El Antiguo Comentario

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Sol en ESCORPIO, inspirado en el trabajo de Louise Huber




Imagen extraída del libro Los Signos del Zodíaco de Louise Huber





Sol en Escorpio
24 de Octubre de 2018 (16:45 GMT)



Proceso de muerte y renacimiento

Cuando el Sol estaba alineado con el signo Libra, habíamos alcanzado el punto máximo de calma. Las cosas estaban en equilibrio. Sin embargo, el desarrollo debe continuar. Comienza con Escorpio. Es un signo de crisis, que llega a su máximo, cuando está alineado con el Sol. En este mismo momento, el Yo verdadero, que mora en el ‘eterno Núcleo de Fuego humano’, empuja hacia fuera con más ímpetu, para que la persona ‘Escorpio’ cambie las formas que había creado hasta ahora. El equilibrio adquirido por Libra se destruye. No es fácil para ‘los Escorpio’ encarar esta destrucción. Se agarran a menudo a lo ya existente. Creen que esto les proporciona seguridad. Deben aprender que no existe ningún tipo de seguridad absoluta. Deben avanzar y ser flexibles ante las transformaciones. Necesitan aprender a sentirse seguros en la inseguridad. Esto exige una conciencia en constante movimiento. No permite ni apego, ni estancamiento. Para ellos es imperativo crear con intensidad nuevas formas y, al cabo de un tiempo, esforzarse en destruirlas. Por eso, en sus existencias, ‘los Escorpio’ se confrontan con el perpetuo movimiento de muerte y renacimiento. Intuyen que es la manera más adecuada de estar al servicio del desarrollo del proyecto divino ‘Antropos’. Si se resisten a esta Ley del Desarrollo, sufrirán.  Las hojas deben caer del árbol para que las nuevas puedan crecer.


La polaridad Tauro-Escorpio

Tauro ha elevado muros y barreras para proteger las posesiones y el bienestar de su "pequeño yo", su personalidad. Escorpio, su polo opuesto en la Cruz fija, debe derribarlos para que el camino al renacimiento quede abierto. Luchará contra las rígidas formas de pensamiento de Tauro focalizadas en el mantenimiento de las cosas conocidas y fiables. Combatirá con ardor la ley del miedo vengador, “ojo por ojo, diente por diente”.
Sí,  ‘el Escorpio’ aspira, como todo el mundo, a la seguridad, la armonía y la paz. Sin embargo, el poder de su verdadero Yo, el ‘eterno Núcleo de Fuego interior’, insiste. Incita a la imprescindible destrucción de los deseos egoístas y las fronteras limitadoras, para que avance en el nuevo camino de la autorrealización.
Así pues, ‘los Escorpio’ están en una lucha constante. Son inseguros e inquietos. Dudan y están llenos de contradicciones y crisis espirituales. Saben que deben permanecer en movimiento. Cada vez que piensan que pueden relajarse,  reciben simbólicamente, un “empujón”. Si se paran mirando atrás, se convertirán, como la mujer de Lot de la Biblia, en estatua de sal. Lo presienten.
Para vencer, en esta lucha perpetua, ‘los Escorpio’ deben ejercer la empatía, ser permeables al Poder de su Presencia interior, el ‘eterno Núcleo de Fuego’. Tal actitud los llenará de Poder divino y expandirá sus conciencias. Les facilitará el pasaje a Sagitario y Capricornio.


New Horizon - Daniel B. Holeman




El planeta regente

El planeta Marte es a la vez el regente de la vida interior y de la existencia exterior del signo Escorpio. Su influencia provoca una lucha perpetua entre la energías superiores e inferiores, que rigen la vida. Su doble regencia hace que ‘los Escorpio’ deseen experimentar en profundidad y a todos los niveles. Tienen celos de cualquier cosa que pueda oponerse a su afán de disfrutar de la vida. Aquí reside el peligro de los excesos.  Llegan momentos en los que el amor puede volverse odio y la pasión transformarse en aversión. Indecisos hasta el fin, viven dudando de todo. Desempeñan un papel especial en la lucha contra los excesos de la vida sensual y sexual. La falta de control puede convertirse en un problema de considerable magnitud. Mantener la moderación es algo  muy difícil para  ‘el Escorpio’. Es una de sus tareas más importantes. 


El peligro de los extremos

El signo de Escorpio siempre impulsa al individuo hacia los extremos. Por lo tanto, existe el peligro de que predominen las fuerzas disolutivas. Pero cuando surgen estos impulsos, al mismo tiempo también se manifiestan las fuerzas de preservación de la existencia. Vida y muerte luchan para prevalecer. ‘El Escorpio’ debe reafirmar permanentemente las fuerzas edificantes de la vida. Debe acabar con “el morir”, con “el matar” y con los impulsos bajos.  Por otro lado, debe guardar su lucidez, porque las ideas de puritanismo y ascetismo pueden ocasionar dificultades incluso mayores.


El pensamiento semilla de Escorpio
“Guerrero soy y de la batalla salgo triunfante”

Al final de la batalla debe prevalecer la victoria, el renacer, lo creativo y lo positivo. Las influencias destructivas y unilaterales se están auto destruyendo por falta de atención. Apasionado, el individuo Escorpio gira su mirada hacia el interior, hacia las fuerzas creadores que, por mediación del Cuerpo causal, emanan de su ‘eterno Núcleo de Fuego interior’. Por su infatigable concentración, Escorpio se convierte en un “discípulo triunfante”. Este triunfo le permite seguir el camino hacia la verdadera individualización espiritual en Sagitario. Ha purificado el yo inferior. Puede ahora ofrecerse al servicio del mundo. Ha emergido del “fuego ardiente y purificador”. Se hace fuerte como un diamante. Sus experiencias de lucha ayudarán a los demás a seguir el camino espiritual en Sagitario, guiándolos con “la Luz del Alma”.




Escorpio, el Águila


En su evolución el individuo Escorpio, según su grado de desarrollo, es simbolizado por 3 animales totémicos, la serpiente, el escorpión y el águila. Cuando el escorpión ha vencido la seducción de la serpiente, cede el paso al águila. El águila abre sus alas al aire ascendiente de la intuición y es elevado a las alturas.
El águila es el símbolo de la metamorfosis del individuo Escorpio, purificado por el Fuego. Surge transformado en Fénix, el ave mítica que renace de sus cenizas. Ahora su poder, ‘Irrupción de la Conciencia del ‘eterno Núcleo de Fuego interior’, será curativo y sabio. La frecuencia de su vibración va más allá de lo que el yo mundano conocía hasta el momento.


El regreso al Hogar del Padre

El modelo del individuo Escorpio es el del hijo pródigo. Tras no haber encontrado nada que le satisficiera, toma por fin el camino de regreso hacia el hogar del Padre. Es una conversión total. Toda su ardiente atención está atraída hacia el interior. Busca el sendero hacia el hogar. Siente ya la irradiación de una misteriosa Presencia interior. Parece emanar de una misteriosa Fuente. Es el ‘eterno Núcleo de Fuego interior’ humano, nos confía la Tradición inmemorial.
Las energías del signo zodiacal Escorpio nos ayudan a ser conscientes de nuestro Ser interior. Ponen de relieve la falta de sentido de las satisfacciones exclusivamente externas. Nos empujan a una transformación fundamental. No es nada confortable para "el pequeño yo", habituado a aferrarse a lo establecido. Debemos derribar esta barrera, rasgar el velo. Es un salto arriesgado. Lo sentimos como morir un poco. Nos da miedo. Esta angustia se alza como un espectro frente a la gran experiencia. Muchas veces sólo podemos superarla cuando no hay otra escapatoria.     
Sin embargo, será grande la experiencia. Nos convierte en ‘YO SOY’, la única realidad. Seremos como el ave fénix que, desde las cenizas de la existencia, emerge purificado hacia el Fuego iluminador de la Vida. Escorpio nos convierte en un ‘discípulo triunfante’.


El Morador del Umbral

El Morador del Umbral es la encarnación de la suma de todos los factores psíquicos y espirituales, que no han sido superados y que impiden que florezca la vida interior. Es la parte oscura del "pequeño yo" que se opone a la transformación. Sus mecanismos actúan de forma automática. Emergen incontrolables en situaciones, que conducen a cometer errores importantes. Provocan la lucha entre pares de opuestos. Es la batalla del Ángel Solar contra el Morador del Umbral.
En esta lucha, el triunfo será asegurado cuando el Guerrero descubre que tiene a disposición un extraordinario cuerpo añadido, ‘el Cuerpo Causal’. Ha sido creado a su beneficio por el Ángel Solar. Es una esfera ovoide de alta frecuencia que arropa al Ser humano. Está compuesto de sustancia mental espiritualmente afinada. Pone a disposición del Guerrero, el que busca el camino de retorno, un potente Fluido de Amor solar, la Sabiduría elevada de la divina Sofía y el voluntario Poder creador del ‘eterno Núcleo de Fuego interior humano’.   Es un triple regalo mágico.
Al Guerrero, tomando consciencia de las virtudes divinas de su Cuerpo Causal y del siempre fiel respaldo de su Ángel Solar, le será garantizada la victoria triunfante en la homérica batalla por la Vida.




Que las Energías específicas de este mes de Escorpio sean una oportunidad para tomar conciencia de las virtudes extraordinarias de este Cuerpo Causal, del cual muchos ignoran la existencia. Es una herramienta excepcional que, el Ángel Solar, siempre a nuestro servicio, nos enseña y nos ayuda a utilizar, para que nos convirtamos en  guerreros invencibles que dedican su existencia al servicio del Plan divino de desarrollo de la Raza de los Humanos.
  
Este texto es una paráfrasis respetuosa de un extracto de la obra de Louise Hubert, “Los Signos del Zodíaco”. 2002 API Ediciones.


 
                                               William
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Louise Huber, nacida el 10 de mayo de 1924 en Bamberg, Alemania. Fallecida el 13 de enero de 2016, Salzbergen, Alemania.
Fundó junto con su esposo Bruno, el Instituto de Psicología Astrológica (API) en Adliswil, Suiza. Louise fue una fuerza impulsora en la fundación de API en 1968. Apoyó la investigación realizada por Bruno sobre la psicología astrológica y el desarrollo de lo que se conoce como el Método Huber. Junto a Bruno, enseñó y dio conferencias sobre psicología astrológica no solo en Suiza sino en muchos países del mundo. Ella era una astróloga consultora y escribió numerosos libros sobre el tema de la psicología astrológica.
 
 

Cuerpo Causal, intermediario imprescindible (I)



EL CUERPO CAUSAL
Parte I




El Yoga del Fuego

Los que practican el Agni Yoga, el Yoga del Fuego, saben que entran en un estado meditativo muy creativo. No solamente lo hacen para dirigir su atención hacia la divina Presencia en el centro de su mundo interior, el ‘eterno Núcleo de Fuego humano’, y así experimentar la radiación de Su Paz divina disolviendo las inhibiciones nacidas de las tensiones y angustias causadas por el impacto del mundo exterior. No solamente meditan para entrar en contemplación y saborear los efectos de este alivio. Ejercen además y al mismo tiempo un trabajo meditativo creador y constructivo muy consciente. Emprenden con su ‘Fuego’ mental interior la construcción de los 3 arcos de su Puente místico, el ‘Antahkarana’. Construyendo, anhelan llegar a la fusión de su mundo espiritual con el mundo físico denso de su cuerpo. Saben que producirá la divina iluminación, el Sueño galáctico fabuloso del cual nació el prototipo ‘Antropos’.

El proceso de encarnación del Ser humano

Al encarnarse en el óvulo materno físico, la Conciencia divina del ‘eterno Núcleo de Fuego humano’ emite tres Rayos fundamentales. Cada uno comporta el modelo de lo que será Su Espíritu, Su Alma y Su Personalidad. En conjunción, formarán el vehículo para la existencia de la divina Vida nuclear humana en las 4 dimensiones del tiempo-espacio. Los Devas, constructores cósmicos de todo rango al Servicio del proyecto de encarnación del ‘eterno Núcleo de Fuego humano’, darán forma física al diseño propuesto por estos 3 Rayos. Para el Espíritu plasmarán el cuerpo de Luz en la Luz, para el Alma, el cuerpo de Luz clara y para la Personalidad,  el cuerpo de Luz oscura del  físico denso.

El Cuerpo Causal

La Tradición Inmemorial Transhimalayca nos enseña que el Alma humana, el Cuerpo de Luz clara, tiene, gracias a Su facultad intuitiva espiritual superior, un papel de intermediario muy importante. Es por Su talento atractivo, que se establece la prevista conexión Espíritu-Materia del Ser humano.

Debido al desarrollo anormalmente insuficiente de la mente humana (¿quizá a causa de una inhibición provocada con mala intención?) esta conexión Espíritu-Materia es tan débil, que sólo una vaga relación consciente es posible.

A petición del ‘Consejo de Regentes divinos del Sistema solar’, el mundo espiritual de los Devas solares, con gran espíritu de servicio, ha puesto a disposición del divino talento intuitivo del Alma, un cuerpo añadido de expresión mental puro. La Tradición inmemorial lo llama el Cuerpo Causal’. Su sustancia mental vibra a la frecuencia del 3er. subplano (enumerado desde arriba) del cerebro físico humano. Este nuevo cuerpo es una gran esfera ovoide y está arropado por una delgada película de materia sutil apenas visible, dentro de la cual reside ahora la individualidad humana. Se extiende a unas 25 cm. más allá del cuerpo físico. Algunos especialistas dicen que es el Aura humana. Su amplitud depende del grado de evolución de cada Ser humano.


El Cuerpo Causal es un receptáculo

El Cuerpo Causal es un receptáculo. En él se guarda la conciencia del propio punto de desarrollo evolutivo de cada Ser humano encarnado. En este cuerpo residen las causas. Determinan, en el mundo de los efectos, las características de los 3 cuerpos inferiores humanos, el físico denso, el astral y el mental. Estas causas explican la singularidad de cada Personalidad humana, que rige estos tres planos inferiores. El Cuerpo Causal acumula la memoria de las experiencias de las vidas pasadas. Son ellas las que moldearán la actitud general, que la Personalidad humana asume hacia las acciones que emprende.



Las múltiples funciones del Cuerpo Causal

Un instrumento para el Pensador humano

El Cuerpo Causal es, en primer lugar, el instrumento del Pensador humano encarnado. Las experiencias de encarnaciones pasadas que contiene formarán las materias, a las cuales el Pensador recurrirá para nutrir Su actividad mental, Su sapiencia y Su ritmo de desarrollo.

Un instrumento de crecimiento espiritual

Desde el momento en que el Ser humano es capaz de pensar en abstracto y sentir emociones altruistas, el Cuerpo Causal puede entrar en consonancia con tales vibraciones emitidas desde los 3 cuerpos inferiores de la Personalidad. Esta consonancia agudizará eficazmente la sustancia mental abstracta del cerebro del Pensador humano. Con este perfeccionamiento de la mente puede ejercer, poco a poco, los poderes propios del Cuerpo Causal. Su mentalidad ya no estará tan afectada por las vibraciones de los 4 subplanos inferiores del cuerpo astral. Solo los pensamientos más nobles y las emociones elevadas, emitidas por los 3 subplanos superiores astrales, ascenderán para formar parte del contenido mental causal.  Es en el Cuerpo Causal donde se registrará el único y verdadero crecimiento espiritual.

Un instrumento de abstracción, discernimiento y síntesis

Discernir es la facultad principal del Cuerpo Causal. Transforma en conceptos ideales las ideas elaboradas por la mente concreta, las sensaciones, las emociones y las percepciones. Discierne las experiencias entre si y las ordena. Solo guarda en memoria ideas puras y sin formas concretas.

El Cuerpo Causal guarda en la memoria de Su esencia todas las experiencias constructivas adquiridas y seleccionadas durante cada existencia. Realiza la síntesis de estos datos, para que así formen parte de la Sabiduría en desarrollo del individuo humano.

Las emociones de ira, odio, orgullo, ansiedad, angustia, miedo y el sensualismo solo afectan y crean colores agresivos en el cuerpo astral. Afectan enormemente el mental concreto humano e impiden que se desarrolle esta sensibilidad afinada, que permite el contacto con el Cuerpo Causal.

Un instrumento de la vida interior     

La actividad abstracta del cuerpo causal es lógicamente una acción puramente interior. Nunca será perturbado por los sentidos captando los impactos del mundo exterior. Solo intenta que, desde dentro hacia fuera, la Sabiduría del ‘eterno Núcleo de Fuego humano’, enriquecida por las experiencias idealizadas por el Cuerpo Causal, inspire la Personalidad regente de los 3 mundos inferiores.



Un instrumento de meditación

El Cuerpo Causal es el instrumento del poder imaginativo de la meditación ‘agni’ o del ‘fuego’. Este poder creador se anima por el impacto de la energía de Amor suscitado por la atención concentrada y dirigida hacia dentro del meditador.

El Cuerpo Causal forma la vaina, la envoltura, que guarda las experiencias realizadas bajo el impulso del Poder creador irradiado por el ‘eterno Núcleo de Fuego’ y experimentado por el Ser humano en profunda meditación.

El Cuerpo Causal, ya que es el espejo de la Mente universal, permite que El Ser humano, si está meditando profundamente, pueda contemplar y asimilar los reflejos de la divina Ideación de la Mente galáctica. Será la Fuerza moldeadora y dirigente del Pensador. Será Su cualidad creadora divina.

La antigua Tradición tibetana llama al Cuerpo Causal ‘Karana Sharira’, ‘reflejo del Poder imaginativo universal’. La imaginación es la causa que moldea los efectos de la realidad física exterior. Sus visiones estimulan el Poder creativo del meditador. Se forman con la sustancia sutil del plano mental vibrando a la alta frecuencia de su 3er. subplano.

El instrumento de la mente y del Alma

La mente humana, vibrando a la frecuencia de los 3 subplanos inferiores de la sustancia mental, siempre está activa. Reacciona en permanencia a los impulsos que provienen del exterior. Su manera de pensar está determinada, además,  por pensamientos anteriores que han creado un hábito, una cierta manera de reflexionar. Actúa casi instintivamente de acuerdo con esos hábitos nacidos del impacto de los eventos anteriores.

La mente superior, al contrario, siempre resplandece desde el interior, expandiendo el perfume de la Sabiduría original divina emanando con gran discreción del ‘eterno Núcleo de Fuego humano’.

El Alma del Ser humano traduce la Voluntad imaginativa divina del ‘eterno Núcleo de Fuego’. El instrumento sutil de Su actividad imaginativa es el Cuerpo Causal, que siempre actúa y toma sus decisiones ejecutando, desde el interior, la voluntad del Alma. No son decisiones dirigidas desde afuera. Por medio de su facultad imaginativa, moldea y plasma sus decisiones en imágenes internas proyectadas con gran discernimiento. Por eso, el Cuerpo Causal siempre irradia desde adentro.

Al contrario, los cuerpos inferiores se manifiestan gracias a la energía  atraída desde afuera.