Imagen extraída del libro Los Signos del Zodíaco de Louise Huber |
SOL EN CAPRICORNIO
22 de Diciembre de 2018 (17:48 GMT)
El signo de Capricornio, cuando está alineado con el Sol, se encuentra en la posición más alta del zodíaco. Representa las metas espirituales más elevadas que un ser humano puede alcanzar. Capricornio es el principio de un nuevo período, de un nuevo estadio de conciencia. Cuando Capricornio, el Sol, la Tierra y la Luna están alineados, la Influencia específica de la constelación capricorniana llega a su plenitud. Durante los 3 días de plenilunio, la Jerarquía de los Maestros ascendidos de Shambala focalizan de una manera muy especial sus meditaciones en la Humanidad. Concentrados y con cariño estimulan nuestras propias meditaciones. Nos apelan a ser más receptivos a los influjos cósmicos al servicio de nuestro devenir divino como Seres de Luz.
De Sagitario a Capricornio
En el signo Sagitario, el ser humano empezó a formarse una visión del mundo propia. Signo de tierra, Capricornio comprueba la validez de las verdades intuidas por Sagitario. Las contrasta con la realidad. Su voluntad, que está estimulada por la Cruz cardinal (La Cruz de la determinación divina), somete las intuiciones sagitarianas a un proceso, que las endurecen como el acero. Por eso, Capricornio es un símbolo de iniciación. Su energía cardinal de voluntad le da autoridad espiritual y eleva su nivel de autoconsciencia. Libera de las presiones ajenas gracias al pensamiento independiente y la nueva visión del mundo heredados de Sagitario. Capricornio crea una nueva personalidad. La dirige conscientemente para desarrollar sus talentos y capacidades aún potenciales. Activadas, realizarán un Ser humano más refinado y en perfecta consonancia con la naturaleza divina de su ‘eterno Núcleo de Fuego interior’.
El símbolo de Capricornio
Para ser uno mismo, independiente y soberano, Capricornio construye un centro creativo, fuerte, resistente y muy original. El unicornio es su símbolo. Lo representa dentro de una circunferencia muy restringida y delimitada. Protege al máximo el círculo creativo interior de Capricornio. De su centro irradia el dinámico núcleo del Cuerpo Causal. Ahí, se acumulan y cristalizan todas las experiencias de las existencias anteriores. Forman la sustancia básica del carácter del Ego superior. El Ángel Solar Lo estimula con la voluntad creativa cardinal, puesta a disposición por Capricornio. Permite plasmar propósitos de vida firmes, resistentes y de carácter esencial.
The Feat (1938) -Svetoslav Roerich |
La Personalidad capricorniana
La fuerza de voluntad del Capricornio hace que su personalidad sea a menudo ambiciosa e intolerante. Está siempre escalando como una cabra. Sin parar está intentando llegar a la cumbre más alta. Abajo no encuentra paz. Sin embargo, porque Capricornio es signo tierra, su personalidad lo planifica todo parsimoniosamente. Evita imprevistos a fin de llegar con seguridad a una realización adecuada. Su lema es: “Lo que mucho dura, bien acaba”. Su personalidad es tenaz e inagotable. Puede llevar a términos tareas casi imposibles. Los obstáculos le estimulan. Es estricto consigo mismo y ambicioso. Muchas veces es duro con su entorno. Para salvaguardar su prestigio, llega a suprimir toda expresión de sentimiento y a ser muy egoísta. Cuando se siente inseguro, su personalidad se enfatiza y se pone a la defensiva. Necesita reconocimiento. Por eso, intenta establecer relaciones con gente influyentes y busca una destacada posición profesional o una superioridad espiritual. Le gusta manejar el poder en la sombra.
Capricornio plenamente consciente
Al contrario, si el Yo superior está bien desarrollado, Capricornio no necesita los amuletos de la personalidad insegura, ni este tipo de ambición egoísta. Es autoconsciente, flexible, tolerante, comprensivo y en paz consigo mismo. Siempre por decisión propia, intenta poner su personalidad, ahora fuerte y libre, al servicio del colectivo. Resiste a cualquier tipo de adoctrinamiento. No se conforma a la irreflexiva repetición de las normas convencionales. Su individualidad es espiritualmente madura. Vivida desde el interior, irradia. No presta ninguna atención a la fama. La perspectiva de una elevada posición le incita a buscar nuevas formas de resolver los problemas de la humanidad. Actúa con una conciencia planetaria.
Experiencias cumbres
Capricornio, cuando la identificación con su Cuerpo Causal lo ilumina, desarrolla con intensidad su vida espiritual. Busca la cumbre de sus capacidades humanas. Camina en solitario. Sigue el Sendero, que sube en una dirección distinta de las normas colectivas. Cuando alcanza la cima, se encuentra en plena luz. Tal experiencia es relatada en el Nuevo Testamento. Es el exaltante evento del capricorniano Jesús en el monte de la Transfiguración. El signo Capricornio, en este momento, es alineado con Venus. El Fluido de Amor divino se derrama con abundancia. El Cristo ilumina con Luz dorada el Cuerpo Causal de Jesús. Se manifiesta con plenitud y grandeza. Irradia la magnificencia de la Sabiduría y la Voluntad de su ‘eterno Núcleo de Fuego interior’. Jesús, ahora en el Cristo, se transfigura ante toda la humanidad. Recibe la visión del Plan de su destino. Sabe lo que tiene que hacer.
The Transfiguration - Carl Heinrich Bloch |
La polaridad Capricornio – Cáncer
En su experiencia, la persona capricorniana vive también las influencias energéticas de Cáncer, su signo opuesto. Cáncer es la puerta del nacimiento físico y Capricornio del nacimiento espiritual, llamado iniciación. Cáncer estimula a los humanos a interiorizar el significado profundamente concreto del nacimiento en el mundo físico de Jesús. Capricornio los incita a abrirse a los misterios del nacimiento en el Espíritu, la Transfiguración emanando de la Vida interior.
Durante la Luna llena,
coincidiendo con el solsticio de invierno, se abre otra vez la puerta del Espíritu
de Sofía, la divina Sapiente. Capricornio estimula a los humanos, para que,
llevados por esta renovada Sabiduría navideña, lleguen al punto más alto de su
propia realidad divina individual. Por el contrario, Cáncer los empuja a volverse
y bajar al servicio de la colectividad. Capricornio se siente poderosamente
atraído por esta polaridad.
Saturno, el regente de las energías de Capricornio
Saturno es el regente tan exotérico como esotérico de Capricornio. La energía de Saturno provoca la cristalización de los pensamientos en la forma. Delimita sin piedad, pero también educa. Es el Morador del Umbral que nos preserva de dar dañosos pasos irrealistas.
Capricornio puede moverse libremente. Puede escalar hasta las
alturas de la aspiración espiritual. Una vez en la cumbre, Saturno actúa.
Origina una forma con una corteza pulida, dura y transparente como el cristal. Destroza
el caparazón del pequeño yo. Deja transparentar la Luz del Radiante Cuerpo Causal.
Por medio de esta Luz del Ego superior, el Ángel Solar, nutrido por la
intuición del Alma, revela el resplandor del Propósito ’antropos’, guardado desde las eternidades en la custodia del ‘eterno Núcleo de Fuego interior’ de
cada Ser humano´
Esta gloriosa iluminación se llama “la transfiguración del monte
Tabor”. Saturno se ha
convertido en el Gran iniciador que, pagadas las deudas, deja ver el panorama
cósmico de la conciencia superior. Desde su forma cristalina y rígida, Capricornio
debe probar su poder de penetración en la esencia de su verdadero Ego, que el
Cuerpo Causal manifiesta y el Ángel Solar ilumina. Debe conseguir que el
cristal se quede transparente. Sin embargo, el cristal es frágil. Si se rompe
por exceso del deseo terrenal, entrará otra vez en la oscuridad del ‘pequeño
yo’ materialista y egoísta. Saturno es el delimitador. Sin romper la corteza
cristalina, Capricornio debe intentar superar la oposición, a la vez física y de
conciencia, de su adversario, el ‘Morador del Umbral’.
Capricorn - Diane Harvey |
El pensamiento semilla esotérico de Capricornio
“Perdido estoy en la Luz suprema
y a esa Luz doy la espalda”
Este pensamiento semilla es una llamada a todos los Seres humanos en camino hacia las alturas. Intentando llegar a la cima, el espíritu capricorniano nos anima a todos, particularmente en este mes de diciembre. No nos deja en paz. Bajo la influencia del espíritu práctico de su signo opuesto, Cáncer, nos propone con gran determinación no quedarnos nunca en la posición alcanzada. Siguiendo voluntariamente los movimientos de la existencia, hace falta descender de nuevo. Tenemos que dar la espalda a la Luz suprema, que habíamos vislumbrada. Hace falta retornar al valle para anunciar que el Poder supremo de la Luz es a disposición de todos los Seres humanos. Con la noble voluntad de Capricornio, les ayudaremos a encontrar el camino hacia la cumbre.
La transfiguración, una crisis iniciática
Un Ser humano transfigurado actúa a través de su personalidad integrada. Pensando según amplios criterios de unidad, llega al estado trascendental. Se expande la radiación solar de su Alma mediante su iridiscente Cuerpo Causal. Ya no dice: “Esto no tiene nada que ver conmigo”. Asume su responsabilidad hacia la comunidad. Es alegre y entusiasta. Se transforma en un servidor de la Humanidad.
La transfiguración permite al Ser humano el empleo de la
energía de la Voluntad espiritual. Conduce a no caer en el endurecimiento del ‘pequeño
yo’. El Capricornio transfigurado baja de su trono. Utiliza su voluntad
iluminada. Animada por la Luz suprema, es muy poderosa y siempre al servicio de
la comunidad.
La transfiguración es un impulso espiritual del Ángel Solar.
Es una conversión interna del individuo evolucionado y consciente.
Autorrealizándose, se ha iniciado a sí mismo.
La transfiguración nos da la fuerza de subir a la cima en
solitario. Llegamos a ser totalmente nosotros mismos, sin recurrir a nadie. No
hay ningún tipo de relación. La experiencia cumbre de la soledad provoca una
crisis espiritual. No queda nada, ni nadie, sino el “yo soy” y la vitalidad del Cuerpo Causal, que late poderosamente en
lo más profundo de nuestro ser. La vivencia de ‘sentirse abandonado por todos’,
aislado en una posición elevada, se llama “la noche oscura del Alma”. Constituye una de las experiencias más
destacadas del signo de Capricornio.
Descender de nuestro trono de frialdad
Paradoxalmente, sin embargo, esta crisis de soledad pone en evidencia que nos necesitamos los unos a los otros. Por la naturaleza misma de la Raza de los Humanos, no podemos vivir solos. Para disfrutar de la riqueza de la fraternidad en común, tenemos que ser humildes, descender de nuestro trono. El calor del contacto entre humanos rompe la frialdad del aislamiento mineral que Saturno construyó, actuando como el Morador del Umbral. Muchas personalidades aprovecharon de este frio aislante para enfatizar el ‘pequeño yo’. Su deshielo siempre da miedo y parece una destrucción muy dolorosa de la personalidad. Sin embargo, ya está desplegándose a través de las lágrimas un inmenso espacio panorámico. Hasta perderse de vista, aparece el Sendero. Conduce a un palacio secreto, nuestro divino y poderoso Ser interior, el ‘Tesoro de los tesoros’, nuestro ‘eterno Núcleo de Fuego’. Ahí se encuentra la Fuente de Vida, el Agua acuariana, dicen los Ancianos, brotando del suelo primordial de toda existencia. Aplaca la sed, regenera el Espíritu y da inmensa alegría.
La Conciencia crística
Allí en la cima de la transfiguración, el espíritu de Capricornio desarrolla poco a poco la clara visión. Igual que en el solsticio de invierno, la Luz del Ángel Solar renace y encuentra su expresión simbólica en el nacimiento de Cristo en Jesús.
En este período de renacimiento, seamos creativos en nuestras
meditaciones. La fuerza transformadora de la Conciencia crística nos hace
reconocer el Poder universal del corazón. Purifica nuestra esfera de
pensamiento. Su voluntad positiva entusiasma a los demás. Impide que los
pensamientos oscuros y el descontento prosperen. Nos sintoniza con lo que surge
lleno de convicción amorosa. Transmite alegría y felicidad, tanto al meditador
como a los demás. El Poder universal del corazón, unido a la Voluntad creadora
de Capricornio forma un haz de luminosa energía. Hace brotar la inagotable
fuente de Vida. Produce, dice la Tradición inmemorial, “una mayor abundancia”.
Este texto es
una paráfrasis respetuosa de un extracto de la obra de Louise Hubert, “Los
Signos del Zodíaco”. 2002 API Ediciones.
William
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Nativity - Jan Pashley |
Hoy, en vísperas de las fiestas de la Natividad 2018, que todos los senderistas que buscan las cimas, interioricen sus reflexiones. Que la meditación les de acceso a las vivientes fuentes navideñas. Que rejuvenezcan con alegre esperanza. Que den luz al renacimiento navideño en la gruta del corazón de una creciente presencia crística.
FELICES FIESTAS!!!
William