solar, por medio del radiante Poder creador de su ‘eterno Núcleo de Fuego interior’.

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Durante la exhalación, la intención se plasma en los tres mundos


En consonancia con el meditador, el Ángel Solar exhala la energía necesaria para que la forma mental ‘arrojada’ descienda al cuerpo etérico . Su energía angélica de Amor y Sabiduría, pasando por el cuerpo etérico, se compenetra con el cuerpo físico y estimula su actividad constructiva. La intención del meditador, guiada por su Poder creativo, se plasma ahora en los tres mundos.

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El triple efecto de la forma mental durante la exhalación


 
Toda esta concretización física se realiza mediante una intensa concentración meditativa. Siempre se hace en concordancia con el ritmo de la respiración.

La exhalación produce un triple efecto en los 3 mundos:


1.  La nueva forma mental, se exhala hacia el cerebro, donde servirá como nuevo medio de expresión. 

2. La nueva forma mental colma los chakras con vida dinámica. Su radiación perfeccionará el mecanismo de respuesta en los tres mundos del vivir humano. 

3.  La nueva forma enriquecerá la experiencia terrenal del Ser humano.






Nos enseña el Maestro tibetano D.K.:

            “El discípulo, por meditación y disciplina, aprende, durante su vida, a producir intervalos más elevadas cada vez que concentra sus fuerzas en el plano de la Vida del Alma. Entonces, nuevamente, por un acto de voluntad, surgiendo de su Poder interior, exhala sus propósitos  espirituales, sus planes al mundo de la experiencia. La forma mental que ha construido, con respecto a la parte que debe desempeñar y la concentración de energía, que ha logrado producir, se hacen efectivas. La energía para el siguiente paso es exhalada por el Alma y desciende al cuerpo etérico o vital, energetizando así al instrumento físico con la necesaria actividad constructiva.  Ese aspecto del Plan, parte del propósito general de la Jerarquía, que ha apreciado en la contemplación y con la que su Alma se siente llamada a cooperar, es exhalada simultáneamente hacia el cerebro por  medio de la mente, ‘arrojando de sí las formas mentales’. Y, finalmente, en la ciencia de pranayama... abarca la etapa de vitalización de los centros, hasta colmarlos con vida dinámica... Estudien este  proceso con cuidado, porque contiene el secreto del trabajo creador”.

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Resumiendo...

En la ciencia de ‘respiración profunda’ tenemos todo el proceso del trabajo creador del Ser humano. En este proceso se pueden distinguir 3 etapas muy claras:

1.      Durante la inhalación profunda, el meditador entra en contacto con su ‘eterno Núcleo de Fuego interior’ en las profundidades mismas de su Ser. Durante este movimiento concéntrico, concentra el ‘aliento’ de la vida del Alma extrayéndolo de los tres mundos físicos. Se ponen en actividad las experiencias esotéricas en el mundo de las frecuencias del  cuerpo vital o etérico.

2.      En el intervalo antes de exhalar, el meditador, entre dos movimientos de respiración, llega a un estado de no-actuar, la retención del aliento. Es un momento de calma profunda y contemplación. El meditador ‘concentra sus fuerzas’ en el lugar del Silencio, su ‘eterno Núcleo de Fuego interior’. El ‘aliento’ de la Vida del Alma se libera del peso de las contingencias del mundo fenoménico. Se despierta el Poder del Fuego nuclear interior y así se vitaliza la forma mental. El meditador está en un estado de paz profunda. Experimenta la beatífica sensación de ‘la Presencia’. Todas las fuerzas del cuerpo han sido elevadas y concentradas en la cabeza. De la concentración espiritual del meditador, cargada de su intención y dirigida a su ‘eterno Núcleo de Fuego interior’, nace la nueva forma mental creadora. 

3.      Durante la exhalación, el meditador  ‘arroja de sí’ esta forma mental cargada con su intención espiritual. Lo hace con la fuerza de voluntad  producida desde el Poder creador de su  ‘eterno Núcleo de Fuego interior’. Esta voluntad, activada por el ‘aliento’ del Alma, lleva el Poder creador hacia dentro del cuerpo etérico. Provoca la energetización de los chakras o centros energéticos del cuerpo. Activa también la facultad creativa de la sustancia mental. El propósito espiritual, que la forma mental vehicula, es ‘arrojado’ por exhalación hacia el cerebro físico. Desde el cerebro, la Personalidad, usa las fuerzas constructivas de la forma mental y suscita la colaboración de los Devas constructores. Se  plasma la intención espiritual en los tres mundos.

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El movimiento creador es un acto artístico libre



El proceso de la ‘Respiración profunda’ abarca el desenvolvimiento evolutivo de la Intención divina en la naturaleza. Es un resumen del movimiento de Creación. Es un trabajo por el cual la Vida  trae  el mundo fenoménico a la existencia. Es la fórmula bajo la cual el Ángel Solar, centralizando las fuerzas del Alma individual, permite nuevas experiencias humanas en los tres mundos.
            Usar el aliento vital del Alma es un arte del cual el aliento físico es su aspecto menor.  Este aliento vital llevará a cada aspirante fuera del mundo fenoménico, al reino del Alma, exultante manifestación artística del ‘eterno Núcleo de Fuego interior’ humano.
            Nunca se pide a los estudiantes una ciega obediencia. Durante la Era acuariana, en la cual estamos entrando, la voluntad de los Rishis observadores otorga mayor libertad.
            Que los estudiantes avancen con valor y alegría. Son miembros de un poderoso grupo de discípulos. El Amor, la Sabiduría y la Comprensión de los observadores  Hermanos Mayores, les deja abrirse camino libremente hacia la Luz. Pues, ¡adelante!!!

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William

                                                                                                                  

4 comentarios:

  1. Muchísimas gracias, William, por enseñarnos de una manera tan poética a tejer nuestro silencio y caminar libremente hacia la Luz, con el poder mágico de la respiración.
    Cuanta grandeza puede albergar el sencillo acto de respirar… ¡me asombra y me conmueve!
    ¡Realmente extraordinario tu artículo! ¡Gracias por compartir esta sabiduría!
    Teresa

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    1. El Maestro Tibetano nos dice: "Si solo una persona se despierta, ya el trabajo vale la pena".
      Un abrazo Teresa

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  2. Fantástico trabajo William, nos introduces de facto en el verdadero trabajo esotérico. Esta es, la verdadera ciéncia del Pranayama comprendida en su real y profundo significado.
    De nuevo, chapeau, y muy agradecidos de tu labor incesante
    Un abrazo.
    Josep Jofre

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    1. Muchas gracias, Josep, por tus siempre bienvenidos comentarios.
      Recibe un abrazo grupal y en especial de William

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