El Antiguo Comentario

El Antiguo Comentario

Conócete a ti mismo



El Tesoro de los Tesoros


La afirmación ‘Conócete a ti mismo’ suena muchas veces extraña para el Ser humano de nuestro tiempo. Éste pretende saber muy bien quién es. Y, si algo se le escapa, siempre puede referirse a la ciencia, a la filosofía, a la cultura, a las instituciones sociales y políticas o a documentos oficiales.
Es evidente, claro. Pero, ¿si esta evidencia tan clara, convalidada por documentos e informaciones, fuera sólo una apariencia, una ‘persona’, (en  griego antiguo significa máscara), o una alusión a algo más esencial, escondido...? 
¿Algo como el diseño insertado en una bellota, en la cual aparece la evidencia y magnificencia de un roble?


En ti se halla oculto el Tesoro de los Tesoros

‘Conócete a ti mismo’ es una exhortación. Se refiere a esta misteriosa posibilidad de que hay ‘algo más esencial’, que permite que sepamos ‘lo que somos, de dónde venimos y adónde vamos’. ‘Conócete a ti mismo’ es una frase, parte de una inscripción grabada en el frontispicio del templo Apolo de Delfos (Siglo IV a.C.). El peregrino  podía leer:

“Te advierto quienquiera que fueres, ¡oh! Tú, que   deseas sondear los arcanos de la naturaleza, que si no hallas dentro de ti mismo, aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera. Si tú ignoras las excelencias de tu propia casa ¿cómo pretendes encontrar otras excelencias? En ti se halla oculto el tesoro de los tesoros.
¡Conócete a ti mismo y conocerás el universo y a los dioses!”
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Una Tradición muy antigua


Esta incitación a conocerse a sí mismo ha de enmarcarse en una tradición muy, muy antigua. Se encuentra ya en textos de la Tradición inmemorial que, dicen, se remonta a más de 26.000 años. Fueron recopilados por primera vez en la India por la Escuela mistérica del Maestro Pantañjali en el siglo III a.C.  El poco conocido Antiguo Comentario’ es parte de esta tradición. En referencia al  Ser humano, afirma que:

“El eterno Núcleo de Fuego se esconde a Sí mismo. Sólo es conocido a través de la irradiación y por aquello que irradia...”

El Antiguo Comentario enseña en este texto, que la apariencia humana tiene una estructura comparable al átomo. Posee un ‘eterno Núcleo de Fuego interior’. Es el tesoro de los tesorosdel  cual habla el grabado del templo de Delfos.



Jesús de Nazaret, ¿hombre o mito?

Jesus and apostles - Johannes Raphael Wehle


Esta antigua Sabiduría tradicional ha sido enseñada también por Cristo y atestiguada por los primeros seguidores cristianos. Estos parecen haber tenido creencias muy diferentes. No creyeron en el valor de salvación del sacrificio de Jesús el Cristo en la cruz. Creyeron que el Cristo era un iluminado y un iluminador. Percibieron las palabras del Cristo como la encarnación de la inmemorial Sabiduría divina. Para ellos el mensaje era más importante que el mensajero. 


 Los que estuvieron con Él, parece que no lo recordaran como el ‘único’ hijo de Dios.  Unas generaciones después de la destrucción del Templo de Jerusalén aparecieron en distintas ciudades mediterráneas los primeros escritos, que dan testimonio del misterio de la vida de Cristo. Son, mayoritariamente, los evangelios que la Iglesia de Roma considera ‘apócrifos’, como  falsos, ‘de no inspiración divina’.        

 

 


El auto conocimiento



Allégorie de la caverne de Platon - Félix Girard


Cuando, según la descripción del filósofo Platón, el Ser humano vea el mundo como el Reino de las Sombras, descubrirá que está de espaldas a la Verdad auténtica proyectada luminosamente desde la Conciencia divina. Experimentando eso, al igual que los iniciados de las escuelas mistéricas, el Ser humano se dará cuenta que puede liberarse de las ataduras y artificios de la sombra, esta apariencia, que pretende ser ‘real’. Esta nueva toma de Conciencia conduce al AUTO CONOCIMIENTO. Los ancianos llamaron a esta capacidad, la gnosis. El auto conocimiento, más allá del velo de la ilusión, revela un mundo nuevo, iluminador, el Mundo de la Realidad Espiritual. Surge del propio interior del Ser humano.

Este auto conocimiento, según creen los estudiosos, caracterizó al Cristianismo prístino mucho antes que se escribieran los evangelios. El apóstol Pablo, ya desde el inicio, incitaba a buscar el Cristo dentro de uno mismo.  Los documentos descubiertos en  Nag Hammadi en el Alto Egipto, hace unos 70 años, son más importantes que los manuscritos encontrados en el Mar Muerto. Proyectan  otra Luz sobre el Cristianismo y en la relación al Ser humano-Dios. Tenemos aquí 52 documentos asociados posiblemente a uno de los primeros monasterios egipcios. Fueron enterrados en el S. IV  para evitar su destrucción.  Dan abundante información. Es asombroso que los cristianos de hoy no se precipitasen a estudiar estos maravillosos textos.

 


El Evangelio de Tomás


En particular, el evangelio apócrifo de Tomás destaca por la nueva visión que propone:

Santo Tomás - Peter Paul Rubens
*“¿Por qué buscáis Dios fuera de la copa? Está también dentro.”

*“Al fin de los tiempos, el Cristo no vendrá. Está ya diseminado dentro de la Tierra, esperando para revelarse.”

*“El mayor de los males es la ignorancia. Desemboca en la muerte. Los que proceden de la ignorancia, ni fueron, ni son, ni serán.”

*“Las realidades manifiestas son débiles, mientras que las ocultas son fuertes y valiosas.”

*“La ignorancia se perfeccionará, cuando toda la verdad sea revelada.”

*“Si conocéis la verdad, seréis libres.”

*“Dios es el velo del silencio. El silencio produjo palabras por causa nuestra.”

*“Los arcontes engañan a los Seres humanos a través de los nombres y las palabras.”

*“Los arcontes son potencias oscuras, que no quieren  que el Ser humano se salve por Sí mismo. No quieren que  se paren los sacrificios.”




Una búsqueda individual

 

Basílica de San Pedro - El Vaticano
Que estos textos sean ignorados, demuestra el poder de la Iglesia romana. Los dejó a un lado y aun los considera heréticos y peligrosos. Por supuesto lo son. Para la Iglesia literalista,  ponen en peligro Su dogmática interpretación del mensaje crístico.

Al contrario, los textos apócrifos nos enseñan interpretaciones diversas y varias formas para hallar la liberación mediante la contemplación interior y la expansión de la divina chispa. Nos enseñan como, por mediación de nuestra propia Alma, podemos comunicar con el dios interior e integrar Su sabiduría. Es una búsqueda individual de lo divino, sin ayuda de sacerdotes ni obispos. Suena atractivo sobre todo para la mente moderna. Promueve una religión para el individuo, no para una u otra iglesia o secta. Es lo que el Ser humano ha buscado desde siempre: hallar la Verdad divina  por Sí mismo. Pero es una simplificación. El Ser humano es un dios caído, que recuerda el paraíso. Esto es el concepto  de todas las  escuelas mistéricas de la antigüedad, de Isis, de Mitra,  de Krishna, de Adonis... la idea central de esta búsqueda del auto conocimiento o gnosis, es la de que cada Ser humano nace con una Chispa divina, un eterno Núcleo de Fuego interior. Hallar este Núcleo de Fuego  es el deber del Ser humano que sabe. Su empeño es manifestar, irradiar la Luz, el Amor y el Poder del Fuego nuclear interior, la expresión directa de Su Realidad divina morando en Su interior.




La contemplación de Sí mismo

 

El Ser humano busca en Su SER interior  'el retorno a la Totalidad, la Unidad de todas las cosas'



  


‘Gnosis’ significa  auto conocimiento. ¿Qué es auto conocimiento? ¿Es éxtasis, psicoanálisis o  aprendizaje?  ¿Es  una exploración intelectual del Alma o del Espíritu? No, es la contemplación de Sí mismo. A veces se hace con la ayuda de un guía. Es la quietud, una sincera y plácida búsqueda individual. La idea básica, que subyace en el auto conocimiento, es que estamos confundidos sobre lo que es la apariencia de la existencia, muy diferente de la Esencia divina, que somos.

El estado de contemplación es afrontarse al Misterio del Ser humano, al Misterio que ES. Esta claridad no se puede encontrar en la oscuridad de los pasillos de la sombra fantasmagórica.  Ésa, conduce a un estado místico peligroso. No sólo se trata de aprender o saber, decía Aristóteles, sino que hace falta experimentar y construir Su propia Sabiduría. Descubrir el Misterio de SER es más que un proceso intelectual. Es algo mucho más grande que eso. Los antiguos habían comprendido que se puede aprender mucho y al mismo tiempo no tener ningún conocimiento real de la grandeza de Sí mismo. En Lo misterioso, el Ser humano busca Su SER interior, ‘el Retorno a la Totalidad, la Unidad de todas las cosas’.



Ser gemelo de Joshua


 Durante   2000  años   el   auto  conocimiento   fue   ferozmente   reprimido.
Manuscritos de Nag Hammadi
Por el hallazgo en Nag Hammadi  en 1945, la forma de ver los orígenes del Cristianismo cambió para siempre. Al principio los hallazgos fueron desechados. Cayeron en manos de traficantes. Algunos fueron quemados. Finalmente llegaron a manos de la ciencia y fueron llevados a Europa, pero no fueron publicados. Al contrario, retornaron al gran museo copto del Cairo, donde fueron guardados en una sala en la que sólo especialistas tienen acceso. Volvieron a disposición del público en los años 70 del Siglo XX, cuando se llegó a publicar el evangelio apócrifo  más apreciado, el de Tos.

Tomas inició su evangelio con las palabras:

“Quien encuentre la interpretación de estos dichos, no encontrará la muerte.”

¿Quién es Dídimo Judas Tomás?  El nombre Tomás significa ‘gemelo’. Es uno de los hermanos de Joshua. Fue Su discípulo más fiel. Entendió mejor a su Maestro. La tradición de los primeros cristianos no entendió la palabra ‘gemelo’ en sentido literal. Tomás dice que los que leen su evangelio, tendrían, ellos también, que reconocerse como gemelo de Joshua:


“Joshua ha dicho: Dado que me has dicho que eres mi gemelo y auténtico compañero, examínate a ti mismo.”

Examinémonos a nosotros mismos. Así podemos entender quiénes somos. Conociendo llegamos simultáneamente a la profundidad del Todo. Conoceremos, Lo que define el evangelio de Tomas con claridad:

“Lo que el oído no puede oír, lo que el ojo no puede ver, lo que ninguna mano ha tocado y lo que nunca se sintió en ninguna mente humana, eres.”



No soy el cuerpo, Yo Soy ‘la deslumbrante Oscuridad’

Eso es el viaje de auto conocimiento. Es redescubrir el gran precepto, que la escuela mistérica del templo de Delfos dio a los paganos consultando los oráculos de la Pitonisa. El mismo auto conocimiento que buscaban los primeros cristianos en los mensajes crísticos. Buscaban esta parte de Sí, que no puede ni nacer, ni morir, esta propia Esencia divina suya, que no es el cuerpo.
Transfiguration - Carl Heinrich Bloch
Estamos en un ciclo de encarnación en cuerpos diferentes, yendo y viniendo, pero no somos estos cuerpos. Sólo somos unidades de Conciencia,  que dan testimonio de que jamás hemos nacido y posiblemente no podemos morir.

Sin embargo, el cuerpo es más que el reflejo de Lo divino. Es la forma en la que lo divino se hace consciente de Sí mismo. Los primeros cristianos describieron el Padre con el término. “la deslumbrante oscuridad”. Imaginaban la Luz sin nada que reflejar. Es lo oscuro. La Luz en Sí misma es ‘la deslumbrante oscuridad’. Es conciencia pura, sin ninguna cosa de lo que uno puede ser consciente. Es lo divino, pura Luz, pura Conciencia, la esencia misma del eterno Núcleo de Fuego del Átomo humano.

Eso es la Sabiduría que encuentran los buscadores del auto conocimiento. Descubren que son la Luz y la Conciencia, ‘la deslumbrante oscuridad’, que ES, ya antes de que el Universo se creara y antes que fuera pronunciada la palabra “Hágase la Luz”. Luego apareció la Humanidad, una imagen reflejada por esta Luz y Conciencia. En el evangelio de Tomas, Joshua habla solemnemente:

“Joshua ha dicho: Yo soy la Luz, que es por encima de todo. Yo soy el Todo. Soy todas las cosas. Todas las cosas salen de mí. Rompe un trozo de madera y estoy aquí. Levanta la piedra y me encontrarás.”


El monopolio de la Iglesia

Estas palabras del Joshua, el Cristo, son muy peligrosas para la Iglesia. Sugieren, como  en el panteísmo, que la Divinidad está en todas las partes y todas las cosas. Al contrario, en la Iglesia para encontrar lo divino, el creyente debe aceptar la mediación del obispo y del Papa. Ellos pretenden ser los representantes exclusivos de Dios en la Tierra. La salvación sólo es posible desde, con y a través de la Iglesia. La Divinidad no está en todas partes. “Fuera de la Iglesia no hay salvación”...

Al contrario, para los buscadores del auto conocimiento se trata nada más que de Sí. Sí mismo es el soberano intermediario. El Ser humano puede unificarse con la Divinidad sin mediación ninguna, sino Su propia Alma. El Ser humano es inmortal. No tiene que ganarse el cielo siguiendo normas, sino Su propia Sabiduría. Eso es la Sabiduría proclamada por la Tradición inmemorial y retransmitida por los sabios indios, persas, griegos y los primeros judeocristianos.       



Alejandría

Biblioteca de Alejandría






















Todo este despertar al auto conocimiento florecía y se expandía desde Alejandria. En este tiempo de los primeros cristianos, era la ciudad más grande de la antigüedad. Situada en la encrucijada Asia-Europa-África, era la segunda ciudad de Occidente. Allí se originó el movimiento de auto conocimiento. Allí, vivían egipcios, griegos y judeocristianos exiliados más numerosos que en Galilea. En este crisol cultural, los judíos descubrieron un dios desconocido morando en el seno de Ellos mismos y que no podían  encontrar en el mundo lleno de maldad y sufrimiento. El mensaje de Joshua llamó a lo más profundo de ellos:

 “Joshua ha dicho: Quién se conoce a Sí mismo, conoce a Dios.”

En la figura de Jesús se encontraba también la semilla de la discordia. Surgió una batalla de ideas de la cual surgieron dos posturas opuestas. Toda esta lucha se concentró en la pregunta de ¿por qué Jesús murió de una manera tan terrible?

 The expulsion Adam and Eve from Paradis - Benjamin West
Los cristianos ortodoxos desarrollan la idea de que tenemos que haber pecado terriblemente para que no haya redención posible. Sólo el sacrificio redentor en la cruz de un Mesías de Dios puede salvar al Ser humano de Su pecado y culpa. En esta  culpa y el pecado reside la fuerza del mensaje ortodoxo. Se creó un credo en el que predomina el miedo y que afirma que el pecado es inherente a la naturaleza humana. La distancia entre Dios y el Ser humano es infranqueable, sin redención posible fuera de un Mesías.

Este credo no lo compartieron los primeros cristianos. Buscaban el auto conocimiento y el sentido de la Vida. Las palabras ‘pecador’ y ‘culpable’ no figuraban en su sistema de pensar. Hablaban poco de la discontinuidad entre Dios y el Ser humano. Hablaban más bien del Ser humano creador y de su ‘imagen divina’. Para los primeros cristianos existe  una real afinidad divina. El Ser humano es un dios caído, que no puede olvidar el paraíso. Todas las escuelas mistéricas de la antigüedad afirman que el Ser humano es divino, sin más. El Ser humano puede siempre hallar el camino hacia Dios tomando el sendero hacia Sí mismo. Tiene libre albedrío, la capacidad de elegir entre obedecer o desobedecer a la Sabiduría que brota de Su conciencia. Buenos y malos impulsos forman parte de la condición humana.



El verdadero sentido de la resurrección

Si descubrimos nuestra verdadera entidad, no nos quedamos en estado de muerte. Es fascinante. El mundo, en el cual el Ser humano se encuentra, es mortal. Si el Ser humano se identifica con Su cuerpo está ‘muerto en espíritu’, necesita morir. Por lo tanto, en tal caso, necesita ‘resucitar’ y ‘ascender’ de nuevo a Su dimensión divina. En este sentido, la historia completa de la crucifixión, la resurrección y ascensión de Cristo es un modelo de iniciación individual relativo a la condición particular de cada Ser humano. Es el contrario del concepto cristiano ortodoxo, que consiste en creer que al final de los tiempos hay una resurrección global  de ‘los buenos’ ¡en un nuevo cuerpo físico!

Si el Ser humano no comprende el significado del modelo de auto conocimiento, regresará en un cuerpo físico. Reencarnará para aprender a no confundirse con  la apariencia ilusoria. Si llega al auto conocimiento, el Ser humano se reconocerá  NO ser un cuerpo. Al contrario, sabrá que es un ‘gemelo’ de Cristo, otro Cristo, uno con Su Padre divino interior. Entonces ya no morirá, ni reencarnará.



El Concilio de Nicea, 325 d.C.

Primer Concilio de Nicea - Fresco de la Capilla Sixtina

El auto conocimiento se propagaba con fuerza durante el Siglo I d.C. Luego, en los siglos siguientes, fue ferozmente combatido por la joven iglesia literalista. En el  Concilio de Nicea, convocado por el emperador romano Constantino en el año 325, fue consagrada definitivamente la ortodoxia literalista. Por eso los obispos escogieron unos pocos textos evangélicos, que conformarían el Nuevo Testamento y definirían el credo doctrinal. En este concilio, el auto conocimiento fue desestimado por ser demasiado complejo, contaminado por el panteísmo e irrespetuosamente egocéntrico.

Esta simplificación de la doctrina no significa que los Evangelios del Nuevo Testamento son una invención al servicio de la doctrina oficial de la Iglesia. Sólo la interpretación de los textos es ambivalente. Para los buscadores del auto conocimiento, la frase “nadie llega al Padre, sino a través de Mi” significa entender lo que significa la figura del Padre dentro de Sí mismo. Es el mismo mensaje inequívocamente especificado en el evangelio de Pablo: “Para llegar a Dios, debes hallar el Cristo dentro de ti.”



El Renacimiento

Los buscadores del auto conocimiento se esfuerzan en buscar individualmente la salvación mediante una toma de conciencia propia. No están organizados, ni crean instituciones. No están en el punto de mira. No se oponen a la ortodoxia. Sólo se reservan el derecho de descubrir otras perspectivas. No entienden que en el año 325 Jesús sea promovido ‘Hijo de Dios’ por decreto imperial y que se prohíba cualquier otra opinión. Los heréticos y paganos fueron expulsados del imperio, los templos derribados, los filósofos asesinados, los libros quemados. Se entró en un tiempo medieval de oscuridad en la cual la gente incluso olvidó como hacer casas de ladrillos. Hubo que esperar hasta el Renacimiento, cuando estos instruidos paganos regresaron a Florencia, en Italia. Los libros de Platón, prohibidos durante mil años, volvieron, así como la filosofía Hermética. 

Venus y Marte - Sandro Botticelli




De pronto Botticelli empezó a pintar cuadros de dioses paganos. La cultura vuelve a ocupar el lugar que tenía antes del triunfo del cristianismo ortodoxo. Volvió una comprensión mística de la Divinidad, más allá del simple dogma. Excepto unos grandes místicos cristianos en los últimos siglos, la ortodoxia, al contrario, no era capaz de ver el universo simbólico más profundo. Sólo conservó las formas exteriores de los misterios de los cuales había perdido el significado auténtico.



Resurge la Tradición inmemorial

Mientras que las iglesias se vacían, la gente busca en todas partes, a veces hasta en el lejano Oriente, sin darse cuenta, que una antigua tradición buscaba lo mismo ya en lo más distante de nuestro pasado. Surgieron lemas sorprendentes como los de Rumi, de Tomás, Platón, Patánjali y Hermes Trismegisto, entre muchos otros, que  corroboran esta inmemorial Tradición. Tienen características especiales. Incitan a leer e interpretar guiándose por Su propia intuición. Convidan a investigar e indagar, siempre abiertos a nuevas exploraciones. Encuentran una Tradición desarraigada, interrumpida por muchos siglos y, para  una mente moderna, un poco difícil de entender.


Así, Hermes Trismegisto el gran Sabio egipcio ‘tres veces grande’, enseña:
 
Hermes Trismegisto - Mosaico de la catedral de Siena (Italia)
*La mente se halla concentrada en Dios. Graba esta verdad en Ti mismo y Dios aparecerá... Haz silencio y en Ti, tendrá lugar el divino nacimiento.

*La intuitiva esencia tuya ha organizado el conjunto, logrando el renacimiento en la deidad a través de la cual, por el conocimiento propio, se logran la Vida y la Luz y, como consecuencia, la Alegría.

*Piensa que el verdadero bien está en la semilla. El sembrador es tu divina Voluntad creadora  . Aquel que participa en este engendro, se convierte en otro Hijo de Dios.

*El Ser humano arquetípico es un Ser divino...es Dios que se encuentra a Sí mismo.
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Jalaluddin Rumi (S. XIII), poeta místico, maestro de la Tradición Sufí, dice:

Jalaluddin Rumi
*Crees que perteneces a la tierra... ¿Por qué abandonaste lo que es tu esencia?”

*Hay una mañana dentro de Ti esperando a estallar en la Luz.

*Tú no eres una gota en el océano...Tu eres el océano entero en una gota.

*El camino hacia nuestro Ser profundo pasa a través de los otros...Ellos son nuestro camino.

*Todo lo que se mueve en círculos proviene del Centro.

*Recuerda que la puerta de entrada al Santuario está dentro de Ti.

*No estas destinado a arrastrarte, tienes alas: Aprende a usarlas.

*No te sientas solo. El universo entero está dentro de Ti.

*Conviértete en poesía viviente. 
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Sin dejar de vivir en la Tierra, asciende a las Alturas. Su Naturaleza es vasta y potente.


El Cielo no desciende a la Tierra. Es el Ser humano que remonta al Cielo y lo abarca. Así pues, Le es posible reconocer las cosas de arriba igual que las de abajo. Sin dejar de vivir en la Tierra, asciende a las Alturas. Su Naturaleza es vasta y potente. Su eterno Núcleo de Fuego interior lo inspira. Su  Ser arquetípico profundo,  más allá del tiempo-espacio, es divino. Manifiesta Su grandeza mediante el Alma, que refleja Lo divino en la Personalidad humana.


“¡Conócete a ti mismo!”

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                                                                                                                  William
wvanmarsenille@yahoo.es








2 comentarios:

  1. Nunca lograrán borrar, la Antigua Sabiduria Inmemorial, siempre estará presente, con nuevos ropajes acordes a los tiempos, pero ella, es Inmortal.

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  2. Un texto excellente y "divino"...gravado en nuestra memoria interior, solo nos hace falta recuperarla... y permitir a nuestra consciencia de evolucionar. Muchas gracias William. Un abrazo muy cariñoso desde Suria.

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