Sol en Acuario
28 de enero de 2021 (19:16 GMT)
Nota clave:
“Agua de vida soy, vertida para los sedientos”
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A propósito de la meditación de grupo los 3 días de
la luna llena
Toda técnica de meditación consiste en un
proceso de profunda atención concentrada. Esta concentración crea un láser de
sustancia mental. Da forma a un ‘canal de fluido de Amor solar’ que
la atención dirige, nos enseña la Tradición inmemorial. Permite la inmersión en
lo más profundo de uno mismo. Hace que los pensamientos ajenos al proceso
meditativo y las influencias externas discordantes ‘se mueran por falta de
atención’, por ausencia de Fluido de Amor.
En el centro del desierto de Gobi, desde la ‘Isla
blanca’, la Ciudad de Paz, la Jerusalén celestial o Shambala, residen
mónadas humanas, Maestros espirituales ascendidos. Están en permanencia al
servicio de sus hermanos terrenales en desarrollo espiritual.
En nombre de la cuarta Jerarquía creadora, los ‘Hijos del Hombre’,
decidieron concentrar su atención meditativa, regularmente y de una manera muy
especial hacia la Humanidad físicamente encarnada en el planeta Gaia. En unión
con el Logos planetario, Sanat Kumara y en sintonía con los Ángeles Solares de
la quinta Jerarquía creadora, ‘los Hijos de la Mente’, eligieron
enviar un potente haz de ‘fluido de amor solar’, a sus hermanos
terrenales, durante los 3 días de plenilunio de cada signo zodiacal.
Numerosos grupos de meditación responden a esta concentración amorosa
celestial. Unidos a nivel planetario, ponen su propio Fluido de Amor durante
cada plenilunio, ahora de Acuario, en consonancia con la de Shambala. Durante
tres días, el inmenso mar de Amor invocador de los hermanos terrenales y el
inmenso océano de Amor celestial de la Isla blanca confluyen. Es una bendición
incomparable.
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El símbolo de Acuario
El símbolo zodiacal del signo Acuario muestra dos
líneas ondulantes superpuestas. Las ondulaciones sugieren el ‘agua’, el ‘fluido
de amor solar’. La línea superior representa el fluido de Amor
expresándose por el Espíritu y la inferior por la materia. Las ondulaciones en
paralelo simbolizan la interacción armoniosa de estos dos principios activos,
que estimulan el flujo de la vivencia. Las energías de Acuario están realizando
esta síntesis armoniosa. Están disolviendo, cada vez con más ímpetu, la
oposición del amor terrenal exterior y espiritual interior. Hay solo un único
fluido de Amor. Es solar. Irradia por el Espíritu, hace resplandecer la
materia.
A la manera de las dos líneas ondulantes de su
símbolo, Acuario acerca el mundo exterior al interior. El medio de acercamiento
es la conciencia humana. Sin embargo, en la práctica no es fácil. Los humanos
están obligados a vivir entre las exigencias inevitables del mundo concreto y
las necesidades de su Alma. Si una de las dos se descuida, el individuo pierde
su equilibrio. Se queda fuera de su centro. Provoca dolor, sufrimiento y un
profundo malestar, un vacío. Recuperar el equilibrio es casi imposible. Unos se
desaniman. Otros piensan que vivir en soledad les daría más libertad. Pero eso
también es un autoengaño. Es solamente una soledad física, externa. No remedia
de ningún modo la necesidad básica de encontrarse en el interior de uno mismo,
este lugar donde está escondido el soberano Centro de equilibrio, ‘Tesoro de
los tesoros’, ‘el eterno Núcleo de Fuego interior’, nos enseña la
Tradición inmemorial. Es imprescindible aprender el camino hacia el ‘Tesoro de
los tesoros’. Podemos hacerlo, incluso en medio del fragor de la existencia que
nos rodea. Vivir la extraordinaria EXPERIENCIA de la Presencia, que nuestro ‘eterno
Núcleo de Fuego’ manifiesta por Su radiación, transforma lo divino en
radiante Hijo del Hombre. Escapa al sufrimiento, al vacío y recupera su
dignidad soberana. Pero… ¿cómo?
La virtud de la meditación ha sido para muchos el camino hacia el gran
Encuentro. Es un instrumento sutil y silencioso de gran eficacia.
Acuario y el Rayo del Orden Ceremonial o Magia
La energía del signo de Acuario es marcada por las
modalidades del Séptimo Rayo cósmico del ‘Orden ceremonial y de la Magia’.
Está afluyendo con más abundancia en nuestro tiempo. Caracterizará durante más
de 2000 años una Nueva Era de desarrollo para el planeta Gaia y los ‘Hijos del
Hombre’, sus huéspedes.
Este séptimo Rayo pone en movimiento la Vida de un
Gran Señor o Kumara, dice la Tradición inmemorial. Es un Ser puro, una Fuente
viva cósmica consciente. Posee el gran arte de manifestar las sublimes
cualidades de ‘Orden y Magia’. Es el gran Mago blanco celestial. Es el
manipulador y transformador de las energías constructoras de Vida en
existencia. Su magia sigue el Orden ceremonial para celebrar el espíritu de La
Ley cósmica de Igualdad, Armonía y Belleza.”
En el primer estadio de desarrollo del séptimo Rayo
en el planeta Gaia, este Orden mágico favorece la tendencia, muy evidente en la
actualidad de nuestro tiempo, a instaurar un orden dictatorial de gobierno,
tanto en el dominio social-político como económico. Ciertos grupos humanos se
aprovechan de este nuevo poder para crear caos y luego, bajo este pretexto,
instalar gobiernos supra nacionales muy centralizados y dominantes. Para ellos
la ‘Magia’ consiste en el arte de manipular los aspectos mental y
emocional de los humanos usando la inteligencia artificial. Es un arte
mágico, casi constantemente, subliminal. En secreto intentan reducir la
conciencia a la exclusiva experimentación en la sombra del físico denso. Este
orden artificial crea lucha, desorden, dominación y alienación. La Tradición
inmemorial define a este desorden conscientemente provocado, ‘magia negra’.
Sin embargo, la luz siempre, por su propia
naturaleza cósmica, vence irremediablemente la sombra. En este Siglo XXI, el
caudal del influjo del Séptimo Rayo está aumentando considerablemente. Ya vemos
surgir la Gran alianza de los Magos blancos humanos y los Devas solares. Los
Hijos del Hombre y los Hijos de la Mente se han hecho sumamente solidarios. En
su lucha homérica vencerán la magia negra. La Magia blanca, es inevitable,
siempre lleva a término el Orden ceremonial celebrando las Leyes cósmicas de
soberanía, armonía y belleza.
Two Worlds
United - Belinda Paton
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La doble vida del discípulo
Durante este mes de Acuario intentaremos ser
conscientes de esta lucha permanente entre el caos y el orden provocado por el
poder del Rayo VII. Es una situación dual inherente a la existencia. El orden
acuariano se impone surgiendo del caos, el otoño de la Era de Piscis. En
nuestra vida personal experimentamos lo mismo. Ambos ritmos de ascenso y
descenso forman parte de nuestro permanente estado caótico. Con una parte de
nuestra mente experimentamos la primavera de nuestra Vida espiritual. Con la
otra parte mental, nos quedamos atrapados desesperadamente en el caos de las
formas otoñales de Piscis, que se retira.
Para liberarnos de esta doble vida, que desordena,
tenemos que tomar distancia. La meditación nos alejará de su ruido disonante.
Hace nacer un silencio que apacigua. Nos pone en estado de escucha meditativa
aguda. Aparece una voz confidente, ‘la Voz del Silencio, la Voz de la Luz’,
dice la Tradición inmemorial. Nos exhorta con silenciosa dulzura a admirar
nuestra magnificencia interior. Motivada, nuestra atención es irremediablemente
aspirada profundamente adentro. Percibimos con claridad, si podemos estar
alerta y guardar nuestra serenidad silenciosa, una emanación energética emitida
desde dentro hacia fuera. Es magnética. La sentimos como procedente de una
radiante Presencia muy sutil e íntima, pero llena de Poder tranquilo, claro y
caluroso. Inevitablemente, viene la pregunta de nuestro Ángel Solar: “¿Por qué
no utilizamos Su Poder? Es nuestro”.
Solo por Su Fuerza, si nos identificamos con nuestra Presencia, seremos
capaces, más allá de la dualidad caótica del gran Cambio, de liberar y
llevarnos a nuestro genuino estado de ‘Hijo del Hombre’. La
gloria de nuestra soberanía divina se expresará en el tiempo-espacio de nuestro
gracioso planeta Gaia. Radiará con claridad la esencia divina de nuestro ‘eterno
Núcleo de Fuego interior’, nuestro ‘Tesoro de los tesoros’ escondido,
afirma la Sabiduría inmemorial, en cada Ser humano.
Saturno y Urano, regentes exotéricos de Acuario
Los planetas exotéricos, Saturno y Urano,
igualmente expresan esta dualidad simbolizada por las 2 líneas ondulantes
superpuestas. La línea superior indica el pensamiento de la mente iluminada por
la intuición. Corresponde a Urano. La línea inferior representa el pensamiento
concreto saturnino, que solo acepta lo que se puede comprobar científicamente
de forma tangible. Ambos modos de pensamiento deben trabajar de forma conjunta.
La mente concreta debe ser iluminada por las ideas abstractas intuitivas.
La polaridad Acuario-Leo
El eje Acuario-Leo pone de relieve la polaridad
orden-caos, característica del cambio de Era.
En Leo, la autoconsciencia se desarrolla en toda su extensión. El
individuo se despierta a su verdadera identidad. Se concentra en lograr los
propósitos de su Personalidad. Se sirve a sí mismo. Pero, al final, el proceso
de vida le castiga tanto, que se da cuenta de la futilidad del propio interés.
En Acuario, el individuo se hace consciente que, sin los demás, no
puede conseguir nada. Se despierta a la consciencia de grupo, a la Humanidad y
Su destino. Se da cuenta de las responsabilidades, que eso implica. Empieza a
dedicarse a servir a la Raza de los Hombres. Por eso, está siempre muy ocupado.
Con frecuencia asume responsabilidades y deberes de otros. A menudo, solo se
siente valioso, noble y bueno, cuando está combatiendo las injusticias
sociales. En la división del horóscopo, Acuario está en el hemisferio de lo
consciente y corresponde a la casa 11. Ya no depende tanto de su propio yo como
Leo en donde el yo aún está en proceso de desarrollo. Acuario ha pasado esa
etapa. Tiene consciencia de grupo. Lo lleva a defender los genuinos valores
humanos desde su punto elevado de observación. Su autoconciencia se expande, se
hace planetaria, incluso cósmica. Su individualidad se hace universal. Pasa de
servirse a sí mismo, esta tendencia que aún existe en Leo. Sirve al mundo, pero
sin perder el valor de su individualidad.
Júpiter, el regente esotérico de Acuario
La unificación de las polaridades siempre se
produce mediante un tercer factor. Es el poder cósmico de fusión, que la
Tradición inmemorial llama el ‘Avatar de Síntesis’ cósmico.
Nuestro sistema solar activa esta virtud de síntesis mediante la influencia creciente
del planeta Júpiter, el regente esotérico de Acuario. A su
nivel, el Ser humano intenta llegar a esta síntesis por la compenetración
consciente de su Personalidad y Alma. Su Ángel Solar, su verdadero Yo, su Luz,
su Alma, en sintonía con Júpiter, es su ‘Avatar de Síntesis’
individualizada.
Aquarian Energies - Peter Fich
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El Ángel Solar y el ‘pequeño yo’
El Ángel Solar, por la influencia de Júpiter
particularmente en este mes, ayuda por su inteligencia superior al Ser humano a
desapegarse del ‘pequeño yo’ y quedarse anclado en el Alma con su amplia
visión. Presupone, para que sea posible, una cierta inteligencia y una
determinada capacidad de discriminación. Es el arte de observarse a sí mismo
tomando distancia, hasta el punto de oírse hablar y verse actuar. Esta
distanciación permite dirigir conscientemente la actividad de la mente,
de los sentimientos y de nuestras actuaciones.
El arte de la meditación es una técnica preciosa, que permite alcanzar tal
actitud no involucrada. Abre el ‘portal cósmico’. Permite a nuestra mente
abstracta un contacto cada vez más preciso y claro con nuestro propio avatar,
el Ángel Solar. Nos ayuda a poner en evidencia lo esencial, a discernir y
descartar las ilusiones. Nos indica con paciencia el camino interior, que
conduce al ‘Tesoro de los tesoros’, nuestro ‘eterno Núcleo de Fuego
interior’. El Ángel Solar nos hace entender, que finalmente nos
encontraremos a Nosotros mismos. Esta auto-identificación, afirma la Tradición
inmemorial, es el estado de Síntesis, nuestra divina auto-realización. Da forma
a nuestra consciencia universal.
Saturno, el Morador del Umbral de Acuario
Los humanos de signo Acuario, para evolucionar,
quieren encontrar un grupo, un movimiento espiritual. Buscan el trabajo en
equipo. Tienen el genio de encontrar soluciones originales. Son inventores
natos. Inician nuevos caminos. Sienten una fuerte necesidad de abolir las
situaciones precarias del mundo. Tienen en cuenta la esfera interior de la vida
y, a la vez, satisfacen las exigencias del mundo externo. Entran en lucha
contra las rígidas formas mentales, poderosas ideologías y creencias del
pasado. Son estos últimos aspectos, los que el regente tradicional de Acuario,
Saturno, sostiene firmemente. Actúa como ‘Morador del Umbral’.
Los individuos del signo de Acuario están muy
preocupados por estos obstáculos, contra los que deben entrar en lucha para que
puedan dedicar sus vidas a nuevos valores espirituales. Los Acuario, como lo
indica el símbolo de su signo, sostienen un cántaro de agua. Vierten el
contenido sobre los seres humanos. “Derraman en sus corazones un torrente
de vida unificadora, que impulsa adelante, hacia la unidad y la síntesis”
según se expresa en la antiquísima Tradición inmemorial.
“Agua de Vida soy, vertida para los sedientos”.
*Texto
inspirado en el trabajo de Louise Huber
William