El Antiguo Comentario

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SOL EN PISCIS 2018




La constelación de Piscis incorpora las cualidades de uno de los 12 Grandes Seres cósmicos, que componen el Zodiaco y colorean las facultades creativas del Sol Central de nuestra galaxia, la Vía Láctea.


Piscis prepara el Terreno

Piscis es el signo que prepara el terreno para la expresión del Rayo I de la Voluntad   divina cósmica del Sol Central de la Vía Láctea. Para realizarlo, de una parte, usa las cualidades del Rayo II de Amor-Sabiduría proyectadas desde Sirio, con la cual Piscis está estrechamente conectado. De otra parte, es poderosamente tipificado por las cualidades del Rayo VI de la Devoción y el Idealismo, proyectadas desde las Pléyades. La intensidad de este Rayo VI, que ha perdurado durante los 2000 años de la ‘Era de Piscis’, está menguando fuertemente dejando espacio para la entrada de los Rayos I y VII de la ‘Era de Acuario’.

Pisces constellation


Piscis, un Poder motivador



El Rayo VI de Devoción e Idealismo es un poder motivador. Anima y prepara para acoger adecuadamente la potente Energía del Rayo I de la Voluntad divina, emanando desde el eterno Núcleo de Fuego galáctico y retransmitido por el Sol Central galáctico. Piscis posee además el talento, por un proceso aún no revelado, de transformar la Voluntad divina cósmica, que está llegando ya en cierta medida, en un Deseo divino cósmico.
Este Deseo divino cósmico,  mediante la Conciencia cósmica, impulsa la Voluntad divina hacia adelante. Así, en nuestro Sistema solar, es nuestro Sol quien transformó la divina Voluntad central en el deseo singular de promover la realización de un sueño, el del Antropos. La Tradición inmemorial considera Antropos  un Ser incorpóreo’. Para que se manifieste en el tiempo-espacio, es necesario que la sustancia informe de la materia, sea densificada y tome forma idónea. Eso es la obra de los Devas constructores cósmicos. Al servicio de la inteligencia creativa divina de Sofía, hacen resonar el sonido, la música de las esferas. Bajo Su batuta mágica nace el tema melodiosamente divino Antropos. Densificando la Sustancia, la Voluntad divina hace aparecer la vibración del sonido, que construirá Su CAUSA creadora, el ‘Verbo’ de las Escrituras.



Del arte de los Devas constructores nace el sonido


El Poder creador en el Microcosmos humano

El Ser humano posee el mismo Poder creador cósmico. Emana del eterno Núcleo de Fuego de Su propio microcosmos corporal, un fractal holístico del eterno Núcleo de Fuego galáctico. Es eterno. Nunca nació y jamás morirá. De Él surge la vibración del sonido creador de Su propio Verbo. Lo pronuncia Su propia Inteligencia creadora, Su Sofía interior. 
Con este mágico Verbo creador sofiánico, el Ser humano concibe el propósito de Su existencia.

 El Poder animador del Rayo VI de Piscis transforma esta Voluntad en ‘Deseo divino de ‘existir’ que, luego, el  Espíritu monádico suyo  proyecta. El Alma, en su papel de mediadora, reflecta este Propósito y deseo de existir hacia la Personalidad, el maestro del cuerpo físico. Ésta, en función de Sus aptitudes, capta el propósito y, estimulada por la Devoción e Idealismo del Rayo VI,  intentará realizar una existencia lo más conforme posible a este ‘Deseo divino de existir’ de Su eterno Núcleo de Fuego.



El Alma, Mediadora cada vez más perfecta

El Alma, inspirada por Sofía, la sapiente, y vivificada por la Energía animadora de Piscis, va a reconocer progresivamente y de la manera más perfecta posible el desarrollo del Proyecto de Vida humano. Este reconocimiento por el Alma se reflecta  en  las experiencias intuitivas de la Mente. Abre paradigmas desconocidos. Amplifica el campo de conciencia. Traduce, cada vez más perfectamente, la Voluntad creadora del Núcleo  de Fuego transformada en el Deseo divino sofiánico de cumplir el proyecto de existencia. Este ‘Deseo de cumplir’ es especialmente animado y empujado por el impacto del Rayo VI de Devoción e Idealismo, que tiene su intensidad máxima cuando ‘el Sol está en Piscis’.



‘Abandono el hogar de mi Padre’

La mente del microcosmos humano, por la Sabiduría de Sofía, reconoce por intuición la Voluntad divina de Su eterno Núcleo. El Rayo VI por su devoción a la Causa La transforma en Deseo divino de existir para cumplir el Propósito.

Es este Deseo divino que incita al Alma a abandonar el Hogar del Padre, el ‘eterno Núcleo de Fuego’. Dejando el ambiente meditativo de Sofía, va a combinar con el Cuerpo humano, la forma que la Personalidad rige. Va poco a poco a embeber esta nueva combinación con Su Sabiduría.  El nivel de la Conciencia humana se eleva y el Deseo divino de un ‘segundo nacimiento’, el del Cristo interior, que ilumina el Corazón humano, se revela.

Retornando, Yo Soy El que salva

Esta manifestación crística se realiza en tres fases. En un primer tiempo, por el abandono del hogar del Padre, sucede el cautiverio del Alma por la forma física. Luego, en un segundo tiempo, es el Alma que cautiva la forma y la fascina por la Sabiduría de Sofía y el nacimiento en el corazón del Cristo interior. En la última fase, el Cristo, por el anhelo de Su Alma de retornar al hogar de Su padre, renuncia a la existencia en la forma. Su ‘crucifixión’ es el símbolo de la muerte aparente o física. En realidad es sólo un movimiento de retorno que se transforma, liberador y armonioso, en resurrección, ascensión y fusión consciente con el ‘eterno Núcleo de Fuego’, el Hogar de la Vida eterna. Llegando al hogar del Padre, el peregrino exhausto de su andar errante, pero alegre, puede exclamar: ‘retornando, salvo’.

Nos enseña el Maestro D.K.: 
“Así, sobre la rueda invertida el Alma comienza a distanciarse de la Personalidad y a identificarse conscientemente con el Único, que La había enviado”

La distanciación con el Único, el Padre, y la identificación cautivante con lo físico constituyen el movimiento de Abandono. La rueda invertida, al contrario, realiza el movimiento de Retorno. Provoca un cambio profundo de conciencia. La Personalidad humana inspirada por la Sabiduría de Sofía, se hace discípula de Su Cristo interior. Éste motiva profundamente y anima Su Espíritu de Servicio. Transforma el Ser humano en ‘Yo Soy, el que salva’.


Shores of Heaven  -  Freydoon Rassouli


Los Señores de la Voluntad y del Sacrificio

Así la redención, nacida de la crucifixión, significa el ‘Retorno al Hogar del Padre’. Al nivel macrocósmico como microcósmico, el giro invertido de la rueda está cumpliéndose ahora mismo. Los Señores de la Voluntad y del Sacrificio están descendiendo a los niveles de las ‘existencias que animan las formas físicas’. Sacrificando Sus elevadas posiciones, elevarán estas existencias a Su propio nivel. Resucitarán las formas.

Estos Señores de la Voluntad y del Sacrificio -y esto sorprende y asombra- son esencialmente los Seres humanos ahora en encarnación o encarnándose. Son cualificados por el Conocimiento, la Energía de Amor y Sabiduría, la Voluntad de Su Núcleo divino. Son marcados fuertemente por la perenne dedicación pisciana. Motivados por el divino Deseo de Servir inspirado por Piscis,  estos Seres humanos, saliendo de la Era de Piscis, lograrán de modo científico la soberana liberación, que “absorbe nuevamente en el móvil original, el eterno Núcleo de Fuego” (el Antiguo Comentario)



Piscis rige los pies

El Maestro D.K. nos enseña:

“Piscis rige los pies. De allí la idea de progresar, de lograr la meta y de hollar el Sendero de Retorno. Ha sido la subyacente revelación espiritual del gran ciclo pisciano, que está terminándose.”

A lo largo del camino de peregrinaje de los Seres humanos, el Gran Señor incorporando el divino Deseo de la constelación de Piscis, ha sido el origen de todas las enseñanzas impartidas por todas las religiones del mundo. El ‘hollar el Sendero de retorno’ hace que los predominantes procesos  generativos de las apariencias físicas cedan su lugar, esotéricamente hablando, a la Regeneración de la creatividad de la mente. Nacen nuevas herramientas. Permiten una nueva visión fecundada por la intuición del Alma. El peregrino, pasando de Piscis al ciclo de Acuario, será intensamente creador.


Star Goddess (fragment) Daniel B. Holeman



Los dos Regentes planetarios de la Energía cósmica de Piscis

Los dos planetas  que rigen en nuestro Sistema solar  las energías repartidas por la constelación de Piscis, son Júpiter y Plutón. 

       El Planeta Júpiter transmite la potencia magnética del Rayo II de Amor-Sabiduría. Por este magnetismo el Alma humana se vincula con la forma. Desarrolla la interacción sintética de la cabeza y del corazón, instrumentos de la Voluntad y la Sabiduría. Cuando estos polos opuestos fusionen, se manifestará, desde dentro hacia fuera, la irradiación del Cristo interior de cada Ser humano. Esta irradiación crística de la Raza de los Seres humanos incorporará, por el impulso continuo del Rayo II de Amor, el ‘Deseo divino de unificar según la Voluntad divina’.

El planeta Plutón, transmite la potencia eléctrica del Rayo I de Voluntad y Poder. Al inicio, es una fuerza que destruye lo viejo. Crea nuevos espacios vírgenes. Sin embargo y paradoxalmente, Su destructividad desenmascara y conquista la muerte. Revela que en realidad no existe, que es parte de la Gran ilusión. Su poder divino destruirá las limitaciones de la Conciencia humana básicamente relacionada con la mente concreta y su órgano, el cerebro, fabricantes de su ficticio dueño, el pequeño yo. Demostrará así que la muerte es una ficción nacida de la imaginación cautiva en la forma. Por Su fuerza destructiva, el Rayo I amplificará la dimensión imaginativa aún reducida por la densidad física. El incentivo divino del Rayo I restablecerá ‘la soberanía natural e infinita de la Inteligencia creativa’ del Ser humano. El Rayo I es el proyecto de Vida grabado en el arquetipo del eterno Núcleo de Fuego interior humano, que reside en la simiente. Hace crecer la existencia humana destruyendo sucesivamente las diferentes formas, que guardan ‘crucificada’ su conciencia. Esta destrucción posee un significado oculto. Manifiesta la ‘Voluntad de iniciar. Transformada por el Rayo II de Piscis en ‘Deseo de iniciar’ el camino, conduce a la resurrección, la ascensión a otras dimensiones y a la soberanía del Ser humano liberado de la crucifixión. 

Triangle Matrix Red - Daniel B. Holeman


Os invito en este mes de Piscis a animar con vuestras meditaciones esta ‘Voluntad de iniciar’.

                                                                                                       William

El Misterio de Shambhala (I)





Otra Génesis

            Lo que sigue es otra manera de presentar la Génesis, el proceso de generación del planeta Tierra y del Ser humano tal como ha sido transmitido desde tiempos inmemoriales por la Gran Tradición Trashimaláyica, el Mahayana, Hermes Trismegisto, los Gnósticos y las desarrolladas culturas pre-cristianas.
William

Imagen de Francisca Blázquez

Primera Parte
La génesis de Gaia
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                Siguiendo el camino de Shambhala
El camino de Shambhala conduce al “Centro donde la Voluntad divina es conocida”. El Mahayana Lo llama el “eterno Núcleo de Fuego galáctico” y la antigua tradición gnóstica, el “Pleroma”. Hace millones de años, la Energía creadora de esta Voluntad galáctica se ancló en un lugar del planeta Tierra llamado la Isla Blanca. Es una pequeña isla, en su tiempo, frondosa. Estaba situada en medio de lo que era entonces el Mar de Gobi, ahora un inmenso desierto.
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El Morador de Shambhala
         Sanat Kumara es el morador de Shambhala. Es la personalidad-alma de Gaia, la apariencia física de nuestro planeta. Gaia está en estrecha conexión con nuestro Logos solar. Eso estimula Sanat Kumara, el Alma de Gaia. Le incita a manifestar el “Principio de Síntesis” de los 3 Fuegos divinos que, mediante el Astro solar, emanan del eterno Núcleo de Fuego galáctico. Estos tres Fuegos son:  
-el Fuego eléctrico (la Voluntad creadora cósmica), 
-el Fuego solar (el Poder animador del Amor, el Cristo cósmico) y 
-el Fuego Escondido (la sapiente inteligencia creativa cósmica, Sofía). 
Sanat Kumara realiza la fusión de estos tres Fuegos galácticos y así manifiesta, como personalidad-Alma de Gaia, la Tríada divina planetaria en el físico denso.
*
La decisión de Sanat Kumara
        Sanat Kumara decidió encarnar en Gaia como personalidad-Alma. Provocó un Concilio solar presidido por el Logos solar. En la asamblea  conciliar estaban presentes los Señores del Karma del planeta Gaia y los representantes de las 7 logias de la gran Fraternidad blanca, representando los  grandes Seres y expresando las 7 cualidades primarias  cósmicas. La asamblea aceptó la decisión de Sanat Kumara, porque era un Adepto del Ashram galáctico de Sofía (o Isis, Venus, la Gran Madre…), que encarna la divina Inteligencia creativa en el planeta Gaia. Además, había adquirido la 9ª iniciación y tenía un grado elevado de parentesco con el Logos planetario Gaia.

*
El proceso de descenso de Sanat Kumara
         El proceso de descenso de Sanat Kumara inició el evento sideral de la llegada al Sistema solar de las 7 Cualidades creadoras primarias emanando del “eterno Núcleo de Fuego galáctico”. Luego, cuando se realizó el   alineamiento cósmico del Sistema solar con la constelación de la Osa Mayor, Sanat Kumara envió los Devas solares azules al planeta Gaia. Tenían como tarea preparar Su venida y construir el ‘Antahkarana’ o canal de conexión con la Inteligencia creativa de Sofía.  Al mismo momento eligió además sus 3 Kumaras acompañantes, los Señores de la Llama. El Antahkarana sofiánico les ofreció la facultad de dinamizar el Kundalini de Gaia. Les ayudan en esta tarea la “gran inmigración celeste dévica”. Debido a estas circunstancias favorables,  Sanat Kumara se sintió listo para realizar Su ‘gran Descenso’. Llegan con Él los 110 Iniciados pertenecientes al gran Ashram de Sofía. Serán el origen de la Jerarquía espiritual planetaria. Gracias a esta amplia labor y colaboración celestial, Sanat Kumara adquiere el título sagrado de “Alma del Mundo”. Le da el honor de crear el Antahkarana solar. Eso Le permite, según el arquetipo “ANTROPOS”,  canalizar y fusionar los 3 Fuegos, eléctrico, solar y oscuro, para que así sea manifestada, mediante la Raza de los Hombres, la Tríada divina de Gaia-Sofía


I.                   La emanación de las 7 cualidades galácticas

Imagen de Liane Collot d'Herbois
Desde el Eterno Núcleo de Fuego galáctico (El Pleroma de los gnósticos) emanan las 7 cualidades cósmicas de la facultad creativa Suya. Llegando a nuestro Sistema solar, son simbólicamente focalizadas, según las Tradiciones gnósticas y el Mahayana, por los 7 esquemas planetarios: Vulcano, Júpiter, Saturno, Urano, Tierra, Venus, y Neptuno. A estas 7 cualidades primarias, la Tradición cristiana las llama “los 7 Espíritus delante el Trono de Dios”. Llegan por 7 canales galácticos de aproximación. Irradiadas con gran generosidad por nuestro Sol, las cualidades de cada Espíritu tienen un cometido específico que cumplir. Revelan, cada uno a la perfección, un aspecto del Sueño singular de la Divinidad galáctica, para que aparezca en nuestro Sistema solar un modelo original del arquetipo ‘Antropos’. La Inteligencia creativa cósmica de Sofía, ‘la Sapiente’, presidirá la obra. Los Devas constructores cósmicos la realizarán.
Y así apareció el hermosísimo planeta Gaia. De Su maternidad biológica nacerá un Ser humano de esencia vital divina. Gaia será Su espacio edénico de experimentación.


II.                La llegada de los Señores de la Llama y de los Devas solares azules
         El Concilio solar decidió que la manifestación en Gaia del elegido Adepto Sanat Kumara se realice en el momento muy oportuno del divino alineamiento del Sistema solar con una Estrella, aún no revelada, de la Osa Mayor.
         Esperando este solemne momento de alineamiento cósmico, Sanat Kumara decidió elegir 3 acompañantes pertenecientes al Ashram venusiano de Sofía, la Sapiente. La Tradición inmemorial los llama “los Señores de la Llama”. Constituirán con Sanat Kumara como foco céntrico nuestra Tríada de Fuegos cósmicos. Asimismo, Sanat Kumara envió una cohorte de Devas solares azules. Prepararán Su manifestación en el esquema de la Tierra y construirán la línea de conexión con la divina Sofía, el Antahkarana sofíanico.


III.             La construcción del Antahkarana sofíanico
Los Devas azules tenían como tarea principal introducir en la “Isla blanca” un talismán secreto dinamizado por el Logos solar. Desde el poder de este talismán, los Devas azules han podido establecer el conducto de comunicación intensa entre Gaia y Sofía. Ha nacido el Antahkarana sofiánico (o venusiano).


IV.             El gran descenso de Sanat Kumara
Una vez esta potente línea de comunicación establecida, al momento preciso de la gran Alineación solar con la Osa Mayor, Sanat kumara empezó el gran peregrinaje de descenso con sus Kumaras acompañantes.
Llegando a Gaia por el Antahkarana sofiánico, los Kumaras empezaron desde la Isla blanca, al servicio de Sofía, a fertilizar y potenciar el dinamismo del Fuego oscuro, el Fuego Kundalínico de Gaia para que así incremente la variedad de las formas de Vida en los 4 Reinos terrestres, mineral, vegetal, animal y humano.
El Antahkarana sofiánico permitió también la participación muy efectiva de las jerarquías dévicas o angélicas, llamadas “la gran inmigración celeste”. Realizaron, ellas también, grandes cambios y variaciones. Enriquecieron, inspiradas por el ensueño de Sofía, la naturaleza de todos los Reinos.
Además, vía el conducto Antahkarana sofiánico, llegaron a la Isla blanca 110 iniciados del Ashram de Sofía, así como los llamados Devas verdes, violetas y carmín.
Es también en la Isla blanca, donde empezó potencialmente la actividad de nuestra propia Jerarquía espiritual planetaria. 


V.                La construcción del Antahkarana solar

Por la abertura del Antahkarana sofiánico o venusiano se cumplió en el esquema Gaia la Presencia de Sanat Kumara, de sus 3 acompañantes Kumaras y de los Señores de la Llama.
Imagen de Liane Collot d'Herbois
Por la intercesión del Fluido de Amor crístico afluyendo desde el Sol, la labor de la gran inmigración celeste dévica, las existencias terrenales se impregnaron profundamente del Espíritu divino de Servicio de Gaia-Sofía.
En virtud de esta amplia colaboración celestial, Sanat Kumara podía adquirir el título sagrado de Alma del Mundo”. Esta función elevada Le permitió crear con los Devas azules otra línea de comunicación, el Antahkarana solar’. Lo realizaron mediante otro talismán secreto ahora implantado en el Sol mismo.
Sanat Kumara tenía ahora la capacidad de canalizar armoniosamente y en conjunción el Fuego eléctrico de la Voluntad creadora, el Fuego solar con su Flujo de Amor crístico y el Fuego escondido de la Inteligencia activa de Gaia-Sofía.
         Le permite expresar a través del Ser humano encarnado en Gaia-Sofía todas las cualidades galácticas inherentes al “ANTROPOS”, esta singularidad divina soñada desde la Conciencia cósmica del ‘eterno Núcleo de Fuego galáctico’.
*
Nota: En la segunda parte presentaremos la Génesis del Ser humano.

William
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