SOL EN GÉMINIS

"Reconozco mi otro yo y al menguar ese yo,
crezco y brillo"
(Nota clave de Géminis)

            Cuando el Sol está en Géminis, celebramos el Festival culminante del año. Honoramos el Cristo y celebramos el potencial de la Humanidad para resolver la dualidad y que así florezca la Buena Voluntad.

        En este día, el Cristo representa la Humanidad entera.  En una suprema invocación pide que el espíritu humano se unifique, que fusione el Alma y la Personalidad y nazca el "Hombre nuevo" del cual habla la Biblia. 

      Y este ‘Hombre Nuevo’, hablando de Su Personalidad, exclamará:

“Reconozco mi otro yo y al menguar ese yo, crezco y brillo”

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Un alineamiento cósmico grandioso

 

         En esta época de la Luna llena de junio se produce, desde el punto de vista del Planeta Tierra, un alineamiento cósmico de gran magnitud.

1.      Vemos cómo el Sol nuestro está alineado con la constelación Géminis. Sabemos que la cualidad dominante, que caracteriza estos dos grandes Seres sagrados, es el Amor-Sabiduría. Por Su alineación radian en este mes de junio un Rayo II de origen macrocósmico doblemente potente. Juntos, Géminis y el Sol, proyectan Sus cualidades divinas hacia el planeta Tierra con sagrada generosidad.

 2.      Por este poder atractivo de Su Amor-Sabiduría, Géminis y el Sol son además capaces de religarse estrechamente con Sirio, la sede de la Gran Hermandad Blanca y lugar de partida de los grandes Avatares. Sirio, también  retransmite el Rayo II cargado de Amor-Sabiduría macrocósmica. Esto hace que, en este mes de junio, la Lluvia primaveral de Amor-Sabiduría sea triplemente generosa.

 3.      Ahora, por la virtud del Rayo II, nuestro Sol, reforzado por el magnetismo del vínculo amoroso con Géminis-Sirio, tiene la bendecida oportunidad de entrar en contacto estrecho con una estrella extraordinaria de la Osa Mayor. Es el  punto focal cósmico del Poder que, llevado por el Rayo I, emana de la Voluntad divina macrocósmica.

 4.      El Sol capta esta Voluntad y, enriqueciéndola con Su propia energía de Amor, inunda la Tierra, el Planeta Gaia, con un fabuloso  Poder amoroso. Lo hace mediante el Servicio organizador de dos planetas gobernando la influencia de Géminis. Son Mercurio y Venus.

 5.      Al atravesar Mercurio, que se caracteriza por la Cualidad cósmica del Rayo IV de Armonía y Belleza, la Voluntad amorosa  incita a la manifestación de un Orden nuevo, armonioso y bello, más allá de la dualidad y de los conflictos, hoy en día tantas veces sanguinarios. La radiación de Mercurio crea un control magnético potente. Da la oportunidad a la Humanidad de realizar la tan anhelada Paz planetaria. Empuja a fusionar los polos opuestos del mundo espiritual y material. Ayuda a los Seres humanos a liberarse poco a poco de esta lancinante e ilusoria dualidad del mundo físico.

6.      Al atravesar Venus, la Voluntad amorosa del Sol capta también la Cualidad del Rayo V, la facultad del Conocimiento y Ciencia concreta. Este Rayo regala a la Raza humana la capacidad de traducir los mensajes abstractos reflejados por Su Alma en conceptos concretos, que el cerebro físico formulará.

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Un haz de Luz colorido y perfumado

 

La conjunción fabulosa de todas estas Cualidades creativas del Rayo I, II, IV y V crea un Haz de Luz maravillosamente diverso, compuesto por una floreciente variedad de colores rosa, verde mezclándose con el predominante azul índigo. El Gran Señor del Mundo, Sanat Kumara, y Su Consejo de Shambala profundizan Su Sabiduría con esta fabulosa Luminosidad cósmica.

El Señor Cristo, a su vez, regala  este extraordinario Ramo cósmico de Luz multicolor a la Jerarquía y Su perfume se esparce dentro  de los Maestros ascendidos.

Mediante el ‘Nuevo Grupo de Servidores del Mundo’, las Almas encarnadas humanas despertadas captan la fragancia de este riquísimo ramo de Energías de Géminis y la difunden dentro de toda la Raza de los Hombres sensibles y de buena voluntad.

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Los tres Festivales mayores

 

                En el Primer Festival mayor de Luna llena de Aries, Pascua, la Jerarquía capta el gran voltaje de la Energía de Restauración. Permite, por la actuación del Poder de la Voluntad divina cósmica, que el Ser humano llegue un día  a la Resurrección.

 

            En el Segundo Festival mayor de la  Luna llena de Tauro, canalizada por Buda y Cristo en el valle de Wesak, la Jerarquía absorbe la Energía de Iluminación. Permite al Ser humano despertar la conciencia de Su Inmortalidad. Esta Energía es guardada con gran cuidado en el Cáliz del Alma jerárquica hasta la llegada del Festival de Géminis.

            En este Tercer Festival mayor de la Luna llena de Géminis, el Cristo capta la Energía de Reconstrucción. A este riquísimo Haz de Luz, la Jerarquía espiritual añade la Energía de Iluminación de Tauro, derramada en el valle de Wesak y que Su Alma divina había guardado. Se crea así el divino voltaje  de la Energía de Transfiguración. Esta iluminación multicolor y poderosa arropa todo el planeta Gaia. La Humanidad se hace consciente de Su divino Poder crístico y espera ardientemente su manifestación proclamando solemnemente la poderosa Gran Invocación. La Energía de Transfiguración  intensifica la Fuerza radioactiva infundida en el Cristo por los Ángeles solares ígneos. Al mismo tiempo, acelera la labor transfiguradora de los Ángeles de la Llama violeta.

Y así, bajo el impulso de este poderoso Haz de Luz de Géminis, el Reino humano, el cuarto Reino, está cumpliendo Su imparable destino, la entrada por la Transfiguración en el quinto Reino, el Reino de los humanos ascendidos y divinamente iluminados.

  Podemos intensificar el efecto de estas grandes Energías de Restauración, de Iluminación y de Reconstrucción proclamando el antiquísimo mantram, que, en nuestra civilización decadente, tiene un sentido cada vez más claro y profundo. Por la belleza de su síntesis, expresa el propósito inmediato de Sanat Kumara, el Gran Señor del Mundo.
Concentrando nuestras Almas, elevamos al Gran Señor del Mundo esta súplica:

Oh Señor, condúcenos

de las tinieblas a la Luz

de lo irreal a lo Real

y de la muerte a la inmortalidad 

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El Ser humano es libre

 

            Es cierto, el Ser humano es libre. Las Energías crísticas estimulan, pero nunca obligan. Las Jerarquías de Maestros y Ángeles sólo esperan una respuesta. Por eso, y por Sus propias iniciativas, los Seres humanos, que tienen Su conciencia despierta, se unen con buena voluntad en un gran llamamiento invocativo.

Nos explica el maestro tibetano, D.K. :            
     “El Espíritu de Invocación necesita el llamamiento de la multitud. El foco de esta invocación es el Gran Señor Cristo, que fusiona en sí mismo todas las esperanzas, llamamientos, invocaciones y plegarias humanas. En un intento espiritual poderoso, los eleva a Shambala”

Por eso, el Festival de Géminis se llama:

El Festival de Cristo, 
El Festival de la Gran Invocación

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La Oportunidad singular de Cristo

 

            Lo que os presentamos ahora son extractos de un mensaje del Maestro D.K., que puso a disposición de la Humanidad en Géminis, en junio de 1945:

De la Resurrección

“...La nota y mensaje dado por Cristo en Su última venida a la tierra, fue ‘Resurrección’. Pero la humanidad ha estado tan enfermiza y envuelta de ofuscación e ilusión, que ha dejado que Su muerte se sobreponga a Su resurrección. Esto ha de cambiar... La Jerarquía está ahora ocupada en producir este cambio. Sin embargo, antes de que la Jerarquía pueda hacer algo, nuestra civilización actual ha de morir... El primer paso será el resurgimiento de la Humanidad a través de la muerte de Su civilización y de sus objetivos materialistas, y el avance hacia la clara Luz de la Resurrección. El hecho de la Resurrección se demostrará durante los próximos dos siglos. El Cristo viviente caminará entre los Seres humanos y los guiará al Monte de la Ascensión.”

De la Jerarquía

“...La Jerarquía ha sido creada por la Humanidad. Son Seres humanos que han vivido, sufrido, alcanzado, fracasado, triunfado, soportado la muerte y pasado por la experiencia de la Resurrección. Son de la misma naturaleza de quienes hoy luchan contra el proceso  de desintegración, pero que, a pasar de todo, llevan en Sí la semilla de la resurrección. La Jerarquía es una oportunidad para los Seres humanos triunfantes, quienes se sometieron a los fuegos purificadores del vivir cotidiano. Han trabajado en Su propia salvación como hombres y mujeres del mundo, como comerciantes, como esposos y esposas, como científicos y gobernantes. Su Gran Maestro es Cristo.

Los Maestros han pasado por las iniciaciones del nuevo nacimiento, bautismo, de la transfiguración, de la crucifixión y de la resurrección. Pero continúan siendo Hombres. Cristo es el primero de nuestra Humanidad que alcanzó la divinidad. Es el Mayor de la gran familia de los hermanos, el Maestro de los Maestros e Instructor de los Ángeles y los Seres humanos. Fue considerado tan puro e iluminado, que se le permitió encarnar el gran Principio cósmico del AMOR. De esta manera, nos reveló, por primera vez, la naturaleza del Corazón de Dios...”

Del nuevo Materialismo

“...Me he referido al plenilunio de Junio como ‘Oportunidad singular de Cristo’. Cada luna Llena de Junio, Cristo, en Su propio lugar, en el punto central de Asia, alejado de las multitudes y del contacto de la Humanidad, bendice al Mundo enviándole la Fuerza de Reconstrucción. Ésta dará entrada a una Era de pronunciada creatividad, cuyo resultado será la reconstrucción del mundo tangible sobre nuevas líneas. Esto hará necesaria la destrucción de las viejas formas de la materia prostituidas para fines egoístas y separativos, responsables del malestar, del sufrimiento y del fracaso, así como del mal que caracteriza a la Humanidad de hoy en día... Estas Fuerzas de Reconstrucción pondrán de manifiesto que también la materia es divina. Crearán un “nuevo materialismo” sobre líneas sanas y positivas suscitando una nueva civilización, que será LA MORADA del Espíritu de Resurrección expresándose en forma de ILUMINACIÓN de la Humanidad.”

La Humanidad no está sola

“...Se necesitará mucha paciencia para realizar este propósito. Se cometerán errores. Habrá períodos de desaliento profundo... Pero tras las Fuerzas de Reconstrucción a disposición de la Humanidad, están las inevitables Fuerzas de Resurrección y de la Iluminación. La Humanidad no está sola. La Jerarquía se mantiene firme en Su fortaleza espiritual. Actúa bajo la dirección de Cristo, a la vez divino y humano. Acercándose cada vez más, Sus palabras, que dijo en Su Ascensión, suenan hoy con más claridad y contundencia:

“Ved, Yo estoy con vosotros siempre,
hasta el fin de las Edades” 

                                                                                     

"...Que la bendición de Cristo y de la Jerarquía sea con todos los verdaderos servidores y los mantenga serenos en medio de la lucha..."

EL TIBETANO

                                     

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¡Buenas fiestas de plenilunio de Géminis!

                                                                                                                 

                                                                                                             

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Los 7 Rayos, 7 Grandes Vidas Cósmicas

                                                                                                                      William
wvanmarsenille@yahoo.es